Día 169 Del calendario Azul. 300 días para el eclipse de "Bastallama"
Puerto de Karr. 9:12 PM
Eran ya tarde, pero los barcos pesqueros y cargueros apenas estaban llegando desde NotreDame, la noche es muy fría por estos lados es por eso que tengo que llevar dos abrigos de lana hechos por las costureras de Dermitria, se sentían tan suaves y Muy calientes.
Dos Cargoneros muy fuertes esperan en la orilla del muelle mientras yo tengo que vigilarlos, pues últimamente han habido muchos robos y desapariciones de cargas muy costosas, por suerte mi compañía es mucho mas inteligente que los medios que producen tan absurda noticia. Un barco estaba llegando del gran mar que separa Karr de NotreDame, era un pequeño barco de telas preciosas, yo tengo que estar presente para hablar con los navegantes y un representante que siempre se aseguraba de que la mercancía llegara a a las manos correctas. Claro, yo no era esas manos sino los comerciantes que compraron la carga.Me acerque con lentitud hacia el barco portando conmigo los papeles que aseguraban la carga, por cada de estos me daban unos 200 Ratones de bronce, con frialdad salude a los cargoneros que apenas ganaban 20 Ratones de bronce por peso cargado. Mantengo una mirada fría para demostrar mi cargo, el barco se acerco mas y mas. El aire empezaba a moverse violentamente, doy un suspiro impaciente.
El representante se baja del pequeño barco que apenas y estaba llegando al muelle, Es un hombre alto, sus ojos me llaman la atención son verdes, va vestido con un pantalón de seda, unas sandalias que tapan sus dedos en los pies, usa guantes de cuero negro (Es muy disgustante), no puedo distinguir su pelo ya que la oscuridad de la noche no lo permite.
Se acerca a mi y, con sus ojos verdes, me mira impasible.
—usted es Dalfin?—pregunta en voz baja.
—Si, usted debe ser el Balnireo Clyde, cierto?—digo manteniendo mi postura.
El asiente.
Yo le tiendo los papeles, los cuales el agarra.
—firme los dos primeros y los dos últimos.—digo con paciencia.
Los firmo con firmeza y con velocidad, luego me los devolvió, podía leer un lenguaje común en sus firmas.
—Bajenlos!!—grite.
Los cargoneros se subieron al barco y empezaron a bajar saco por saco.
Pero... "Ssshh"
Oí un pequeño silencio aterrador proveniente de los almacenes, la curiosidad come mi cabeza y pienso en dirigirme hacia ahí, pero tengo que quedarme aquí viendo a las cargas llegar a salvo. Pero seguí sintiendo la necesidad de dirigirme hacia los almacenes, durante todo el rato la necesidad de ir se me hacia mas grande como que algo me este atrayendo hacia ese lugar , tengo mucho miedo pero necesito calmarme y esperar para volver a mi hogar.
—Señor Dalfin, debería tomarse un descanso — dice el señor Clyde que estaba a mi lado.
Sin darme cuenta, estaba sudando demasiado y el debió darse cuenta.
—No lo creó necesario, Señor Clyde.—respondo cauteloso.
Su pelo es gris e incluso se podría decir que es mayor que yo.
—Insisto, Señor Dalfin.—responde dando unos cuantos movimientos a su pañuelo que recién saco.
Asiento con la cabeza y con paso lento me alejo de este muelle, trato de no pensar en ese horripilante silencio que me llama desde estos almacenes.
Los almacenes son grandes y espaciosos, he estado en estos lugares por lo menos una vez pero creo que sera innecesario seguir dando vueltas por lo almacenes sabiendo que puede que haya algún ladrón o algo.... No lo creó.Misteriosamente las lámparas que iluminan los almanaques dentro del almacén #6 están apagadas, recuerdo hace 2 horas haberlas encendido, y cerrar el almacén con llave pero esta abierto y las luces apagadas. Camino por las cajas de provisiones que habían dejado, provenientes de Dermitria, aquí. Cojo una lámpara de fuego negro y sigo buscando, "Ssshh"
Estoy sudando en exceso, ni siquiera sé por que estoy aquí, pero algo me llama, algo no deja moverme, algo me congeló los pies, algo me dejo afónico.
—Mervuzz ramentes Emiptos....
Sus malditos ojos, !esta frente a mi!, es grande, es oscuro, es... Es.
—Merrutza limpiros, Dalfin Hubbers.
No se que esta diciendo pero dijo mi nombre, !dijo mi nombre!
Trato de correr pero no puedo, sus ojos verdes que incluso en la oscuridad puedo ver sin dificultad, están dirigidos a mi.
¿que Bastardos es eso?
Siento como si quiera algo de mi, siento como se acerca mas a mí.
—Dalfin Hubbers.
Mi nombre, lo nombra sin significado aparente. Pero me asusta, me asusta morir ahora...
—Habla, Dalfin Hubbers.
Oí eso, hablo, hablo en nuestro idioma.
—Co-como sabes mi nombre?
Se acerca, mas y mas.
—Zaratzus Bierlis, Soy de Barritzia y vengó por información.
!habla! Es una voz ahogada, como si no fuera él el que hablara.
—I-información? S-sobre que?
El se acercó lo suficiente como para dejar ver su cuerpo a la luz de la luna.
No miro orejas ni nada mas que una boca, ojos y algo parecido a una barba en su cara.
—Marzas da mertez, Dalfin Hubberts iz Mertez.
Su enormes brazos se alzaron, hacia la luz de la luna... Garras enormes salen de sus manos huesudas.
!Dioses ayudenme!
Rapidez y sobriedad.
—Aaaah!!
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El Bastardo De NotreDame {Borrador}
FantasyInspirado en: Canción de hielo y fuego de George R. R. Martín. la historia se centra en NotreDame, el país maravilloso de torres y luces brillantes, El rey Mikka Wrondell es un gran regente del País. pero, él al igual que los otros reyes es poseedor...