Draco Mi Pequeño Erizo (Dramione)

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El señor Ollivander estaba en su casa reposando en un sillón cerca de su chimenea junto a su amigo un perro parlante O quizás estaba hechizado

A la puerta llamaron y el anciano mago fue a abrir, allí estaban tres pequeños al instante supo quiénes eran ellos, los hijos del trío Dorado.

— Perdone Sr. Ollivander— un pequeño rubio de ojos grises de no más de 8 años — soy Scorpius Malfoy, yo y mis amigos queríamos saber más sobre usted.

— Además nuestros padres están demasiado ocupados — dijo una pequeña pelirroja de ojos verdes — Soy Rose Weasley. Mi papá no tiene tiempo para mí y mi madre está enferma no deseo molestarla y quería saber más sobre Usted

— Yo soy Albus Potter — el pequeño vio el perro, que le miraba con sus ojos abiertos como platos — quisiera saber si podríamos hacerle compañía.

— Vamos Garrick — el perro habló dejando a los 3 niños tan sorprendidos. — hace mucho tiempo que no contamos cuentos, hace muchos años que no tenemos compañía.

— Pasen pequeños — el Sr. Ollivander caminó con parsimonia hasta su sillón.


Con un suave movimiento de la varita trajo tres sillones cerca a la chimenea. Los niños tomaron asiento.

— ¿puedo pedirle algo? — preguntó el rubio desde su asiento

— Pide y nosotros lo hacemos realidad — el perro habló — ambos contamos cuentos, yo lo hago cuando a Garrick se le olvida algo.

— ¿podrían ponerle a algunos personajes el nombre nuestros allegados? — el rubio habló suavemente — yo no sé cómo es que mis padres terminaron juntos y quisiera imaginarlo.

Garrick y el perro se miraron. El mago asintió.

—Cuando iba por el mundo en busca de implementos para realizar varitas tuve que hacerme pasar por mago muggle por mendigo. —sus manos se movían para dar énfasis a su relato —Y también aprendí cuentos, viví parte de algunos y algunos otros los inventé. Para deleite de reyes, pequeños grupos de personas. Así pues, en aquellos años había brujas que se dedicaban a jugar con los muggles.

— ¿y esas brujas eran de Slytherin? — preguntó la pelirroja ganándose una mirada reprobatoria de parte de sus amigos y otra sorprendida de parte del Garrick y el perro — no me miréis así, mi padre dice que siempre son Slytherin.

— Esta era una Bruja de Slytherin — sonrió el señor Ollivander. — que hizo una travesura.

» Imaginaos una noche fría, una oscura noche, una noche como esta e imaginaos que, en una granja en un reino muy lejano, había una pareja de esposos granjeros, Lucius y Narcissa los cuales dormían muy profundamente acurrucados en su cama. Y que de pronto el congelado granjero buscando a su mujer tope con sus pies en lugar de su cabeza, porque ella le está haciendo mimitos a su perro que duerme todas las noches en el extremo de la cama.

¿qué clase de perro? — preguntó el perro de Garrick Ollivander.

— No sé, un perro, un perro cualquiera... — respondió el mago.

— ¿Un perro cualquiera? Pues vaya una historia que mal empezamos. — el can se acurrucó para continuar escuchando.

Los niños sonrieron.

» El granjero se movió en su cama.

— No — le dijo Lucius molesto, pues no quería sentir el frío.

— Solo esta noche — Narcissa respondió.

— Que terca eres

— Es solo una noche — replicó la mujer— y quién sabe...

Los Cuentos del Sr. Ollivander ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora