Bah, que más da

318 48 11
                                    

Ryan pdv :

Seguí golpeando las rejas de la jaula en donde estaba. Estaba en las malditas mazmorras de la manada del maldito mate de mi hermana. Al parecer ese perdedor fue con su 'papi' a decirle que lo habían golpeado, y este había discutido con mi padre hasta que gano y pues, ahora estoy aquí, valiendo mierda.

Jess pdv:

Justo había sonado el timbre que indicaba el recreo, y en cuanto salí de mi salón Nick estaba ahí

-Hola, amor- me dijo y se acerco para besarme, así que moví mi cabeza- Cariño, te recuerdo que tu hermano está bajo mi poder-

Rodee los ojos y me pare de puntas para darle un beso rápido, él sonrió y me abrazo de la cintura. ¡Ugh me choca! Caminamos juntos hasta el comedor, me iba a dirigir a la mesa en donde estaban mis amigos pero ese niño me jalo hacia la mesa de hombres y mujeres lobo. ¡¿Qué no entienden que yo no pertenezco a esa mesa?! Y aparte en esa tonta mesa ya no hay espacio para mi.

-No hay espacio para mi, me voy a la otra mesa- me moví un paso y él me jaló

-Si hay, cariño, siéntate en mi regazo- me guiñó un ojo

Voltee a ver a mis amigos una última vez y me miraban confundidos. Me giro y vi a cada una de las mujeres y hombres que se encontraban en la mesa, en total eran 6 mujeres y 8 hombres. Me hice para atrás y me acosté en el hombro de mi mate aburrida.

Ryan pdv:

Me resigné a sentarme en la banca asquerosa y mohosa que estaba ahí. A que horas le toco a Jess ese mate tan estúpido, ella merece algo muchísimo mejor. Cerré mis ojos y escuché que alguien entró a as mazmorras, espero que a liberarm...liber...libe Mmmm... un olor que era una combinación de césped recién cortado, tierra mojada y un toqué de café inundo mis fosas nasales, abrí los ojos y vi a la mujer más hermosa de todo el mundo.

-Mía- Gruñí

Jess pdv:

Nick me estaba acariciando el cabello haciendo que me empezara a dar sueño, así que un bostezo se me salio. Escuché que el soltó una risa, así que volví a mi compostura de 'Jódanse todos' Pero me acorde que eso no serviría de nada, o al menos no para que él hiciera lo que yo quisiera, como mamá me enseño, solo hay que hacer poquito y ya los tendremos comiendo de nuestras manos, me acuerdo que me los dijo cuando se entero de que había encontrado a mi mate.

¿Pero que tendré que hacer? ¿Qué hace mamá? Espera, creo que le da besos en el cuello a papá... ¿Tendré que hacerlo?... Ay no, por favor, que asco. Me escondí en su cuello y le di un pequeño beso, al instante su piel se erizo, me reí internamente al ver que mamá tenia razón, los podemos manipular. Frote mi nariz en esa zona y cuando me enfade me recosté en su clavícula.

Ryan pdv:

Ella se sonrojo, lo supe por que toda su cara se puso roja y se me hizo la escena más adorable. La metieron a la jaula que estaba al lado mio... ¿Porqué alguien haría eso? Me enoje con los guardias y les gruñí

-Tranquilo galán, que si no la ponemos lejos de ti- la voltee a ver y ella tenía la mirada gacha

- ¿Cuando me sueltan?- escupí

-En unos días... o quizás nunca, no lo sé- me guiñó el ojo y salió del lugar

Gruñí y fui a sentarme a la estúpida banca mohosa otra vez, hasta que una voz dulce me hablo

-Emmm... este... ¿hola?- la voltee a ver y escanee su hermoso rostro.

Tenia una nariz pequeña, unos ojos hermosos color miel, unos labios del color de cerezas en almíbar, unas cejas finas y unas pestañas muy largas, su cabello era castaño claro y medía como una cabeza menos que yo

Crónicas de una Herida(2do libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora