Fame ➳ J.B

Capitulo 14

Taylor movió sus caderas sensualmente elevando sus manos y cerró los ojos dejándose llevar por la música, bebió de la botella de whisky recordando cuando Justin solía tomar junto a ella y cantó por sobre la música.

—I'm all the way up... Justin no me puede parar —gritó.

Gigi junto Kendall y algunas personas que bailaban a su alrededor la escucharon y no pudieron evitar reír.

Kendall comenzó a hacer un twerk de rodillas en el piso y Gigi comenzó a grabarla mientras reía con fuerza. Taylor se sentó en la espalda de Kendall y comenzó a mover la botella en el aire, como si estuviera cabalgando.

—¡Dale Dale Vaquero! —gritó la morena rompiendo en carcajadas.

—¡Me duele la espalda! —Kendall gritó por sobre la música para que Taylor bajara de su espalda.

—Están locas —Gigi subió el video a su Instagram y guardó su teléfono.

Neels llegó al lado de las chicas y abrazó a Taylor por la cintura, comenzando a moverse de lado a lado.

—¡Vamos a bailar! —pidió.

—Esta bien —Taylor respondió.

Kendall y Gigi se dieron una mirada rápidamente y a los segundos se se alejaron. Ellas habían notado hace algún tiempo el raro comportamiento que había comenzado Neels al estar con Taylor.

Todos eran amigos desde hace más de un año, todos se conocían y compartían casi a diario, exactamente porque todos pertenecían al mundo de la moda y les tocaba trabajar la mayor parte del tiempo juntos; siempre todo había sido diversión y risas entre ellos, además de la confianza que habían formado; pero nunca habían visto a Neels comportarse de esa forma con Taylor, tampoco era como si pudiera porque Taylor era novia de Justin, pero desde que Taylor estaba soltera todos habían notado el gran cambio en la actitud de Neels al estar con ella.

Kendall se encontró con su hermana y algunas otras amigas, y Gigi por su parte se fue a bailar también con su hermana y con varias modelos más.

Comenzó a sonar Big Sean por todo el club y el olor a marihuana comenzó a fastidiar a Taylor.

—¿Estás borracha? —Neels preguntó acercándose peligrosamente a la morena.

—Solo me molesta el olor —respondió algo indignada—. Yo nunca me emborracho.

—Lo sé —rió el rubio—. Solo estaba bromeando.