AMOR SOBRE HIELO

TRES AÑOS DESPUES

AMOR SOBRE HIELO

Capitulo dos: Tres años después

Se despertó de pronto por la mañana. Al abrir los ojos vio que aún estaba un poco oscuro, encendió la lámpara sobre su mesa de noche y notó que a su alrededor todo estaba inmóvil: trofeos, afiches, libros, muñecas…. Todos estaban allí, observándola aun bajo las sabanas de la noche (NA: que poética ja xD), sus únicos compañeros cada amanecer.

Miró por mucho rato el techo de su habitación, había algo que la mantenía perturbada últimamente pero aún no lograba descubrir que era ese algo.

Se puso de pié y se dirigió al cuarto de baño, debía darse prisa o llegaría tarde una vez más a la practica.

¿Practica de que?

De patinaje, por supuesto, patinaje artístico sobre hielo para ser exactos, nunca había dejado de practicarlo ni pensaba en hacerlo y ahora gracias a todos estos años de esfuerzo se estaba convirtiendo en toda una profesional.

Luego de darse un baño caliente se dirigió a la cocina por su desayuno, a pesar de ya no vivir en la federación aún compartía un pequeño y lujoso apartamento con su prima y mejor amiga Tomoyo, sopor que lo necesitaran, sino por que simplemente Sakura no soportaba la idea de vivir sola. Esa mañana Tomoyo no se encontraba en el apartamento, de seguro estaría entrenando gimnasia o había pasado la noche en casa de su novio. Sakura no tenía ningún problema con eso, si eso hacía feliz a Tomoyo todo estaba perfecto.

Luego de tomar el desayuno Sakura se dirigió a su computadora, aún tenía tiempo de conversar vía online con su novio Cedric, quien por cierto era además su entrenador.

El verano anterior había iniciado una relación con él y sí, estaba más que consiente de lo poco ética y difícil que podía resultar dicha relación, pero la verdad no le importaba mucho eso.

Ahora estaba en vacaciones de invierno y recién el día anterior había presentado su último examen de ese semestre, estudiaba relaciones internacionales al igual que Tomoyo.

Se sentó frente a su laptop, y allí estaba él, Cedric, en línea, él se encontraba en Japón, la tierra natal de Sakura en donde se realizaría la competencia en la que Sakura haría su gran debut como solista.

- ¡Rayos! ¡Tu belleza Duele! – exclamó él al verla por la Web cam, pero el no mentía en absoluto, Sakura seguía poseyendo aquel largo cabello castaño que se tornaba rubio con algunos destellos de sol, su bien torneada y delicada figura y ese par de ojos que brillaban como esmeralda.

Sakura sonrió, algunas veces, cuando Cedric hablaba, se deslizaban las palabras de tal modo que podía hacerla creer que era la única mujer sobre la faz de la tierra para él.

- Basta Cedric – tecleó ella sonriendo – eres un exagerado

- Claro que no, y lo sabes, solo digo la verdad ¿has practicado?

- aún no, me reuniré con Erial en una hora más o menos

- Más vale que te prepares… tu debut en en solo dos semanas

Como entrenador y coreógrafo Cedric era el mejor, inteligente, maduro, guapo y de buena posición social, pero le faltaban y sobraban cosas para que ella llegara a enamorarse loca y apasionadamente de él, lo quería, claro que sí, pero no lo amaba.