Es una historia con diferentes relatos pero con los mismos protagonistas, nuestro sexy e irresistible Magnus Bane acompañado de nuestro valiente y guapo Alexander Lightwood.
El gran brujo de brooklyn se encontraba ocupado buscando algunos ingredientes para su pociones, así que no estaba en casa.
Extrañaba tanto a su novio, una sonrisa se formó en el rostro de Magnus al recordar a su hermoso ángel. Por otro lado, Alexander acababa de llegar a la casa de su gran amor y al darse cuenta que no estaba decidió darse una ducha.
Alec se sentía algo estresado por su ajetreada vida en el instituto pero cada día se sentía con más fuerza, porque sabía que al terminarse el día podría refugiarse en su lugar preferido en el mundo, los brazos de Magnus.
Con calma se deshizo de toda su ropa, dejándola en la habitación de su novio y entro al baño.
Alexander amaba toda la decoración de la casa pero lo que más le encantaba era: el cuarto y el baño. El lugar contaba con un baño y un jacuzzi, era de distintos colores pero la combinación era elegante, su novio tenía un gusto exquisito.
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El cazador de sombras dejó que el agua cayera sobre su cuerpo, sintiéndose a gusto con la sensación.
Sentía tranquilidad en la casa de Magnus, en realidad todo lo que tenía que ver con él le producía un sin fin de emociones y sentimientos. Realmente estaba enamorado del brujo, nunca imagino que tendría todo lo que soñaba y nunca le había importado el romance pero desde que Magnus entró a su vida supo que nada sería igual, al principio tenía miedo pero realmente había valido la pena cualquier riesgo y cualquier sacrificio si al final lograría estar a su lado.
Mientras Alec pensaba en mil cosas, entró Magnus a la casa. Algo cansado, deposito las bolsas en el sofá y decidió sentarse a tomarse una copa de whisky pero de repente algo lo saco de su descanso, el sonido de la llave del baño que provenía desde su cuarto.
Él pensó que quizás había escuchado mal porque su novio se encontraba en el instituto cuando le llamó, así que se dirigió al cuarto y entró sin hacer ningún ruido. Se sorprendió al darse cuenta que acertó al escuchar el sonido, una sonrisa picarona se formó en su rostro al ver la ropa de su novio en la cama. Solo con el hecho de pensar que Alexander estaba desnudo en el baño empezó a excitarse y no pensaba desaprovechar esa gran oportunidad.
El gran brujo se quito su ropa con ayuda de su magia, solamente se dejó su bóxer porque tenía planeado que su novio se lo quitara. Sigilosamente entro al baño encontrándose con el cuerpo contorneado de su ángel, se veía magnífico, sus glúteos firmes y sus músculos se contraían un poco causando que la erección de Magnus empezará a crecer.
Con pasos lentos logró llegar hasta donde estaba su novio, él parecía estar inmerso en sus pensamientos porque tenía sus hermosos ojos azules cerrados pero su novio se puso detrás de él emanando una fragancia muy excitante, lo cuál sorprendió a Alexander sabiendo quien estaba allí.
Magnus acarició el abdomen de su novio mientras pegaba su erección a la espalda del cazador de sombras, mordió su cuello haciendo que su novio gimiera fuertemente.
