Las paredes que observan.

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Como cuando alguien te dice "cuidado, las paredes escuchan" bueno, las del salón 51 observan. Explicarles el plan a los tres chicos fue bastante sencillo, porque no los involucraba en nada. A excepción de la promesa de cincuenta dólares que debería pagarles si algo salía mal, a Michael por prestarme la cámara, Ashton por cómplice y Calum por ser desconfiada. Pero, por el contrario, si el plan funcionaba, ellos tendrían que embriagar a Luke y preguntarle por mí. Ninguna de todas estas cosas eran necesarias, pero somos adolescentes, de alguna forma tenía que ser llamativo.

Pasaron lo que fueron, los cuatro días más largos de mi vida y ya estábamos a martes cuando Ashton y yo nos escabullimos para instalar la cámara.

-Arzaylea va a prender fuego tu cabello si lo descubre, ¿Estás segura de esto?- preguntó por última vez mientras deslizaba su mano delante de la cámara. A la vez que hacía caras estúpidas. Pero en mi mente no podía pensar en él, ni en Arzaylea, no podía pensar en mí cabello, no podía pensar en nada que no fuera Luke. Comencé pensando en sus facciones como supiera la verdad y como de enojado estaría conmigo, pero terminé pensando en sus ojos y lo pecadoramente sensual que se veía cuando traía el ceño fruncido. Esto provocó que Ashton me gritara y sacudiera su mano frente a mí, como si fuera el visor de la cámara lo que me hizo reaccionar al notar que estaba mirando a un punto fijo abstraída, pestañeando varias veces.- Olivia, ¿Me estás escuchando?

-Si... Digo, no, perdón. ¿Que decías?- murmuré dedicando mi mirada a él que negaba con la cabeza, pero estaba divertido, lo sabía porque sonreía.

-Te decía que, el dispositivo secreto está listo, sólo hay que esperar a que el gorrión arribe para cazar.- Explicó mientras se corría un par de rizos dorados de la frente y guiñaba el ojo al mejor estilo de super espías. Reí y comencé a caminar fuera del salón, para que nadie supiera que estuvimos dentro.

Como veinte minutos más tarde volví para mi clase habitual de biología encontrando por supuesto la nota. Pero esta vez no tenía dentro lo que yo esperaba.

"Para ser tan estúpida fuiste bastante astuta, Livia. Hoy te toca la arrastrada que quiere robar un novio. Patético."

La arrugué tirandola al suelo con evidente indignación y volteé ni siquiera contestandole a Ashton quien preguntaba con curiosidad que decía el papel pegado a mí mesa. Estaba harta y me importaba una mierda el vídeo. -¿Qué te hice para que seas tan molesta conmigo? ¿QUÉ ES ESTA INMADUREZ DE PEGAR NOTAS EN MI MESA CADA PUTA MAÑANA, ARZAYLEA?- Podía escuchar al profesor gritando encima mío que baje la voz y que vuelva a mi posición pero no podía, simplemente no podía.
Cómo no podría esperar otra cosa, la muy perra comenzó a llorar, montando un enorme show de que se estaba ahogando, hiperventilando y muriendo. -¡Yo no te hice nada!- lloró aún más fuerte. -Tú eres quién me tiene manía. Además de querer robarme a Luke, me acusas de insultarte.- secó sus lágrimas mientras fingía angustia y lo siguiente que salió de mi fue una reacción que nunca en mi vida hubiese hecho. Me tiré sobre su mesa jalando de su cabello. Claramente ella no se iba a quedar quieta y comenzó a tirar del mío, armándose una especie de pelea al mejor estilo de película de Disney channel aunque cada dos o tres tirones se escuchaban las palabras "puta" o "zorra" o "perra".
De un momento a otro sentí que alguien tiró de mi brazo y me vi obligada a soltarla, sé que ella hizo lo mismo porque de otra manera seguramente me faltaría cabello en varias partes de la cabeza. Poco después, el pobre profesor al borde del colapso nos envío a dirección. Ashton iba en medio, porque nadie podía asegurar que no nos asesinaramos de nuevo en el pasillo. Recordé la cámara y la nota en el piso, las únicas pruebas que me respaldaban de una suspención segura. Miré a Ashton lo más preocupada que podía reflejar y el solamente asintió como si leyera mi mente. Limpie unas cuantas lágrimas de histeria secas debajo de mis ojos y abrí la puerta del despacho de la directora, siendo la primera en contar su versión de la historia.

___

-La señorita Olivia White declara, bajo la promesa de decir la verdad sobre cualquier situación. Desde el comienzo del año lectivo en septiembre del corriente año, afirma la aparición de unas notas pegadas en su mesa cada martes por la mañana calificandola con trabajos de rama sexual y otro tipo de ofensas. La afectada afirma que, Arzaylea Rodríguez, compañera suya solamente en clase de biología es responsable por estás notas por lo que esconde una cámara para quedar en evidencia, explotando finalmente al leer la última nota dónde se la denigraba por un acto que ella no cometió. ¿Está bien así, señorita White?- preguntó la secretaria y yo asentí cabizbaja por la vergüenza. La directora me castigó, claro. Le había jalado del cabello y gritado cuando bien podría haber tomado cada nota y traerla. No me quejé porque me haría bien estar cuatro días fuera del colegio. Lo que no me gustaba era tener cuatro uñas marcadas en mi mejilla derecha y que ella, a pesar de ser la responsable era inocente hasta demostrar lo contrario. El problema era que, si el vídeo no estaba a mí favor, mi vida estaría arruinada.

En dirección había tres personas, mi mamá, mi papá y el padre de Arzaylea, que se encontraba muy enojado porque lo habían hecho salir del trabajo a causa de una pelea normal de adolescentes. La directora nos hizo entrar nuevamente juntas para firmar y poder irnos a casa con nuestras respectivas familias, cuando dos personas irrumpieron en el despacho. Ashton traía el pelo atado sobre la nuca y respiraba como si nunca más pudiese volver a hacerlo, disfrutando cada gramo de oxígeno que obtenía. Sin embargo lo que más llamó mi atención fue el jovencito, pálido y de cabello bastante rojo que venía detrás de él y que lucía de igual manera como si nunca hubiese corrido en su vida. Sabía quién era, lo que no sabía era que hacía aquí, con Ashton. -¿Ustedes dos qué quieren?- preguntó Margaret, autoridad de la escuela de manera no muy amable y comprensiva. Ambos chicos tragaron saliva duramente y miraron al frente como si su declaración fuese de vida o muerte. Mí amigo se limitó únicamente a retirar la memoria de la pequeña cámara y dársela a la directora que, inmediatamente la puso en su computadora para poder analizar el video. Yo lo ví, todos lo vimos. En el vídeo no salía ella, de hecho no podría saber quién era, porque solamente se veían un par de piernas y al final del cuarto, el cabello desordenado de Ed, sin alcanzarse a ver su pálido rostro. La mujer, algo confundida lo miró, entonces preguntó de nuevo. -¿Qué significa esto Irwin?-
-Lo que pasa, señora Margaret, es que, tengo la prueba crucial de que las declaraciones de mí compañera Olivia son reales.- deslizó la nota sobre el escritorio y los otros tres adultos se quedaron quietos a un costado, casi aguantando el aire.- El problema es que el vídeo en cuestión, no demuestra lo mismo. -Arzaylea sonrió con suficiencia mientras  suspiraba  y con  y tranquilidad. Pero eso le duró poco  porque Ashton siguió hablando. -Aunque me tocó trabajar con un gran colega de clase y fue entonces cuando mí querido compañero, Edward, que tiene algo muy interesante para decir me contó que sabía algunas cosas respecto de la  pelea.- Ash golpeó la espalda del joven invitándolo a hablar y el sólo lo miró asintiendo, diciendo más para sí que para Ashton que estaba listo.
-Yo, bueno... Yo.- Tosió incómodamente.- Cada martes entro temprano a biología porque... De hecho eso no importa. Yo vi varias veces como ella pegaba las notas en su mesa.-
-¡imposible!- protestó Arzaylea. -No te había visto nunca, ni siquiera en clase.-
-Eso no me parece anormal, nadie sabe que existo en general.- Edward alzó los hombros con mucha tranquilidad como si de repente el pálido y tartamudo se hubiese ido y traído a un adolescente confiado y seguro. Prosiguió con el relato aunque era muy breve y contó que esta mañana se le había hecho tarde por lo que Ashton y yo no lo habíamos visto pero él si había visto el momento en que entra Mara, y pega la nota sobre mí mesa, siendo incluso captado por la grabación.
Arzaylea, a esta altura se había puesto roja y seguramente quería huir de ahí, porque su juego infantil había terminado. Claramente la que tenía la cara rasguñada era yo, pero ella había perdido mucho más. Además de que había ganado la apuesta.
Mis padres me sacaron casi de un tirón del despacho mientras hablaban sobre mí castigo. No supe que pasó con los demás, tampoco conmigo, sólo pude pensar en que en poco tiempo sabría que le pasaba a Luke respecto a mí y si pensaba que solamente podíamos ser amigos.

Dumb WordsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora