Un nuevo mundo desconocido:

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Erick había tenido una pésima noche. Nunca en su vida había creído que él, el chico rellenito y friki, iba a rechazar a una modelo de Vogue. Pero el creía que alguien más iba a ocupar el centro de su vida. Pero aún no la conocía. 

Se despertó temprano, y fue directo a la cocina dónde su madre estaba haciéndo el desayuno, ella salía todas las mañanas a trabajar, y su hermano Gerard Lewis salía a ensayar con su banda.

-Wow, hijo que temprano verte -saludó su madre mientras comía un pote de cereales con yogurt. Estaba en el sillón viendo las noticias con una sudadera. Ella trabajaba en una compañía deportiva.

-si lo sé es que no pude dormir...-susurró el sentándose al lado de su querida madre. La resultaba extraños que desde hace 2 años que su padre se fué ella se lo tomó a la ligera y se veía más feliz que nunca.

-Se nota que no dormiste nada bien, ¿vendrán los chicos hoy? -Preguntó mientras se hacía una cola de caballo con su cabello ondulado.

-No...no creo -aseguró, no quería ver a nadie que conociera. En eso tocan el timbre. Que extraño que alguien a las 8:00 am, los visitara.

Abrió la puerta con la esperanza de que no fuera ninguno de sus amigos preguntado sobre lo que pasó. Y no lo era, sólo era el mejor amigo de Gerard, Kyle. Ellos dos estaban en una banda llamada "Suicidal Boys" y tocaban metal. 

-Hola amigo -saludó Kyle a Erick, ellos dos se llevaban muy bien. Vanessa había estado un tiempo loca por Kyle, ya que era irresistiblemente guapo. Tenía el cabello rizado, era alto y tenía unos biceps que te morias. Al igual que Gerard, sólo que el, tenía el cabello lasio igual que Erick y unos ojos verdes, la diferencias eran que Gerard si tenían biceps, y era de contextura delgada y fina.

Gerard salió de su habitación con una camiseta de Iron maiden y se saludaron de su manera especial. Como siempre Gerard tenía una cara de drogado, al igual que Erick eran extremadamente despreocupados.

-Oye hermano -le dijo Gerard a Erick, este dio la vuelta.

-¿Si? -preguntó, lo único que quería era ir a dar una vuelta para ver si conocía a alguien nuevo.

-Estabamos pensando con los demás del grupo...necesitamos a un baterista -sugirió Kyle con una sonrisa .- Holden y todos nosotros peleamos con él...y bueno queremos que tu estes con nosotros..¿Puedes?

Erick quedó paralizado. Su sueños desde hace 2 años había sido estar en la banda de su hermano, pues ninguno de sus amigos escuchaban metal ni tocaban instrumentos. Los amigos y su hermano eran los únicos.

-Por supuesto ¿cuando empezamos? -preguntó entusiasmado. 

-Ahora, ¿vienes? -Erick asintió con la cabeza de inmediato. Siempre había sentido curiosidad para saber dónde ensayaban, pues ahora lo iba a averiguar.

Mientras iban de camino en el auto de Kyle. Erick pudo ver una gigante casa, como de los millonarios, incluso más grande que las de Justin. 

Pararon y vió que los otros chicos; Austin y Kurt, salieron. Como siempre con poca ropa. Erick por un minuto no le importó ser gordo, estar en la banda era lo mejor que le había pasado. Gerard le sonreía, ellos se llevaban muy bien. Su hermano sólo tenía esta banda, habían logrado tener un mánager, les costó pero de aquí a unos meses iban a ser un poco más conocidos.

Gerard, no iba a la universidad, la Sra. Lewis había estado enojada con él cuando neste decidió dedicarse a la banda. Pero después de que se enteró de que consiguieron un mánager, ella estaba orgullosa de que fuera músico. El sólo tenía 19 años y Erick 15, no era tanta diferencia de edad.

No eres tú, soy yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora