~One Shots~

Brian May #2

+El Profesor+

-¡Scarlett! ¿Te digo de qué me enteré?- volteé a ver a Katie, ella tenía ese entusiasmo digno de un buen chisme, era algo a lo que no me podía resistir.

-Dime, ¿tiene que ver con tu adorado profesor May?- dije rodando los ojos, ese era su tema principal y favorito.

-Obvio sí. Terminó con su novia.-

No era un rumor que el profesor May era el más guapo de toda la preparatoria Churchill, era el nuevo maestro de Física, detestaba que enseñara la materia que más odio porque él era un tipo agradable y hasta gracioso. Todas mis amigas morían por él, no negaba que era demasiado atractivo y joven pero, a veces​, me ponía nerviosa, pero no como para pensar lo mismo que mis compañeras; "Ay me lo quiero comer completito", "quisiera saber si es verdad lo que dicen de los hombres altos", "le pediré que asesorías, a ver si consigo aunque sea, darle un oral"... Esas y miles de repugnantes cosas más que escuchaba a diario, al principio era divertido pero llegó un momento en el que ya me molestaba.

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-¡Señorita Parkinson!- dijo en voz alta, dejé de dibujar la cola de mi sirena, apreté los ojos y a regañadientes lo miré. -¿Cómo piensa aprobar si se la pasa dibujando, en lugar de prestar atención?-

-Disculpe, no volverá a suceder.- dije, a él no pareció satisfacerlo mi respuesta.

-Me aseguraré de eso. Mientras tanto, pase a resolver el problema de la pizarra, calcula la velocidad del auto.- sentenció, sentí palidecer y, aún con la cabeza baja, me levanté y me acomodé la falda, sintiendo la mirada del profesor sobre mí, eso me puso más nerviosa. Llegué a su lado y miré lo escrito en la pizarra, no entendía una mierda.

-¿Profesor, p-podría explicarme el p-procedimiento de n-nuevo?- moría de pena cuando dije eso, me sentía tonta, pero era más tonto no preguntar.

-¿Ven? Esto es lo que pasa cuando no atienden en clases.- dijo para todos, me había ofendido y tenía el ceño fruncido, él había hecho reír a mis compañeros, me miró y se puso serio, explicó de nuevo y ésta vez se me hizo mucho más fácil. Lo había entendido.

-¡Ah! Ya sé, ah es tan sencillo, ¡y la respuesta es 10 km/h! El auto viaja a 10km/h, ¡¿quién carajos conduce a 10 km/h?!- dije con un exceso de emoción, era tan fácil ésto de los despejes que podría hacer diez problemas más sin quejarme.

-¿Qué dijo? Su respuesta es correcta pero por insultar se ganó un día de castigo, se quedará después de clases.-

-¡¿Pero qué...?! Aahhgg, bien.- me senté en mi silla y no dejé de mirar al profesor May, estaba enojada, a él no le salió su intento de humillarme y se desquita castigándome. Es un imbécil.

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-¿Y cuál será mi castigo?- pregunté con fastidio cuando todos se habían ido ya, el maestro seguía leyendo su libro sobre dioses egipcios, me ignoraba. -¡Oiga! ¿Sabe que ignorar cuando le hablan es de mala educación?-

-¿Usted sabe que es de mala educación no poner atención a su maestro cuando está dando clases?- demonios. Me miraba fijamente, sonriendo de manera victoriosa. Idiota, deja de aturdirme.

-Touché. ¿Qué tengo que hacer? ¿planas, limpiar borradores, acomodar sillas?-

-No. Dime, ¿siempre dibujas así de bien?- él se levantó y se sentó en la silla contigua a la mía, mi dibujo aún estaba sobre mi paleta y lo miraba con atención. Yo estaba en shock.

-Aamm, sí eso creo.-

En lugar de ponerme un castigo, el profesor May se puso a platicar conmigo sobre mis dibujos, estaba tan halagada por sus cumplidos y él se miraba feliz de hablar con alguien de arte, dijo que le gustaba mucho las pinturas y amaba ir a museos. Sentía un fuerte impulso de abrazarlo, besarlo, tantas cosas que quería hacer justo ahora en su salón de clases, me resultaba​ excitante que nos pudieran cachar, no podía dejar de ver sus delgados labios, sus rizos rebeldes y, ¡Dios, esas manos!

Estaba de pie dibujando un ojo en la pizarra, le enseñaba a hacerlo ya que dijo que no le salía, le pedí que lo intentara también en el pizarrón y, muy a su pesar, aceptó, estaba tan apenado por hacerlo y moría de risa.

-En serio es muy malo, profesor.-

-Llámame Brian, pero en privado.- sonreí y asentí. Brian, sorpresivamente​, me tomó del cuello y estampó un beso en mis labios, colocó su mano en mi cintura para que yo no tenga escape, tampoco lo intentaría.

-¿Qué estás​ haciendo, Brian?- dije al separarme bruscamente de él, caí sentada en su escritorio y se acercó peligrosamente a mí.

-¿Cuándo fue que dejé de verte como lo que eres, mi alumna? Me gustas, Scarlett, y mucho. Te deseo y deseo tenerte ahora.- no supe en qué momento asentí, Brian se dirigió a la puerta y echó el cerrojo, ese simple sonido del seguro me dejó la piel chinita.

-No dirás algo sobre esto, ¿verdad?- pregunté nerviosa, mi reputación quedaría en ruinas si se supiera que me metí con el guapo profesor May.

-Sólo si aceptas salir conmigo uno de estos días.- sonrió, aceptaría sin dudarlo, justo ahora me sentía la chica más afortunada del mundo.

-Claro que sí.-

Eso fue lo último que dije pues lo tomé del cuello de la camisa y lo acerqué a mí, besándolo como si necesitara hacerlo, como si mi vida dependiera de ello, Brian hizo a un lado todo lo que estaba en el escritorio y me recostó en él, se llevó las manos a la cabeza y levanté mi falda con lentitud, abrí mis piernas y, como piezas de rompecabezas, Brian se metió entre ellas, las acarició y desabrochó mi blusa, exponiéndome ante él, le saqué la camisa y seguí besando sus deliciosos labios...

*Narra Brian*

Mi excusa para quedarme a solas con Scarlett funcionó, sabía que ella tenía mucho talento y me aterraba acercarme a platicar con ella, temía que pensara que era un tonto o un pervertido que quería acosarla. Lo de hoy fue mera suerte y no la desaprovecharía por nada, por instinto le dije que me gusta y creí que se asustaría pero no. Era mi maldito día de suerte.

Devoraba su precioso cuello mientras Scarlett clavaba sus uñas en mi espalda, eso me hacía saber que se moría por tenerme dentro de ella, fui descendiendo mis besos de su cuello hasta sus pechos, los junté para mordisquearlos, chuparlos y saciarme con ellos, seguí bajando y me detuve a la mitad de su vientre, la miré de soslayo y Scarlett tenía los ojos cerrados, mordía su labio inferior, disfrutaba el momento. Scarlett Parkinson gimió cuando besé sobre su ropa interior su monte de Venus, quizás anticipaba lo que vendría, aspiré hondo y su aroma a mujer me estaba volviendo loco, le quité las pantis y pasé mi lengua a lo largo de su feminidad, ella volvió a gemir, la miré de nuevo y noté sus pezones endurecerse, seguí mirándola mientras lamía y saboreaba su vagina, su mano rozó su boca y lentamente la bajaba hasta su seno derecho y de ahí hasta mi mano que sujetaba su muslo, la tomé entrelazando nuestros dedos, luego, ella liberó su mano de mi agarre y la llevó a mi cabeza, jugando con mis rizos.

-B-Brian por favor, te quiero dentro de mí... Ya-a.- gimió. Y como si fuera un robot, me levanté y me saqué los pantalones.

-Esto te gustará.- sonreí y la vi sonrojarse.

Me metí entre sus piernas y tomé sus manos para juntarlas sobre su cabeza, las mantuve juntas con una sóla mano, así podría manipular mi miembro e introducirlo. De manera lenta, fui clavándome en su cavidad, Scarlett gimió fuerte y la callé con un beso, me movía despacio para no lastimarla...

(*)

-Tendrá que castigarme más seguido, profesor.- dijo de forma pícara mientras se acomodaba la blusa.

-Usted tiene que seguir portándose mal para que yo la castigue, señorita Parkinson.- reí y me acerqué a acariciar su rostro, ella miraba mi pecho desnudo debajo de mi camisa abierta.

-¿Entonces te veré el viernes?-

-Pasaré por ti a las 8 p.m., hermosa Scarlett.-

Como cuando tienes un destello de inspiración y lo escribes en un sólo día... Es que el pinshi Brian May me pone muy mal, así mal pedo.

Espero os guste. Los próximos Shots serán creo que con Axl Rose y otro con Sirius Black. Sí cabronas, hasta meteré al Universo de Harry Potter a mis Shots 7u7