Capítulo 34.

50 2 0
                                    

Ya habían pasado semanas desde la última vez que vino Jos a querer hablar conmigo. Hasta ahorita no e sabido nada de él.
Estaba escuchando música, mientras jugaba una partida de fútbol en la consola. Escuche que tocaron la puerta, me levanté, pause la música y abrí. Era Jos, esta vez sí lo dejaría hablar.

Jos: Alonso, ¿puedo pasar?
Alonso: Adelante. –Contesté seguro de mi decisión.
Jos: Necesito hablar contigo.
Alonso: Adelante, te escuchó. –me cruce de brazos.
Jos: Mira, te explicare lo que paso en casa de Sophia.
Alonso: Jos...
Jos: Déjame hablar. –interrumpió.– Ella me hablo con el pretexto de que le ayudará a escoger un regalo para tí...

Me contó todo lo que paso, al terminar mi cara era de seriedad.

Alonso: No se que decirte.
Jos: Perdón, lo lamento en verdad.
Alonso: No. –me miro asustado.– perdóname tú a mí por ser tan idiota.
Jos: No tengo nada que perdonarte, amigo.
Alonso: Lo que no entiendo es, por que sí te trate tan mal, te golpeé, volviste a pedirme perdón.
Jos: Por que eso hacen los amigos, los amigos siempre se perdonan y siguen juntos a pesar de todo.

Ambos sonreímos y nos dimos un fuerte abrazo. Bajamos a la sala y ahí estaba mamá.

Mamá: ¿Ya son amigos de nuevo?
Jos: Sí, ya lo somos de nuevo.
Mamá: Bueno, vengan a comer.

Fuimos al comedor y nos sentamos, mamá  nos sirvió y empezamos a comer.

(...)

Estábamos en mi cuarto, jugando en la consola, cuando Jos hablo.

Jos: Vamos al rato a una fiesta, irán los chicos.
Alonso: No lo sé. -hice una mueca.
Jos: Anda, vamos.
Alonso: De acuerdo.
Jos: Bueno, vengo a las 9:00pm para irnos, ahora me tengo que ir. –se levantó y fue a la puerta.– te veo al rato. –salió.

(...)

Salí de bañarme, me vestí y arregle. Eran las 8:40pm, tome mi celular, dinero y lo necesario. Salí de mi cuarto y bajé. Mamá estaba sentada viendo televisión.

Mamá: ¿A donde vas? –Pregunto poniéndose de pie y volteando a verme.
Alonso: A una fiesta con Jos.
Mamá: Bueno, ve con cuidado y ya sabes, si manejas no tomes mucho.
Alonso: De acuerdo. –sonreí. Tocaron el timbre.– llego Jos, nos vemos más tarde. –deje un beso en su frente y fui a la puerta.

Abrí y salí, subimos al auto y conduje hasta la fiesta. Llegamos, me estacione y bajamos. Afuera estaban los chicos, los saludamos y entramos. Fuimos por unas bebidas. Jos y los chicos empezaron a bailar, habían unas chavas, muy bonitas, se acercaron y las invitaron a bailar. Yo me quedé platicando con una de ellas, ya que no me gusta bailar y creó que a ella tampoco.

Después de un rato, ya estaban pasados de copas, los únicos consientes eramos Alan y yo. Por otro lado, Jos se estaba besando con una chava, la misma que saco a bailar.

(...)

Ya era tarde, busqué a Jos, quien estaba bailando, ahora con una chava diferente. Me acerqué y toque su hombro. Él volteó y lo jalé.

Alonso: Vámonos Jos, es hora de irnos. 
Jos: ¿que hora es? –pregunto tambaleándose.
Alonso: Las 4 de la mañana.

Ya no dijo nada, como pude lo lleve al auto, me despedí de Alan, el único consiente y subí.
En el camino, Jos iba diciendo cosas sin sentido. Llegamos a casa y estacione el auto. Baje a Jos y entre a casa. Y Jos no paraba de hablar idioteces. De pronto, la lámpara de la sala se encendió.

Mamá: ¿por que a esta hora?
Alonso: Perdón, a Jos se le pasaron las copas.
Mamá: Ve como viene. Llévalo a dormir.

Asentí y subí con él. Cargando lo metí a mi cuarto y lo aventé en la cama.

Jos: Alonso, Alonso ven. –me hizo señas de que fuera. 
Alonso: ¿que paso? –me acerqué. Apestaba a alcohol.
Jos: ¿Te digo algo?
Alonso: Dime.
Jos: Mira. –puso su brazo encima de mi hombro derecho, tipo abrazándome.– tú eres mi mejor amigo, ¿lo sabes no? –asentí.– Hey, te estoy hablando.
Alonso: Te estoy escuchando.
Jos: Cuando teníamos 8 años, cuando nos conocimos, supe sus tú nunca me ibas a traicionar, siempre ibas a estar conmigo, desgraciadamente, tuviste que irte, me dejaste por 7 años, 7 años Alonso, y ahora que regresaste, no quiero que vuelvas a irte, siempre contaras conmigo, quien te quiera golpear, tendrá que golpearme a mí primero, antes de tocarte a tí. Eres mi herma, hijo de otra madre, pero mi hermano, te quiero mucho baboso. –beso mi frente. Yo me limpié.– Cuando te cases quiero muchos sobrinos, he.
Alonso: Sí Jos, lo sé, tú también eres mi mejor amigos. Vamos, duerme ya.

Me levante y lo recosté en la cama. Lo tape, yo tome unas almohadas y busque una cobija  para taparme, dormiría en el sofá que está en mi cuarto, me puse la pijama y me acosté.

"Mejores amigos."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora