La escuela.
Preparatoria.
La preparatoria, es el lugar donde los niños empiezan a gustarse, das tu primer beso, dejas tu niñez atrás y das un paso hacia tu adultez...
Justo cuando creí que tendría un respiro. Esperaba encontrarme con personas con las que me llevara bien, y hacer buenos amigos, pero parece que la vida no me quiere feliz o todavía no es momento de que lo sea.
A las afueras de Lexington hay una preparatoria, esta esta toda pintada de amarillo es un color que me hace sentir muy alegre; frente a la biblioteca hay un girasol, es muy grande pero es el único a su lado hay un árbol, ahí yo me sentaba a leer durante las tardes. La preparatoria tiene tres edificios, una cancha de futbool afuera, la de básquet a dentro y una piscina afuera.
Recuerdo habían tres secciones la mía era la B, o sea eran A, B y C. En la clase A estaban los más listos y con la mejor conducta; en la C los que eran considerados "vándalos", recuerdo de que se corrían rumores de que los niños ahí fumaban y hacían pactos satánicos, la verdad no quería saber que era lo que realmente hacían ahí; también estábamos nosotros que no éramos ni buenos ni malos, o eso decían.
El primer día de clases en esa preparatoria me encontré con Liza y Julieta. Juntas recorrimos todo el lugar y encontré ese girasol bajo la sombra de un árbol, pensé: "son realmente hermosos" refiriéndome a los girasoles. Llegamos al salón y no podía creer lo que veía, sentada, ahí, estaba Alisson... En ese momento pensé: "Creo que Pigel sigue existiendo" me miró y sonrió de una manera muy sádica.
El profesor entro, saludo, se presentó y nos hizo hacer lo mismo a nosotros. Cuando era mi turno me puse de pie y mire al profesor, recuerdo bien lo que dije : "Buenos dias, me llamo Melissa Benson, tengo 15 años". En ese momento escuche como en la parte de atrás ella susurro "Pigel" se escucharon unas cuantas risitas sofocadas, solo me senté y mire hacia abajo a lo cual Liza pareció darse cuenta y puso su mano en mi hombro, lo cual produjo un sentimiento en mi de algo así como "no estas sola".Durante el receso ella estaba rodeada de niñas nuevas y adivinen a quien vi... ¿listos?... a Bruno. Ambos me vieron y voltearon a verse entre sí, pareció como si le hubiesen dicho algo a las niñas que los rodeaban y cuando pase cerca se rieron, nadie me aseguró que fuera de mi pero así lo sentí, lo que pensé que se convertiría en una época de buenos recuerdos y ahora con esos dos no parecías ir nada bien.
Recuerdo que me pregunté en que salón estaba Bruno pero ahora que lo pienso la respuesta llego de inmediato, por su conducta y notas los más seguro es que estuviera en la clase C.
En el siguiente año, fue como a mediados de segundo de la preparatoria, algo importante estaba por suceder...
Eran casi las 11 de la mañana, alguien toco la puerta de el salón la profesora miró la puerta y dijo:
- Pase - la puerta se abrió y era el director entro al salón, se acercó a la profesora y le susurro algo.- Elizabeth Thompson - ella se puso de pie - acompáñame - ordenó el director y Elizabeth le siguió.
Al cabo de unos minutos ella entro acelerada, tomo sus cosas.- Liza, ¿paso algo? - No pude evitar preguntar, la curiosidad me mataba.
- Mi papá volvió - dijo en un hilo de voz y saliendo del salón a toda velocidad. En ese momento sus lágrimas fueron visibles, llevaba la nariz roja al igual que sus ojos.
Cuando llegue mi casa vi a mi papa el estaba usando un traje negro con una camisa roja formal y una corbata negra. Entre. - Volví - mi papa me miró y sonrió.
- Prepárate, iremos a casa de los Thompson. - su sonrisa era sincera, además siempre que íbamos me decía a la casa de Elizabeth o la casa de Lucía, era muy extraño en esta ocasión. Mama bajo y llevaba un vestido color crema y zapatos negros y un suéter café también llevaba un moño con una trenza, era precioso.
Subí a mi habitación y busque algún vestido. Encontré uno amarillo llegaba exactamente a mis rodillas y use unas zapatillas cafés, yo en cambio a mi mama solo cepille mi cabello.Bajé las escaleras, vi a mis padres y a mi hermano. - ¿Lista? -me pregunto, se dirigió a la puerta.
- Lista. -
Abrió la puerta y luego de caminar un rato llegamos, mi papa toco la puerta. Luego de unos segundos un hombre rubio de ojos azules abrió la puerta; nunca lo había visto pero me resultaba familiar. No espere esa reacción por parte de mi padre. Se lanzó y lo abrazo, vi lágrimas caer por su rostro, mi mama me sonreía y puso su mano en mi hombro, luego de unos minutos se soltaron y el paso a abrazar a mi mama; me vio - Ella es su hija, eso no lo dudo - me miro y sonrió - se parece mucho a ti, Anna. - Me extendió su mano para que la estrechase y así lo hice.
- Buenas noches - luego volteo a ver a mi hermano y acaricio su cabello, mas bien lo revolvió.
- Se parece mucho a ti, Erick. - se dio la vuelta y dijo - Entremos - le seguimos.
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Los Unicornios Existen
Teen FictionPues es una historia que se me ocurrió llegando a media noche. Espero que la disfruten. Narra la una parte de la vida de Melissa, desde su infancia hasta su adultez. Pasando por sus buenos y malos recuerdos. Ella posee el carácter de la típica pers...