Es la hora de las confesiones:

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David estaba sentado en el sofá de la casa de Justin mientras su amigo estaba tomando una cerveza Corona, el empezó a ver su teléfono. Empezó a ver todas las conversaciones que tuvo con su antiguo amor de séptimo grado, cada vez que la extrañaba leía esas conversaciones, ella era la chica que más había querido en el mundo, pero actúo de una manera tan estúpida que ella no tuvo otra opción que votarlo. Dejó caer su teléfono en su regazo y empezó a peinarse con los dedos su cabello oscuro, estaba algo largo, por lo menos medía 5 cm.

Justin estaba algo mareado, y eso que aún no empezaba la reunión. Se acercó a David, tenía el aliento pasado a alcohol. Lo quedó mirando con cara drogada.

-Tengo que confesarte algo -dijo peinándo su cabello rubio natural entre sus dedos, David lo miraba un poco incómodo y empezó a correrse de su puesto lentamente.

-¿Si....? -dijo levantando su barbilla, por un momento se le pasó por su cabeza que tal vez Justin era gay, pero ¿Justin Serratos? ¿el chico que todas perseguian?

-hoy día me voy a comer a una de ellas -susurró mirándolo fijamente con sus ojos azules, los de David eran un color café oscuro y cuando lo mirabas te quedabas hipnotizado viéndolos.

-¿A qué te refieres? -preguntó David frunciendo en ceño y cambió su vista hacia la mesa del frente, tenía varias cervezas y un juego de ajedrez pequeño en una esquina por si alguien quería jugar.

-Yo...estoy interesada en una chica de nuestro grupo desde hace unas semanas -susurró un poco serio y quitó su vista hacia dónde David estaba mirándo hace un rato.

-¿Quién? -preguntó rápidamente. Justin lo miró por unos segundos y abrió lentamente la boca pero justo les interrumpió el sonido irritante de su timbre. Se levantaron un poco confundidos y abrieron la puerta. Los chicos entraron bruscamente y los saludaron a besos. Los único que no se miraron fueron Donna y David que habían tenido una descusión hace unos días y aún no se hablaban, era como una relación parecida a la de Blair Waldorf y Dan Humphrey de Gossip Girl.

-creo que alguien ya tomó -dijo entre risas Vanessa mientras observaba a Justin, Lauren y Erick se sentaron de inmediato en el sofá y Donna y Justin los siguieron.

-¡Chicos! -gritó Donna con un aplauso, todos la miraron asombrados, pues Donna, tenía ese talento mágico de tener buenas ideas de inmediato.- ¿Tengo una idea, porque no jugamos a ese juego de...?¿.como se llamaba? -empezó a ponerse un dedo entre sus labios llenos de brillo rosado.- ¡la botella! 

-¡Si! -gritó Justin y los demás se miraron un poco incómodos y arrugando su nariz.

-no cuenten conmigo -dijo Lauren que era un poco aburrida en ese tipo de cosas.

-yo si quiero -dijo Stefanie levantándose de hombros, se sentó en el piso y sacó una cerveza vacía de la mesa, la puso en el piso y Justin y Donna se sentaron a sus lados.

-bueno...-dijo Nick levantándose de hombros al igual que David. Vanessa, Lauren y Erick se rindieron y se sentaron.

-Que más da -susurró Vanessa al lado de Erick.-¡Chicos!, ¿Porqué no hacemos eso de la habitación oscura? -preguntó con los ojos abiertos como platos.

-Explicate -sugirió Lauren con una mirada seria y con la barbilla levantada.

-mira, nos turnamos, giramos la botella, y con quién te sale, tienes que encerrarte en un...¿armario? -Donna y Justin asintieron de inmediato, seguido por Stefanie .

-y...¿Quién es el primero? -preguntó Erick, los demás se miraron desesperados.

-¡Yo! -gritó David levantándo su mano, después de eso vino Vanessa, Erick, Donna, Stefanie, Nick, Lauren y Justin fué el más lento ya que estaba mirándo la botella y sólo dijo "yo" sin ganas.

No eres tú, soy yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora