Toque de labios.

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Sus miradas no descansan, adoran apreciarse el uno al otro.

Sus labios se acarician delicadamente.

Un tacto frío que despierta cada vello de sus pieles.


Jaebum sin poder contener el aire sube los últimos tramos de escalera, está demasiado apurado como para haber esperado el ascensor, segundos antes de dar los toques a la puerta, respira todo lo que puede no quiere que su voz tiemble.

Al abrirse la puerta las miradas destellan, descubren la luz que los guía en la turbulencia del descubrimiento de sus sentimientos, que merodean y se quiebran al recordarse, el tocarse, al sentirse y se descubren.

-Perdón, no tuve que haberme ido, no supe cómo debía actuar al verte despertar porque en este momento deseo besarte y no puedo imaginar que hubiese provocado saber que vas a estar a mi lado al abrir los ojos, tuve miedo de sentir, de saber que puedo sentir y sé que no es justo que mis miedos recaigan en ...

Y las palabras fueron sanadas y acariciadas por los suaves y relajantes labios de JinYong, fueron minutos de estar envueltos por un cálido y reconfortante rayo de sol provocado por la persona comprensiva y agradecida que es JinYoung.

El también estaba lleno de miedos, de inseguridades que escalaban en su mente cuando debía dormir, estaba cansado de no poder sentir una pizca de calma, el realmente quiere compartir un poco de su vida con Jaebum, empezar con pequeños pasos, se siente seguro de querer y poder hacerlo, ambos tienen sus fallas, temen de dar pasos en falsos y tropezarse, pero al menos podrían tropezarse juntos y reírse de sí mismos, podrían completar sus piezas faltantes entre ellos y si no encastran no tendrían porqué sentirse mal porque sabrían que esas faltas son partes únicas de ellos, además demostrarían que no tienen que ser perfectos para ser capaces de compartir sus días.


Sus manos se encuentran en los días fríos.

Besos en las pestañas al despertar.

Caricias al despedirse.


JinYoung no supo más nada de tener que dejar las cortinas corridas, no supo de dar vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño, solo sabía de las suaves manos de Jaebum invitándolo a los brazos de morfeo, Jaebum se convirtió en ese dios mitológico, Jaebum es su morfeo.


Sus cuerpos ardían como el infierno.

Marcas de besos resplandecen al amanecer.

Cascadas de placer los inundan.

Y cuando la corriente se calma, ellos pueden nadar en la tranquilidad de sus sentimientos.


Las juntadas de los fines de semana nunca dejaron de ocurrir como tampoco  un Jackson jactándose de su obra como cupido y que si alguno de ellos quería de su ayuda él está dispuesto a convertirse nuevamente en el entrometido que es y sí, Jaebum terminó teniendo una estampita de Jackson pegada en la heladera para recordarse que después de todo sí recibió ayuda del cupido Jackson.


Fin.

Ay no sé me produce demasiada ternura  leer el final, espero que les guste y nuevamente me disculpo por haber tardado tanto, muchísimas gracias por leer.

Cuando las luces se apagan. BniorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora