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Observando el horizonte
con ojos de ansias y sueños
a veces paso aquí el día
sentado en el glauco suelo
callado, ensimismado
en mis pensamientos, quedo,
alucinando que voy
en un barco grave y negro
bogando como un pirata
velozmente hacia el puerto
do una maldición separa
el corazón de mi cuerpo.
Con una tripulación
de muy locos sentimientos
que de repente amotinan
controlando mi cerebro
hasta que soy liberado
por un palmazo de viento
y despacio veo irse el
fantasma de tu recuerdo
caminando por el mar
susurrando con su aliento
hacia la raya invisible
que parte el agua y el cielo.
Ya los cúmulos empañan
el venusto firmamento,
una sirena sonora
canta un cántico dantesco
y mi barco se hunde leve
en masa del mar espeso,
se humedece mi pupila
y es entonces que despierto.
Ha pasado una vez más.
los cúmulos me siguieron
esta vez y hay una gota
salada, en mis labios secos,
de fresco y profundo origen.
Me pregunto si fue un sueño...

Mil Versos De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora