Regresé a mi departamento como si nada hubiera pasado. Serena no tenía ningún derecho de regresar cuando a mí no me dio ni una sola oportunidad, era injusto por donde se quisiera ver. Podíamos sobrevivir sin ella, lo habíamos hecho por dos años y estaba seguro que pronto, saldríamos de nuestra mala racha. Cuando estuve apunto de abrir la puerta noté que alguien subía por las escaleras corriendo. Era Michael que estaba agitado y colérico. No me percaté de que me había seguido después de la reunión.
- ¿Vienes a cambiar mi opinión? - dije antes de que se acercara más a mí - pierdes tu tiempo, mi desición es inquebrantable.
- ¿De verdad tomarás esta actitud? No te reconozco - me miró un poco impactado - tú la quieres y ella te quiere ¿Vale la pena estar separados por una tontería?
- En efecto, fue una tontería que ella eligió hacer grande. Me hizo sentir culpable durante todo este tiempo pero, ahora que ya tiene con lo que se encaprichó, quiere borrar sus faltas. No me dio ninguna oportunidad ¿Por qué tengo que ser yo el que siempre sede? Para mí, nuestra relación está muerta. No voy a negar que a pesar de todo, me alegró verla pero, aún me sigue doliendo su actitud en el pasado.
- El problema no es lo que ocurrió en el pasado. Tú problemas más bien es que te perdiste de dos años cerca de tu "hermanita", eso es lo que te duele.
- ¡Mentira! - me crucé de brazos enojado, pero Michael tenía razón. Estaba molesto porque nunca pude estar en paz conmigo mismo al permitir tan fácilmente que ella se fuera. Era mi hermana, la hermanita que siempre protegí. La que cuide cuando sufría sus ataques de ansiedad por la ausencia de sus padres. La que defendí cuando se burlaban de ella por su timidez. La que consolé cuando se deprimía por el rechazo de todos. Eso era lo que más me molestaba de todo, yo nunca la abandoné y me apartó de su vida como si nada.
-Arregla las cosas con ella. Tú sabes que la quieres y que es muy importante para ti - Mickey me miró con lástima. Entendí en qué tono me decía eso.
- No es lo que piensas. Ella fue mi hermana y nada más. No voy a negarte que estuve enamorado de ella en nuestra adolescencia pero, pudo más mi papel de protector y hermano mayor que mis propios sentimientos. De cualquier forma, no pienso arreglar nuestra relación, no tengo porqué.
- Ella reconoció su error y vino a buscarnos para disculparse ¿Qué es lo que quieres que haga? - insistía en cambiar mi decisión - dale una oportunidad, solo una. Es todo lo que te pido como amigo
-Ella ya tiene a John, así que, no le hago falta.
- ¿Por qué odias a John? Creí que te haría feliz saber que pudieron arreglar su situación. Hasta donde sé... Te llevabas bien con él...
- No lo odio, solo que... - guardé silencio por un momento reflexionando. A decir verdad, sentía celos de él. Serena lo había buscado primero que a nosotros, que a mí. Lo había perdonado mientras que a mí me había crucificado cuando solo intentaba ver por su felicidad.
-¿Solo que qué?- arqueó una ceja.
- Me molesta que se saliera con la suya cuando fue él quien metió la pata... ¡Qué fácil resultó todo para ese cretino!
- Cuando Serena nos abandonó, tu relación con John era buena... De alguna manera entendías su dolor, o lo que ocultaba de el... - se acercó y me tomó del hombro - ¿Qué pasó?
- No pasó nada. No quiero hablar más de este tema y como amigos, te pido que no me insistas - respondí abriendo la puerta.
-Solo piénsalo, tal vez pueda que te arrepientas en el futuro - se fue.
Pasé toda la noche pensando en lo que me había dicho Mickey. En algún momento estaba a punto de ceder pero, mi orgullo me lo impedía. Aún la quería, no podía negarlo. Quería verla feliz a nuestro lado... Cuando menos me lo esperé me quedé dormido. Había tenido sueños muy extraños y en todos estaba Serena. El asunto me asfixiaba. De pronto, unos golpes insistentes a la puerta me hicieron despertar. Me despabilé como pude y me levanté de la cama fastidiado. Por suerte me había quedado dormido con la ropa puesta. Cuando abrí la puerta tuve la peor visión matutina que la vida me daba. Era john con el ceño fruncido.
- Quiero hablar contigo - no dejó que dijera algo primero. Se veía molesto.
- ¿Hablar? ¿Conmigo? ¿Sobre qué? - me hice el gracioso.
- No te hagas el tonto, bien sabes de qué...
- De acuerdo, pasa. No tengo ánimos de pelear afuera y es muy temprano para molestar a mis vecinos - suspiré derrotado.
John entró y nos sentamos en el sofá de la sala. Prendí un cigarrillo y dejé que hablara.
- Ya que viniste de imprevisto, no tengo nada que ofrecerte y tampoco quiero. Date prisa porque estoy ocupado - exhale el humo.
- Eres un imbécil, un reverendo imbécil. ¿Cómo te atreves a hablarle así a Serena?ella tenía la ilusión de recuperarlos, Michael también...
- Michael no sabe lo que hace. Se deja llevar por sus emociones. Si es todo lo que tenías que decirme, puedes irte. No niego que fui un imbécil con ella ayer, si eso te hace sentir mejor entonces ¡Listo! Ya lo dije... Nunca entenderás porque actúo de esta forma...
- Tienes razón, nunca lo entenderé pero, sé que cometes un error - clavó la mirada en mí - si la quisieras como dices, no le harías esto.
- Eso no te incumbe, deja de entrometerte - comenzaba a perder la calma - ¿Qué sabes tú de lo que siento?¡Nada! Ahora vete...
- Había ganado tu confianza ¿Qué fue lo que cambió? - me cuestionó tratando de calmarse. Seguía teniendo mi confianza solo que me irritaba que se sintiera con el derecho de juzgarme o de opinar de mis asuntos. Abusaba de la buena relación que habíamos forjado.
- No tengo nada personal contra ti John. No te voy a mentir, me molesta que hayas ganado sin hacer nada... ¡Nada! En cuanto a mi confianza, eso ya no importa porque ella no me interesa. Si le rompes o no el corazón, ya no es mi asunto.
- No puedo creer lo que estás diciendo - dijo tomándome de un hombro - aún es parte de tu vida y espero que lo pienses porque yo... - se detuvo y tragó saliva.
- ¿Tú? - respondí curioso. John pasó de estar enojado a nervioso.
- Pienso casarme con Serena - tomó valor para decirlo - y... quiero que tú la entregues en el altar. Eres su única familia y estoy seguro de que ella te quiere en ese momento especial. Nunca te olvidó, te lo aseguro.
No supe que contestar. Me sentí extraño y para desviar la atención, apagué mi cigarrillo en el cenicero que estaba sobre la mesita. Siempre deseé un buen hombre para Serena y, John se veía comprometido con la relación. Por primera vez comprometido con una relación.
- No me necesita. Ahora tú eres su familia... - respondí fríamente tratando de evadir el interés que provocaba en mí aquella petición - no me interesa regresar a su vida...
-¿Estas seguro? - preguntó John insistiendo.
Me quedé callado. Claro que no estaba seguro.
ESTÁS LEYENDO
Líos De Amor [2da Edición, Cuarto Aniversario]
FanfictionDuran Duran, un grupo de gran éxito se enfrenta a lo que muchas bandas de rock dentro de la industria musical: La competencia. Una nueva banda amenaza con quitarles su lugar dentro de las listas de éxito y es inevitable las rivalidades. John, baji...