Cuando las luces se apagan. Bnior

Avanzar

Las calles recibían el sonido de los pasos apresurados de JinYoung, el aire raspaba su garganta, y el viento lo alentaba a llegar al destino, en cada esquina en donde los semáforos detenían su caminar revisaba la hora, estaba atrasado y eso significaba que ni bien llegue al bar Jackson le haría tomar todo un vaso de cerveza sin  darle tiempo a decir no, y no deseaba darle un show a la gente que estuviera allí.

Al pasar por las puertas se relajó al ver que no era el último en llegar, faltaban Mark y BamBam, su corazón empezaba a latir rápido indicando que no estaba preparado para ver a Jaebum, no, no lo estaba, su cuerpo particularmente no lo estaba.

Jackson conoce a JinYoung, sabe leerlo y le encanta, sabe que su corazón estaría latiendo muy fuerte al tener que enfrentar a Jaebum, también sabe que para sentirse un poco mejor y despistar la culpa se ofrecería para ayudarlo o estar atento y ansiaba que eso suceda, quería a toda costa que ambos avanzaran, quería que JinYoung por fin tuviera algo de acción, que se encendiera algo en él y que cueste apagalo, que se propague y vaya tomándolo para que cueste arrancar. 

Las horas avanzaron sin dar avisos, el grupo en ninguna ocasión miraron más de quince minutos sus celulares, se encontraban muy entretenidos conversando y consumiendo alcohol, los mantenían vivaces, despiertos y con energías, las risas, las miradas intensas, el coqueteo discreto , las caricias rápidas se atrevían a hacer presencia, a juguetear libremente sin descripciones. 

Nuevamente JinYoung se falló a sí mismo, el alcohol se apoderó de su mente porque el que se había apoderado de su cuerpo, ahora lo sujetaba de la cintura para ayudarlo a subir a un taxi para volver a su departamento, Jaebum cada vez se ganaba aún más una parte de él por no decir todo.

Entre balbuceos y sonrisas le agradeció pensando que se irían pero no, Jaebum dio la vuelta y se subió al auto sentándose a lado suyo indicando al conductor la dirección de su departamento, en ese momento un poco de su conciencia estaba volviendo. 

¿Cómo sabía dónde vivía?

Jackson.

Tan fácil como eso.

Ya su respiración empezaba a calmarse, ya empezaba a estar conciente de lo que estaba pasando y con ello la ansiedad picandole el cuerpo, ese viaje de 15 minutos no le alcanzaría para ordenar sus pensamientos.

Llegó al departamento sin ayuda, hizo pasar a Jaebum quién se mostraba curioso y calmado, intercambiaron unas cuantas palabras, Jaebum sonreía y algo en él se derretía.

-Si no te molesta, solo tengo una cama-.

-No creo que eso sea un problema-.

Empezó a ordenar pequeñas cosas que estaban sobre los muebles, papeles, cuadernos, alguna agenda, siguió por lavarse los dientes y cambiarse.

Ambos muchachos se encontraban en el cuarto, Jaebum disfrutaba de ver por la ventana la ciudad, mientras JinYoung buscaba alguna ropa para prestarle.

-Con un pantalón estoy bien, puedo dormir con la remera que tengo puesta-.

Cuando ya estaban cambiados, listos para compartir una cama, JinYoung debía hacer algo antes, dejar las cortinas corridas y la ventana abierta, al girarse creyó que estaba en un sueño, Jaebum estaba sin remera, dejando expuesto su torso, un torso estilizado, un abdomen sutilmente marcado, hombros y brazos fuertes, una piel lista para ser tocada, tuvo que caminar rápido para adentrarse entre las sábanas para escapar, un escape sin éxito.

Jaebum realmente disfrutaba de poder pasar este tiempo con JinYoung, estando en el bar tuvieron un buen momento hablando, compartiendo, riendo, conociéndose, JinYoung sin saberlo le daba los ánimos para avanzar, para no rendirse, estaba decidido a conquistarlo.

No imaginó compartir una noche con JinYoung tan rápido, luego de esto debe hacer una estampita con la cara de Jackson y rezarle todas las noches, Jackson no le fallaría le quedó más que claro, pero sabe que de ahora en adelante estaba en sus manos.