Capitulo 9: Estupideces

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Narra Miranda:

—Al parecer tu hermano y el mío no son muy diferentes que digamos —le dije a Ziomare.
—Pues yo creo que el mío es mucho más amargado que el tuyo —volteo a mirarme y sonrió— por lo menos Jared demuestra que te quiere y convive contigo.
—Bueno si, tal vez pero el punto es que tienen cosas en común —suspiro.
—Si, pero a pesar de que mi hermano es igual que mi padre de frío yo no sere como ellos.
—Tu eres... —pienso en una palabra y Ziomaré ladea la cabeza— ¿Diferente?
—¿Carismático? —sonrie— ¿Divertido?
—Claro, claro —ruedo los ojos

Se que estarán preguntándose como es que los dos estamos juntos. Y como soy tan buena persona, les contaré la razón del porque me encuentro hablando con Ziomaré.

*Flash back*

Jared llego cerca de las nueve de la noche, después del ataque inesperado de los Menschs . Yo me encontraba en mi casa de campaña, charlando con Marco -Y no personitas sucias, no estábamos haciendo nada de lo que se le pueda ocurrir a su "sexy" mente- ya que mi querido hermano no confia en mí y prefirio dejar a Marco para que me cuidara pero, en cuanto llego Jared salió para saludarlo y preguntarle acerca del ataque. Decidí salir a tomar un poco de aire, pero me detuve cuando escuche unas voces cerca de la fogata. Por instinto me escondi detrás de una casa de campaña que estaba cerca de allí, asome la cabeza para ver de quien se trataba.
Eran Jared y Marco. Mi hermano se notaba más cabreado de lo normal, en cambio Marco se encontraba tan relajado como siempre.
Agúdice mi sentido del oído y los escuché decir que un Menschs estaba en el campamento.
Se me erizo la piel al escuchar lo que dijo mi hermano.

—Jared no podemos hacer eso —Marco lo veía mal.
—No te estoy preguntando si podemos o no, solo te lo dije para que estuvieras advertido —Jared le apuntó con su dedo índice empujándolo.
—¿Sabes que podríamos desatar una guerra? —me sorprendí a escuchar eso. ¿Una guerra?

Jared se fue y Marco lo persiguió. Los vi alejarse y entrar a la sala de reuniones.

—¿Miranda? —alguien me llamo por detrás y voltee— ¿Qué estás haciendo?
—Ahh... —era Nicki. No sabía que decir.
—Es hora de dormir —soltó una risita.
Les respondí acintiendo con la cabeza, me despedí con una sonrisa y caminé hacia mi casa de campaña.
Cuando iba en camino me puse a pensar sobre la conversación entre Jared y Marco. Por alguna extraña razón vino a mi mente Ziomaré, tenia que encontrarlo para contarle sobre esto.
Fui por mi arco y mi mochila, metí un poco de comida, agua y una manta, me puse una chamarra para protegerme del frío y fui directo al interior del bosque.
Ya era demasiado tarde y estaba bastante oscuro, afortunadamente los Recces tenemos visión nocturna y la oscuridad no era un problema.

Fije mi rumbo hacía donde había visto a Ziomaré por primera y ultima vez. Que para mi poca buena suerte, había puesto alguna señales entre los árboles para recordar el camino y no perderme —de nuevo—. Despues de mas o menos veinte minutos llegue a la carretera abandonada. Tome mi arco entre mis manos, por si se presentaba algún peligro.

Me senté en una roca, dandome cuenta de lo idiota que había sido, obviamente Ziomaré no iba a estar en ese lugar a altas horas de la noche, lo más probable era que ahora estaría durmiendo cómodamente en su cama.

Me sobre salte al sentir una mano en mi hombro. Giré mi cabeza para ver de quien se trataba e instantáneamente mi cuerpo se relajo al ver su rostro.

*Fin del Flash back*

Y ahora me encuentro con Ziomaré, perdidos, de nuevo. Habíamos pasado toda la noche caminando por el bosque y hablando sobre nuestras vidas y gustos, que cuando menos lo esperamos ya había amanecido. Decidimos sentarnos un rato a descansar y seguir charlando.

—Creo que debería...
—Shh —le puse mi mano en su cara.
—Pero qué —se quejó.
—Callate —había escuchado un ruido que se me hacía familiar.
—Deja de callarme una vez —quito mi mano de su cara. Me eche a correr y Ziomaré me siguió.

El ruido se me hacia extrañamente familiar, por lo que no pude evitar ir en busca del causante, mi curiosidad siempre podía más que yo.

"—Sin duda dejas en vergüenza a ese dicho   "la curiosidad mato al gato" porque no haz muerto hasta ahora."

Recordé las palabras que me dijo Jared después de que me perdí por décima vez  en el bosque y, aunque odie admitirlo tenía toda la razón.

—Miranda espérame —grito Ziomaré.

Voltee a verlo y disminuí la velocidad al notar que lo había dejado demasiado atrás. Olvide por completo que los Recces corremos con mayor velocidad que los humanos. Me detuve a esperarlo.

—Corres más lento que mi abuela muerta.
—Perdóname por molestarte con mí amistad —Ziomaré me alcanzó entre jadeos.
—Vamos —lo tomé de la mano e hice que corriera conmigo.
—¡Tranquila! —chillo.

Busqué por todas partes con la mirada. Al contrario Ziomaré se le salían los ojos de lo cansado que estaba.

—Shh —me quejé—, no me dejas escuchar con tus jadeos.

Volví a escuchar el ruido pero, esta vez logre reconocerlo. Vino a mi mente un recuerdo de cuando era pequeña.

Mi padre me llevaba cargada en sus hombros mientras Jared corría delante de nosotros, escuchamos ese mismo ruido y decidimos ir a investigar de donde provenía. Llegamos al lugar de su origen y encontramos a un ave con el ala rota. Papá decidió llevarla al campamento y cuidarla hasta que lograra sanar.

—¡Un halcón! —exclamó Ziomaré, entrando en pánico— ¡Un halcón! — volvió a gritar.
—No, es una rata.

Comenzó a oponer resistencia en dirección contraria y gritar como desquiciado que lo soltará.

—¡Estas loca, dejame ir! —seguía forsejeando— ¡Esa cosa nos va a matar!
—Por favor Zio, deja de ser tan nena —seguía caminando y a la vez arrastrando a mi nuevo amigo por el camino— ¿Con quién crees que estas? Podré ser estúpida pero no idiota.
—Lo eres —seguía quejándose.

Al parecer estaba tan distraído que no vio la roca en su camino, provocando que los dos cayeramos. Y luego recibí una estruendosa carjacada de parte de él.

—¡Agh! Contigo no se puede —seguía riendo— ¡Callate!

Me levante, decidida a seguir al halcón, —si es que aún se encontraba cerca— sacudí mi trasero e ignore al loco a mis espaldas, reanudando mi búsqueda

—No me esperes, tranquila yo puedo levantarme tranquilo, no tengo rota la pierna.

Voltee para gritarle que se callara por quinta vez; —Podrías callar... —ahí estaba, detrás de Ziomaré—. Ehh, no te muevas —levanto su mirada.
—Primero no me ayudas a levantarme y ahora me quieres dejar en el suelo, me pierdes Miranda.
—Él halcón... —no podía hablar estaba hermoso—, está detrás —trague saliva. Ziomaré me veía con cara de "habla bien estúpida"—, de ti.

Se levantó como loco y me tiró de un golpe yéndose a no se dónde. Ahora había perdido al halcón y tal vez mi brazo.

*  *  *  *  *  *

A las pocas lectoras que tenemos, les agradecemos que sigan leyendo la novela :3

Y si por ahi les apareció una notificación de que habíamos actualizado, fue un error de dedo xD

Las queremos 7u7 

Comenten :'v
Y denle a la estrellita :(

XIANI ❤️

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