Capítulo 2

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Las clases del dia habían finalizado y todos los estudiantes se habían retirado del salón excepto una, Miku. Debido a que durante el día se había comportado de una manera excepcionalmente horrible, el profesor la tenía castigada aseando todo el salón luego de que todos se fueran, así que allí estaba, barriendo todo el lugar sola, triste y abandonada. Su profesor mientras arreglaba unos papeles antes de irse, se encontró un examen de un alumno que se olvidó entregar.

—Profesoooooor... esto no es nada divertido —alegaba la aguamarina—. Al menos podría poner algo de música para asear al ritmo de algo, hace las cosas más entretenidas. Así más bien parece una tortura —se lanzó al suelo de forma dramática a modo de protesta.

—Guarde silencio y limpie más rápido si se quiere ir —dijo fastidiado con su alumna—. Esto es... de Len Kagamine, ¿qué haré? —miraba el papel que había encontrado

—¡¡El profesor me quiere matar de aburrimiento!! —gritó por la ventana hacía afuera.

—Señorita, que cree que hace, entre la cabeza de inmediato —se levantó y caminó hasta donde estaba ella—. Encontré algo más entretenido para usted que este castigo agobiante para ambos.

—¿Eh? —sacó su cabeza de la ventana y lo miró— Profesor, no me va a poner a revisar examenes allí con usted o a seducirme para levantar el castigo y aprovecharse de mí —se abrazó a si misma— ¡Nunca me atrapará con vida! —se disponía a correr.

—¡No, señorita Miku! No se altere y deje de pensar estupideces —dijo tratando de calmarla.

—¿Entonces que quiere ahora?

—¿Podria entregarle este examen a su compañero, por favor? —dijo mientras le entregaba el examen, Miku lo recibió y lo miró.

—Len Kagamine... —se quedó pensando— ¡Ah! El chico asocial. No se preocupe, dejemelo a mí, ¡nos vemos! —tomó sus cosas y salió corriendo por los pasillos.

—Espero que lo haga bien. Esta niña me hace dudar de mi carrera como profesor —susurró para si mismo.

La aguamarina estaba corriendo feliz porque habían reemplazado su castigo con algo mucho más motivador que hacer. Se dirigía a la salida para encontrar al rubio antes de que se fuera. Lo conocía de vista nada más, podría jurar que nunca lo había escuchado hablar y cuando ella intentaba hablarle, este la ignoraba, le parecía grosero pero no podía culparlo.

—Waaaaoo, tiene la mejor nota en este examen, podría ayudarme con unos pequeños trucos y así no tener que esforzarme para aprobar algo —dijo mirando el examen—. Bueno, Kagamine-kun, Kagamine-kun, Kagamine-kun —decía mientras lo buscaba con la mirada-—¡Ah! ¡Ahí esta!

Apenas lo encontró corrió hacía él lo más rápido que pudo para alcanzarlo.

—¡Kagamine Len-kun! —gritó acercándose a él y tirándosele encima para frenarlo.

El chico se detuvo en seco y espero pacientemente a que el estorbo que tenía encima se bajara. No era muy pesada, pero le molestaba el contacto físico.

—Nada te da derecho a tirarte encima mío —habló muy frío asustando un poco a Miku.

—Lo siento,Kagamine-kun, el profesor me dijo que te entregará esto —le extendió el examen y él solo lo recibió.

—Gracias —dijo cortante y prosiguió su camino.

—Ah, ¡Kagamine-kun! —caminó rápido y quedó al lado de él.

—¿Se te ofrece algo más? —dijo sin despegar la mirada de su celular.

—Vi que tenías la mejor nota y quería saber si me ayudarías a "estudiar" —hizo unas comillas con sus manos—. No soy muy buena en esta clase y me vendrían bien algunos trucos.

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