Capitulo 7: Enemigos

23 4 0
                                    


Narra Jared:

Llegue con el equipo de recoleccion a media noche. Estaba demasiado cansado y en cuanto puse un pie en el campamento me dispuse a ir directo a mi casa de campaña y dormir por un día completo.

Ir a buscar armas y provisiones no es nada fácil. Al final logramos encontrar solo un poco en unas casas abandonadas.

Estaba a un metro de llegar a mi casa de campaña cuando Marco se puso frente a mi, bloqueando el paso.

—Más te vale que sea algo bueno —dije de mala gana—, vengo demasiado cansado.

Tenia una expresión seria. Cosa que claramente era raro en él.
Por su cara supe que había pasado algo malo.

—En tu ausencia las chicas del Consuell —hizo una pausa y respiro hondo—, permitieron la entrada a un Mench, al parecer es el hijo del jefe de la ciudad vecina.

Retrocedió tres pasos largos esperando mi reacción.

Apreté los puños y sentí como la sangre subía por todo mi cuerpo, aumentando los latidos de mi corazón.

Decir que estoy cabreado se queda lejos de como me siento en estos momentos. No puedo creer que el Consuell no me haya tomado en cuenta para dejar a ese estúpido Mensch en el campamento.

—Me puedes explicar ¿Cómo fue qué dejaste que pasara esto? —pregunte a Marco, mientras llevaba mis manos a mi cabello y tiraba de este.

Se quedó callado.

—¡JODER DI ALGO! —me abalance contra el y lo tome del cuello de su camisa.

—Algo —sonrió burlonamente.

—Espero y sigas con esa sonrisa después de que te deje sin dientes.

—Tranquilo hermano, ni yo se como fue que paso esto —se libero de mi agarre.

Camino hasta un tronco que estaba alrededor de la fogata ya apagada y se sentó tranquilamente.

—Se supone que debes saber, te deje a cargo y cuando vuelvo me llevo la fantástica sorpresa de que tengo al hijo de uno de los Menchs mas poderosos ¡VIVIENDO EN EL CAMPAMENTO! —exprese con total sarcasmo.

—Eso lo deberías platicar con Danna y Nicki, sabes que no les agrado del todo y por lo tanto no me tomaron en cuenta, como siempre —soltó, cansado de mis reproches.

Pensé en lo que dijo y, efectivamente, las chicas del Consuell no se llevaban nada bien con Marco. Para ellos Marco representaba la viva imagen de la irresponsabilidad, aunque si admitían que es muy bueno para pelear, por lo que lo pusieron a cargo de entrenar a los principiantes.

—Tienes razón, iré a discutir esto con ellas —dije mientras daba media vuelta y me dirigía hacia la cabaña principal.

—Suerte, idiota —grito Marco.

Volteé a verlo y le mostré el dedo medio.

—Yo también te amo —grito entre risas.

Seguí caminando hasta que llegue a la cabaña donde se encontraban las del Consuell. Las luces estaban prendidas, lo que significaba que aun estaban ahí. Entre sin tocar. Las dos estaban sentadas, al parecer esperándome.

—¿Dónde esta ese asqueroso Mensch? —pregunte en tono autoritario.

No obtuve respuesta alguna de las chicas presentes.

—Jared, tenemos un problema —dijo Danna.

Danna, una de los cuatro que integraban el Consuell. Ella era la líder de los Tasses, se encargaba de dirigir los grupos que nos traían armas y ese tipo de cosas.

RILASCIO ||EN EDICIÓN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora