Solo tuyo

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Narrador:

El nuevo lider del instituto se encontraba desesperado porque su brujo no contestaba sus llamadas. Estaba tan preocupado que se sentía desfallecer, así que decidió ir a la casa de Magnus.

Alexander entró a la casa con la llave que su novio le dió, el cazador abrió la puerta sorprendido al ver a Magnus bailando con su amiga Dorotea. Sus manos se formaron en un puño, sus venas del cuello se sobresaltaron y su mandibula se tenso. Magnus rápidamente notó la presencia de Alec y apagó la música con la que bailaba.

La amiga del brujo prefirió irse de la casa despidiéndose de Magnus porque se notaba la molestia del cazador de sombras.

Se sentía la tensión en el lugar.

Magnus miró fijamente a su novio dedicándole una sonrisa, Alec se acercó besándolo con mucha necesidad, se separaron un momento apoyándose en sus frentes y Alexander susurra:

- ¿Qué hacías bailando de esa forma con esa mujer? - Dijo Alec tratando de conservar la calma.

Magnus lo miró sorprendido porque conoce a su hombre y sabía que estaba celoso.

- Ella vino a visitarme, no podía decirle que se fuera. Eso sería descortés.

- Tu sabes bien que ella no te quiere como un amigo, te quiere como algo más y aun así, aceptas esto. Necesitas un castigo - Dice Alec con una voz ronca, besando a Magnus mientras toca sus glúteos arrancando gemidos a su novio.

Magnus empezó a excitarse y se subió encima de su novio, besándolo con lujuria. Alexander cargo a su novio hasta la habitación y ambos se quitaron sus camisas entre besos.

Magnus se giro para atrapar los labios de su novio en un intenso beso, Alec se separo por unos instantes del brujo, algo que le causó desconcierto. Alec abrió el tercer cajón del closet, busco algo que había comprado hace unos días y que de seguro su novio no había visto. Alexander tomo unas esposas de peluche y se las puso a su novio, él quería cuidarlo en todo momento, así que por eso eran de peluche.

Magnus se encontraba sorprendido pero dejó que su hombre actuara

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Magnus se encontraba sorprendido pero dejó que su hombre actuara.

Magnus se encontraba amarrado de la cabecera, su erección cada vez crecía más con los besos de su novio, Alec mordió los labios de su novio y empezó a acariciar su abdomen de forma lenta.

El cazador de sombras bajo por su abdomen lamiendo y saboreando todo a su paso, bajo su pantalón con cuidado y él suyo también lo hizo desaparecer. Magnus gemía fuertemente sin poderse contener, su novio estaba entre sus piernas repartiendo pequeños besos en ellas y con su boca hacia la tentativa de bajarlo. Miro fijamente a su novio y le dijo:

-¿Realmente quieres esto? - Dijo Alec mientras acariciaba la erección de su novio por encima de la tela.

Magnus estaba apunto de enloquecer y como pudo respondió:

- Si..lo quiero, lo necesito. - Dijo sofocado.

Alec bajo los bóxer de su novio masturbando un poco mientras este se retorcía debajo de él, esto le encantaba al cazador, se sentía su dueño y así era. Se volvió a levantar de la cama para tomar una salsa de chocolate del cajón y la dejo al lado de la cama. 

- ¿Amor? - Susurró Magnus sin saber lo que le esperaba pero la anticipación lo mataba.

Alec introdujo un dedo con lubricante en el interior de su novio, Magnus gimió muy fuerte al sentir esa presión. Él empezó a moverse dentro de su interior provocando cosquillas en el abdomen bajo de Magnus.

- Esto es para recordarte que eres mío. - Dijo Alec introduciendo un segundo dedo en la entrada de su novio, dilatándolo tortuosamente. 

- Soy tuyo.- Dijo Magnus entre suspiros.

- Mírame y no dejes de hacerlo, sino lo haces no te daré lo que quieres. - Respondió Alec dándole tres nalgadas a su novio mientras que Magnus se moría de placer. Alexander soltó a su novio de la cabecera y se puso se rodillas frente a él quitándose su bóxer lentamente liberando su fuerte erección, Magnus se mordió los labios y sintió la necesidad de meterla en su boca.

- Ya sabes que hacer bebé. - Respondió con voz ronca el cazador.

Magnus se acercó con sensualidad hasta su miembro, lo tomo desde la base y lamió la punta. Poco a poco lo introdujo en su boca, no todo porque era muy grande pero lo intentaba. Alec gruñía y acaricia el pelo de su novio con desenfreno. 

- Ponte en cuatro. - Dijo Alec con decisión. 

Su novio hizo caso a la orden de su novio pero no se lograba a imaginar que pasaría, Alexander tomo la salsa de chocolate y la coloco en el cuerpo de su novio. Magnus gemía y se retorcía con anticipación, Alec empezó a lamer su espalda mientras su erección chocaba con los glúteos de Magnus haciendo que este sintiera ganas de explotar pero sabía que no podía. Luego Alec puso más salsa en la entrada de su novio, lamió con mucha destreza este lugar provocando que un líquido pre seminal saliera del miembro de su novio.

Alexander no soportó más y giró a su novio para darle un beso con mucha pasión y le susurró: 

- Te quiero encima mío.

Alec se recostó en el espaldar de la cama mientras que su novio se abría de piernas, verlo de frente auto penetrarse era lo mejor del mundo. Su cara estaba roja, tenía un poco de sudor en su frente y su erección estaba apunto de explotar. 

Magnus se sentó encima de su novio poco a poco pero Alec quiso entrar de una estocada y así lo hizo,haciendo gemir fuertemente al brujo y empezó a moverse al cabo de unos segundos, Alec besaba con amor a su brujo y es que esos momentos lo eran todo; justo cuando se unían en cuerpo y alma, aunque también amaba despertarse y ver a Magnus dormir.

Magnus mordía el cuello de Alec y este tomaba a su novio de la cadera para moverlo, él se movía cada vez más rápido.

Las embestidas aumentaron mientras que el cazador tomaba el miembro de su novio y le daba caricias, ambos llegaron al climax; con el cual gritaron como locos de placer.

Alec salió con cuidado de su dulce novio, se recostaron mirandose a los ojos y Alexander acarició con cariño el rostro de su novio.

- Bebé ¿estas bien? - Dijo Alec preocupado.

- No te preocupes, me ha encantado.- Dijo Magnus sonriendo. Él acarició el cuello de su novio y se recostó en su pecho.

- Te amo Mags, eres lo mejor de mi mundo y me da miedo perderte.- Dijo Alexander con sinceridad.

- Eso no va a pasar amor, yo también te amo y no puedo estar sin ti. - Respondió Magnus dandole un dulce beso a su cazador de sombras.

Ambos se quedaron dormidos después de unirse entre las llamas del amor y la pasión.

Espero les halla gustado esta historia.

PD: Pueden dejar sus recomendaciones sobre que les gustaría leer, gracias.

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