Líos De Amor [2da Edición, Cuarto Aniversario]

Capítulo 38: Preparativos

Desde nuestro anuncio sobre boda, todos comenzaron a participar en los preparativos para la ceremonia y la fiesta. Claro que lo hacían - o intentaban - de una manera discreta. Serena no quería que nadie, además de nosotros, supiera de la boda hasta que por fin estuviéramos casados. Ya veríamos después como enfrentar a la prensa con sus cuestionamientos.
En cuanto al papel que tendría cada uno de nosotros, no hizo falta definirlo. Todos escogieron una tarea que cumplían con mucho compromiso. Leo se había comprometido a hacerse cargo del banquete y el pastel de bodas. Rita y Nina habían escogido la decoración y la organización del jardín - Serena quería que la ceremonia se llevara a cabo al aire libre, así que no puse objeción en ello -. Andy y Roger - obligados por las gemelas - las ayudarían a hacer los centros de mesa y se encargarían de las bebidas. Michael y Lisa ya tenían preparadas la lista de invitados y las invitaciones. Simon y Yasmin estaban en la tarea de organizar la ceremonia religiosa. En cuanto a Nick, él había tomado la responsabilidad más importante para una chica, escoger el vestido de novia - también el traje de novio pero, eso era menos importante.

Me era increíble presenciar todo lo que se tenía que tener en cuenta para una boda y lo peor de todo, lo que se tenía que invertir para pagarlo. Mi codo comenzó a tener un dolor agudo y me imaginaba mi estado de cuenta después de los estragos.

Noté que la persona que debería estar emocionada, más que los demás, no lo aparentaba. Serena se mostraba contenta, dibujaba una gran sonrisa en su rostro cuando era consultada para alguna compra o cambio en los planes pero, su mirada era distinta. Por momentos se mostraba con preocupación y distante. Sabía qué era lo que la mantenía en ese estado.

- ¿Hablaste con David? - Una tarde en la que por fin nos encontrábamos solos, sin la presencia de la "familia", decidí enfrentarla.

- ¿Por qué la pregunta? - me miró sorprendida.

- Porque te ves preocupada y solo hay dos razones por las que estarías así. La primera sería porque hablaste con Sylvian y él se enfadó contigo, cosa que no creo posible y la segunda, sería que aún no has hablado con él y sientes que le estás ocultando algo. ¿Me equivoco?

No dijo nada. Se mantuvo reflexiva por unos minutos, luego clavó su mirada en mí.

- No he hablado con él - lo soltó - he intentado pero, nunca logro terminar de marcar los últimos números.

-¿Qué te asusta? - me acerqué a ella preocupado. No podía engañarme, tenía miedo de que se arrepintiera de la boda.

- No es que me asuste algo - miró al vacío - como ya te lo expliqué, me siento culpable de lastimarlo. Sé que él me pidió que fuera feliz pero, me siento culpable serlo cuando sé que él no lo es.

- ¿Qué piensas hacer entonces? - tragué saliva nervioso. Pudo notarlo, me sonrió y tomó mi mano.

- No tengas miedo, no voy a cancelar la boda, pero tengo que decirle. Si lo considero mi mejor amigo, así corra el riesgo de perderlo, tengo que hacerlo. - frunció el ceño - No puedo ocultarle algo tan importante como el día de mi boda, solo que, tengo que buscar la manera correcta de hacerlo y la manera de encontrar las palabras correctas.

-¿Por qué te quitaste el anillo que te dio? - pregunté ya sin poder aguantar la curiosidad.

- No lo sé, creo que, ya no sentía correcto portarlo - inconscientemente llevó una de sus manos sobre la otra. Con los dedos frotaba el lugar vacío donde lo portaba.

- ¿Lo sigues queriendo?

- Lo quiero como siempre lo quise desde que nos conocimos - volvió a fijar la mirada sobre mí - como un amigo.