La cita perfecta

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Pasamos por un lugar que era como una carretera y el aire golpeaba nuestros rostros, cabe decir que también me despeinada, luego Nick fue reduciendo la velocidad hasta parar

-Nick.... ¿porque te paras en medio de la carretera?

-Porque aquí es nuestro lugar de destino, bebé

-¿Donde?- gire mi cabeza a todos lados y lo único que pude ver fue bosque en ambos lados

-Tu solo sígueme, amor- me tomo de la mano y entrelazo nuestros dedos

-Está  bien,supongo- Nick se adentro al bosque

Este bosque era diferente, la poca luz que había hacia brillar las hojas, dando le un toque 'mágico'. Nos movíamos a la derecha, a la izquierda y ya llevábamos como 15 minutos caminando. Estaba segura de que ya habíamos llegado al centro del bosque

-¿Nick?

-¿Si?

-¿Ya mero llegamos?

-De echo, bebé, ya llegamos- dijo y yo mire confundida el suelo mojado y lleno de hojas en el

-Ahhh- exclame un poco desilusionada- Que.... ¿Romántico?

Él comenzó a reír

-Aquí no es

-Pero si tu acabas de decir...

-Shhh, tu tranquila ¿Si?

-Okey- el me soltó la mano y dio dos aplausos

Al principio mire algo confundida, pero luego me horrorice al ver que las ramas de los árboles comenzaban a moverse

-Ahhhh, Nick, los árboles se mueven- me escondí atrás de él

-Ay, amor, ven- me puso al lado de él y rodeo mi cintura de lado con su mano derecha- ¿Ya viste?

Las ramas de los arboles habían formado una tipo 'escalera' pero no estaba completa. Él me sonrió y me volvió a tomar de la mano para comenzar a subir, cada vez que subíamos una escalera la escalera que estaba más abajo se iba hasta arriba para seguir subiendo. Llegamos a la punta de los árboles y todas las ramas que estaban atrás de nosotros se quitaron haciendo me pensar en que me caería, me aferre fuertemente al brazo de Nick y él me tomo del mentón para que lo viera a los ojos. Me perdí en ellos, eran tan profundos y hermosos

-Ya está

-¿Que cosa?

-Mira- mire hacia el frente y  las ramas habían formado como un prisma rectangular que parecía ser un refugio

Gemí al ver que todas las escaleras habían desaparecido, me maree un poco y casi caigo, de no ser que una rama me sostuvo por la cintura y me coloco dentro del refugio. Nick me miraba divertido

-¿De que te ríes?- pregunté como una bebé enojada

-De nada mi princesa- dijo y palmeo su regazo

Rodee los ojos y fui a sentarme ahí. Por fin me sentía segura. Escondí mi cara en su cuello y él comenzó a acariciarme los muslos

-Te ves hermosa hoy

-Tu también

-¿A si?

-Si- dije asintiendo con la cabeza

-Jajajaja, gracias nena

-De nada nene

Él se separo de mi y me volteo a ver con una cara de confusión

-Es raro que me digas así

-¿A si? Ahhh, hablando de rarezas ¿Como hiciste esto?

-Bueno, pues digamos que no tener nada ne contra de las brujas trae beneficios

Crónicas de una Herida(2do libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora