OCÚLTATE

CAPÍTULO 5

SHAKURA

Me desperté a causa de un sonido extraño, asustada, me toque el cuello varias veces, esperando no encontrarme sangre en el. Suspire de alivio al notar que no me habían  mordido.

Pero mi felicidad acabo cuando, en la cama se hallaba Laito, el cual me miraba con demasiado interés.

_Hola Bitch-Chan-dijo con una sonrisa maliciosa- Te ves muy sexi con  la bata-dijo este acercándose a mi.

De repente me levante de la cama y salí corriendo hasta la esquina de la pared que estaba enfrente de mi.

En un reflejo me senté en el suelo y me puse la rodilla en el pecho intentando protegerme.

Pero solo logre que este se riera de mi. Cuando este se acerco donde yo estaba con aire amenazante, me cubrí el cuello con mis manos.

_Y emites un delicioso aroma, ¿estas tratando de llegar a mi Bitch-chan-dijo este acercándose a mi.

_Déjame en paz o juro que te matare-dije fingiendo seguridad.

Mis palabras no surgían efecto en él, me hacía sentir débil, como si no sirviera para protegerme.

De repente lo vi que se acercaba a mi con demasiado sigilo, en un acto reflejo, cerré los ojos, esperando a que todo acabara de una vez.

Note como sus afilados colmillos estaban escasos centímetros de mi cuello.

<<Este es mi final>>pensé.

Pero una voz que resonó en la habitación, hizo que el hijo de puta, chupa sangre, se separara de mi.

Al fin pude respirar en paz, pensando que seria alguna de mis hermanas. Pero cuando vi la figura de Reiji, no hizo que me sintiera más relajada, al contrario estaba nerviosa al tener dos vampiros enfrente de mi con sed de sangre.

_ Van a llegar tarde-dijo Reiji alzando la cabeza mirando a ambos hermanos.

<<¿A donde vamos a llegar tarde?>>pensé para mis adentros.

_Ya no me puedo divertir-dijo Laito alejándose de mi, solté todo el aire contenido.

Pero sin poder evitarlo, y aun pareciendo una suicida, me encare a Laito y le mire  fijamente a sus ojos.

_Si te quieres divertir, te compras una muñeca hinchable-dije con una sonrisa, pero cuando enseño sus diente me calle de inmediato.

Me percate, de que Reiji, llevaba una especie de uniforme en las manos, sin entender nada, mire a todos lados esperando a que me dijeran que diablos era esa ropa. Pero la estridente voz de Misa hizo que todas mis preguntas se desvanecieran.

_¡ME NIEGO A IR AUN INSTITUTO LLENO DE VAMPIROS CON SED DE SANGRE, LO SIENTO POR TENERLE APRECIO A MI CUELLO Y A MI VIDA, Y ENCIMA DE TODO ME NIEGO A LLEVAR UNA MALDITA FALDA!-dijo dando un portazo.

Una voz furiosa, empezó a gritar y a aporrea la puerta como si su vida le fuera en ello.

_¡Abre la puerta  a tu amo!-en pocos segundo supe que era Ayato.

_¡Antes me corto cada parte de mi cuerpo y se lo doy a los lobos para que se los coma, a ser algo tuyo!-dijo mi hermana abriendo la puerta y cerrándola de golpe.

Vi como Reiji se subió las gafas con aire cansado, como si todo esto le molestara, cuando sus ojos se clavaron en mi, vi el odio que reflejaba en ellos, era tan intenso, que tuve que apartarla porque tenia la sensación de que me quemaba como el infierno.

_Que maleducadas sois, que poca consideración por vuestros protectores-dijo en un suspiro, abrí la boca indignada.

_¿Perdona? ¿Nosotras maleducadas?  ¿O vosotros que os acercáis a los cuellos ajenos de personas que desconocéis? ¿Protectores? ¡Pero si os queréis alimentar de nosotras! -dije intentando marcarme un punto, este bufo-Ponte el maldito uniforme, no vamos a estar esperándote toda la vida-dijo este poniendo el traje encima de la cama.