I hate gays. FUCK ME ! (L.S)

Lo amo.

Definitivamente todo mejora.

Louis y Harry estaban siendo el claro ejemplo de eso.
Su relación había cambiado del cielo a la tierra, ahora podían salir y demostrarse cariño en público, sin temor a que alguien les mirase con asco o con odio. El mayor avance había sido de Louis, que pasó de ser un homófobo irremediable​, a salir con el chico que le había gustado por años y demostrarle afecto en público.

Harry había ayudado tanto a Louis, él estaba cumpliendo su promesa, él lo ayudaría a ser libre, y comenzó de la mejor forma. Cuando Harry invitaba a salir a Louis, lo llevaba a lugares donde nadie los conocía y ni los volverían a ver, nunca repetían el sitio a donde salían, así Louis perdería el temor a que le discriminaran por salir con un chico, y sí que había funcionado; aunque en casa de Louis y en la escuela todo siguiera igual, definitivamente habían avanzado mucho. De a poco Louis estaba siendo él mismo.
Y hoy tal vez le tocaba enfrentar la prueba más difícil de ser él mismo. Demostrarle a una persona muy importante en la vida de Harry que de verdad lo amaba.

Silvia.

Silvia era algo así como el guardia de seguridad de una discoteca, que tienes que convencer que eres mayor de edad, aunque en este caso demostrar que amas a alguien, era mucho más difícil.
Louis estaba deseando que Silvia le diera una oportunidad y saliera convencida que de verdad amaba mucho a Harry.

Por primera vez desde que había empezado su relación con Harry los invitó a salir, de verdad quería convencer a Silvia, lo había intentado por días desde que Silvia se le acercó por primera vez y lo amenazó con cortarle los testículos y colgarlos en un árbol, si él se atrevía a jugar con los sentimientos de Harry, no importaba si la amenaza fuera cierta o no, sabía que tenía que convencerla a como diera lugar.

Y en este preciso instante, Louis no sabía si estar nervioso, o estar asustado. La hora en la que habían acordado verse estaba por llegar.
Era hora de demostrar lo que sentía hace mucho, era tiempo de demostrar que sus sentimientos eran fuertes y reales.

Silvia y Harry se encontraban en una situación parecida a la de Louis, o por lo menos Harry. Él se encontraba bastante nervioso por la salida de hoy, pues era la primera vez que estarían con una persona que los conocía, y lo peor, que tenía grandes dudas acerca de su relación.
Harry quería mucho a Silvia, pero en esos momentos en los que se ponía en modo mamá sobre protectora deseaba que Silvia tuviera testículos para arrancarselos. Pero quién la culpaba, pues si Silvia iniciase una relación con una persona que antes decía odiarla, él también estaría a la defensiva. Si él estaba así de nervioso, no podía imaginar al pobre Louis.

El momento había llegado, era hora de salir. Habían quedado en verse en un centro comercial bastante alejado de la ciudad, por lo tanto tenían que salir minutos antes si querían ser puntuales.

En el transcurso del viaje Harry no se atrevía a pronunciar palabra alguna, como un niño al que su mamá le prohíbe hablar y que por miedo a que lo silencien prefiere callar.

Al llegar al centro comercial, Silvia aparca el auto, salen y se dirigen hacia el interior del centro, justo donde Louis les dijo que los esperaría.

- No ha llegado, ya empezó mal. - Habló Silvia rompiendo el silencio mientras escaneaba el lugar en busca de Louis.

- Tal vez se le hizo tarde Silvia, y no seas exagerada, que solo han pasado dos minutos de la hora que dijimos que nos veríamos.

- Tu sabes que me gusta la puntualidad. - Habló Silvia con un tono de burla.

- Habló la reina de las llegadas tardes. - Dijo Harry con el mismo tono que la morocha.

Rieron un rato y retomaron el silencio, pero nuevamente Silvia lo rompió.