"Se solicita barista"

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El hecho de que el restaurant familiar tuviera éxito hizo que mi padre decidiera extender algunos conceptos que eran manejados por nosotros, y aunque me opuse al principio, aprender una técnica tan...desconocida para mí me hizo recordar mis años de universidad y... francamente vivía algo frustrado por ello.

El que papá ahora quisiera introducirse en el negocio del café daría al restaurant un nivel más en cuanto al servicio, pero siendo honestos, ninguno de los tres era experto y teníamos cosas más importantes que hacer que preparar un buen Capuchino a aquellos que ocasionalmente lo pedían.

No digo que no me agrade aprender algo nuevo, pero entre el emplatado y los postres ya tenía suficiente trabajo, aún más cuando los comensales aumentaban día con día.

Algunos de mis amigos de Universidad iban a visitarnos, fue en una de esas reuniones en las que el pastel era el protagonista, que conocí, gracias a SeHun, al que sería nuestro salvador.

Era un chico bastante más alto que yo, lucia una sonrisa casi psicópata y era más parlanchin que el loro de mi abuela...pero según SeHun y Xiumin, preparaba un café exquisito.

Comencé a platicar más con él ya entrada la noche, me comentó que en realidad, pese a su carrera en informática, el canto y la actuación eran lo que en realidad le gustaba.
Aprendió la técnica barista para poder subsistir y pagarse los cursos de actuación.

Ahora estaba pensando en ingresar a un curso de doblaje y necesitaba dinero para ello, fue ahí donde yo entré.

Le propuse un empleo fijo o semifijo en el restaurant, a cambio tendría una buena paga, desayuno, comida y cena, los postres que deseara y en caso de que fuera necesario un lugar para dormir...lo último lo ofrecí, claro está, sin el consentimiento de mis padres.

El me miró por lo que fueron unos eternos dos minutos sin mencionar palabra para después abrazarme de una forma casi asfixiante causando que todos nos miraran con confusión y un toque de picardía por parte de JongDae, el novio de Xiumin.

El me agradeció la oportunidad de un lugar donde dormir, puesto que lo que ganaba no alcanzaba más que para alimentos y vivienda, así que ahora, con eso podría estar mejor.

Yo solo asentí con una sonrisa pensando en el regaño de mi padre y el jalón de orejas que me daría mi madre por invitar extraños a la casa.

Nos despedimos con el acuerdo que yo pasaría por él, el lunes, en Volvo de mi padre para que pudiera mudarse y así empezar su primer turno en el restaurant, aprovechando antes presentarle a quienes serían sus otros jefes.

Resultó que, las madres como la mía, regañan a un hijo más por llegar, levemente borracho a casa, que por llevar a vivir a un desconocido.
Pues mi hermosa madre acepto de inmediato tener un inquilino con habilidades culinarias y artísticas, argumentando que siempre quiso tener un hijo cantante en casa.

¿Era enserio?

Después de todo eso, me hizo limpiar y preparar adecuadamente la habitación libre que teníamos para nuestro inquilino, a pesar de que aún tenía alcohol en mi sistema y un sueño terrible, porque "¿Quien te manda KyungSoo eh? ¿Quien te manda?"

Acepto que fue divertido limpiar aquella pieza, recordar algunos momentos que pasamos y ver de nuevo todos aquellos diplomas de los que era dueño en la escuela.

Tanto mi madre como yo terminamos agotados, quedandonos dormidos en medio de un reguero de fotos en la sala, siendo sorprendidos por mi padre cuando llegó de su viaje.

El con toda la ternura del mundo levanto a mi madre del sofá con un beso en la frente ayudandole a ir a su habitación, mientras que a mí...bueno, debo agradecer que me acomodo mejor en el sillón.

Desperté un poco desorientado con el olor a huevos con tocino recién cocinados, me levanté del sofá observando como ya todo Lucia ordenado y camine hacia el comedor saludando a mis padres como todas las mañanas.

Desayuné tranquilo y disfrutamos ese domingo como hace mucho, viendo películas y comiendo pizza y palomitas, en medio de una charla amena.

Pronto fue lunes y mientras mis padres abrían el negocio en compañía de Kai, el nieto de la señora Kim quién me cuidaba en mi infancia, yo fui en el Volvo de mi padre hacia la dirección que con mucho trabajo logré sacarle a Chanyeol, el nuevo barista e inquilino.

Me estacione casi con miedo al notar el tipo de zona donde vivía, digo...no soy rico, pero incluso un auto tan...clásico como el de mi padre corría peligro en este barrio.

Toque el claxon un par de veces rezando por no enfadara a ningún vecino y fue hasta la quinta ocasión que observé a un gigante bajar torpemente con aproximadamente seis maletas encima.

Sonreí enternecido.

Bajé del auto para abrir rápido la cajuela y luego corrí hacia él para tomar dos valijas pequeñas dándonos una sonrisa mutua por aquella acción, llevamos todo al auto y el de nuevo subió las escaleras hacia la puerta donde había salido, solo quedándose parado sin entrar.

Mi curiosidad pudo más y acomodando bien el espejo lateral del auto pude observar a una mujer bastante mayor abrazando al auto, diciéndole algunas cosas y luego despidiendose de él con un beso en la frente, para lo que Chanyeol se hinco prácticamente frente a ella.

Ya con las debidas despedidas mi corazón pudo más y bajé del auto con una pequeña caja con el logo del restaurant y me acerque a ambos, sonriendo a la mujer le entregué el paquete deseándole buen provecho...creo que ella lo disfrutaria más que yo.

Ambos subimos al auto y partimos a casa, el miró asombrado el lugar y solo me límite a sonreír ante su actitud de niño pequeño, bajamos la cosas al llegar y mi madre lo recibió con un enorme desayuno que el disfruto en medio de halagos hacia ella, diciendo que nunca comió nada igual.

Ya todos listos entramos y dimos la oficial apertura al café Do, donde Chanyeol sería el encargado y yo sería su apoyo con lo poco que aprendí sobre ello.

Nuestro primer cliente fue JongIn o Kai como todos lo conocen, quien más que nada fue a rectificar quien era el chico nuevo y si me había coqueteado, a lo que yo respondi con una tierna sonrisa y casi un cuarto de sal en su moka.

Pequeño Moscoso.

...

Los días transcurrían y aúnque no quisiera decirlo Chanyeol se convirtió en más que un compañero de casa, se convirtió en un amigo, un cómplice de travesuras y alguien en quien confiar casi todos mis secretos excepto el último y más importante.

Desde hace mucho empecé a amar el café...el de sus ojos y el del aroma que tiene su cuerpo cuando me abraza.

Desde hace un tiempo empecé a amar a Chanyeol.








Hola!

Segundo capítulo 🙈🙈 estoy muy emocionada por el amor que le han dado espero les siga gustando capítulo a capítulo y su apoyo para continuar.
Me ausente un poco porque me enferme horrible y no tenía ganas de nada pero...ya me estoy sintiendo mejor y pues...aquí está el resultado.

Habrá actualización en las demás historias así que esperen por ello.

Les quiero.

KH~

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