Cremona

10: Pranzo

Salí de la escuela de laudería y estaba hambrienta, así que pasé rápidamente a una tienda de comida rápida a comprar una hamburguesa; pues no tenía tiempo suficiente como para pasarme a un restaurante. 

Quedé con Chiara de acompañarla a su trabajo para ver la posibilidad de conseguir empleo y mis padres ya no me estuvieran torturando con esa cuestión. 

-¿Sabías que tu cabello es muy lindo? -Soltó la rubia. 

-¡Oh!...muchas gracias es genial, ¿Verdad? -Contesté acariciando las puntas azules.

-Definitivamente, además de que te queda muy bien porque eres muy guapa. 

Reí. -No lo creo...solo me arreglo lo normal. 

-No, no, me refiero a tu belleza natural.

-Bien, supongo que gracias entonces...-sonreí. 

Llegamos a una linda tienda rústica con muchos instrumentos de cuerda frotada en la entrada y en el interior habían otros instrumentos eléctricos y de viento. Chiara me presentó con el señor Claudio, su jefe, a quien saludé correctamente y hablé con él mientras Chiara ya se había puesto a trabajar. 

Claudio era un señor robusto con cabello y barba blanca, de ojos marrón oscuro. Era amable y bromista; un laudero que también vendía sus propios instrumentos en la tienda, lo cual me parecía fabuloso, ya que podría aprender de su experiencia con las maderas y eso me beneficiaría. 

-De verdad muchas gracias, señor -dije estrechando su mano fuertemente con alegría. Me despedí de él y me acerqué a Chiara, quien sostenía una sonrisa en su rostro y me veía con sorpresa. 

-Seremos compañeras de trabajo a partir de mañana -fue lo primero que dije en cuanto llegué con ella. Chiara me abrazó fuertemente y me felicitó. Lamentablemente ella tenía que seguir trabajando y yo me tuve que ir para no seguir importunando. 

Llamé a mis padres y les comenté la noticia sobre mi nuevo empleo; ambos se pusieron felices al escucharme y aún más con lo que les había dicho. 

Me senté en un parque y comencé a comerme la hamburguesa que había comprado. Era buena, pero no excelente y algo insípida. En ese momento ansié haber ido con Viola para probar alguno de sus exquisitos platillos. Pensé que Viola seguramente era una bruja y había embrujado su comida para tenerme babeando por lo que preparaba. Además de que era inmensamente atractiva para mi...definitivamente debía ser una hechicera. También su belleza era tan abrumadora que la primera vez que la vi me había dejado embrutecida. 

Saqué mis audífonos y me puse a escuchar a Francesca Michielin, escogí Battito di ciglia; era mi canción y artista favorita. Seguí comiendo sin prestar mucha atención a mi alrededor; sentí que alguien se sentó a un lado de mi en la banca donde estaba, pero no volteé a ver quien era. 

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Hola! Disculpen que no haya actualizado, pero por motivos de conciertos y exámenes no pude hacer nada por aquí, pero al fin que soy libre intentaré terminar todas mis obras. 

Aprovecho para promocionar mi nueva obra llamada "FLOWERS" que ya está finalizada en mi perfil. 

Ciao mie ragazze care <3