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Narra Emma :

— Emma. — me llama Rick

— Ya vuelvo. — le aviso a los niños

      Habíamos quedado hace un par de días atrás en que nos turnariamos para enseñarle a los niños unas clases de entrenamiento físico como esas típicas clases que te daban cuando ibas al colegio. Me salvé de no enseñarles Matemática; le tocó a Carl. Lo divertido en esto es que no es muy bueno en matemática.

— ¿Qué pasó, Ricardo? — llegué a él limpiando mis manos con un tapito la tiza.

— Necesito que vayas de expedición junto a Carl ,Daryl y Lía. —

— ¿No era que Lía se quedaría aquí?.  Dijiste que aún no era de confianza. —

   Comenzamos a caminar.

— Ya sé lo que dije y la quiero poner a prueba. —

— ¿Y por qué no la dejas aquí y la pones aprueba cuidando a alguien?. —

— No. — contestó — Solo deja que vaya con ustedes. No discutas más, Emma. —

— Ya pareces mi hermano... Siempre haciendo la contra. — suspiro

— Emma... — suspira Rick

—¿Qué? —

—Nada. Dejá. —

~🔫~

— Casí te caés. — me reprocha Daryl

— ¡Ay!  Ya ,Dixon... No molestes... No me pasó nada. —

— Te pudiste haber caído. —

— Pues, mírame. Estoy entera. No me pasó nada. —

— A la vuelta te vuelves con Carl y la otra chica en el auto. —

— ¡Ay, no!  Ahí me estarías mandando a una muerte segura. ¡Todo menos Carl!. —

— ¡Oye! .— susurra el tuerto y golpea mi hombro, suavemente

— ¿Qué?. — me encojo de hombros

— Bueno. Dejen de hablar... Rick me dió una lista, debemos llevar esto... —

[…]

— Terminé. — salí de la tienda

— Solo falta Carl. — avisa Daryl

— Voy a buscarlo. —

   Ingreso nuevamente a la tienda con mi arma preparada, por las dudas. Voy al sector de farmacia, Carlitos debería estar ahí.
    Empiezo a buscarlo. Este sector es demasiado grande.

— Carl. — susurro — Carl,¿dónde estás sheriff?...— lo busco

      ¡Lo encontré!... Esperen, ¿qué es eso?...
      Me acerco a él, está de espaldas a mí.

— ¿Piensas usarlo con Enid?. — susurro

— ¿Qué?. — se dá vuelta y me mira

— Que si piensas usarlos con Enid... O Lía... —

— No... no,  es un encargue. — contesta nervioso

— A ver, muéstrame la hoja. —

— ¿Qué?  No. Es algo privado. —

— Bueno... — me encojo de hombros — sé guardar secretos... Muéstrame la hoja... —

— Emma... — alarga la última vocal

— Caaarl... —

— No me imites... — amenazó

— Ni mi imitis... —

— Me voy... — comenzó a caminar

— ¡Oh, vamos, sheriff!  No te enojes. — besé su mejilla, eso lo calma

— No estoy enojado, Walsh. —

— Dejando tu enojo de lado. — él revolea los ojos — ¿Para quién es eso? —

— Para nadie... — lo miré fijo — Bueno... Para mi padre. —

— ¡Oh por Dios!...  Así que... Noche de pasión con Michonne... — subo y bajo las cejas

— Ni lo nombres,  ya estoy bastante traumado. No quiero ni pensarlo. —

    Nos detuvimos en una sección de juguetes y libros. Tomé dos muñecas pequeñas de tela para Judith, tres juegos de mesa y dos libros para Enid.

— ¿Para qué los juegos de mesa?—

— Ya sabés, hay veces en las cuales ambos estamos aburridos. Pues, en esas ocaciones lo vamos a jugar, después vendremos por más...—

   Antes de salir el sheriff toma cuatro comics.

EMMA, EMMA WALSH.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora