Recuerdos de un Trato

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El pequeño lobo se encontraba descansando juntó a su pequeño cachorro, cuando sintió unas leves palmaditas en la cabeza.

-Despierta- medio logro escuchar una voz familiar, más no quería despertar, se encontraba tan cómodo en ese lugar, era cálido, cómodo y apacible.

-Tú lo pediste- dijo su compañero suspirando pesadamente por lo que haría. Con cuidado se acercó al lobo y sin pena alguna le sopló justo en la entrada de la oreja lo que provocó que Blue saltara del susto con todo y bebé.

-¡Ay! ¿por qué hiciste eso?- le gritó Blue al susodicho culpable mientras se pasaba la pata por la oreja para quitarse esa incomodidad.

-Yia- ese grito de su bebé lo sacó de su "pelea" con su compañero para ver como el pequeño estaba algo lejos de ellos, panza arriba, sollozando y sobándose la cabeza por el golpe que sufrió por la caída provocada por su madre.

-¡Muffin!- le dijo totalmente asustado, sin perder tiempo se acercó a su cría y lo tomó entre brazos- ¿estas bien pequeño?...ya, ya...ya pasó- le consolaba arrullándolo, acariciando su pelaje y lamiendo su herida en la cabeza.

-Deberías disculparte, después de todo ese golpe lo causaste tú cuando saltaste- le dijo con cierta burla.

-Si no me hubieras soplado en mi oreja, no habría saltado- le reclamó inflando sus mejillas molesto.

-Si te hubieras despertado cuando te lo pedí no te habría tenido que asustar- le respondió sin inmutarse.

-Ni siquiera ha amanecido- se quejó Blue por despertarlo, molestarlo y lastimar a su bebé.

-¿Seguro?- le preguntó dándole la espalda mientras se dirigía a la hacía la salida del lugar.

-Bueno, yo...- en realidad Blue no estaba seguro de esa afirmación, pero estaba tan enojado que ni prestó atención.

Sin decir nada su compañero se acerco a lo que sería la entrada del hogar del zorro y con unos empujones y tirones logró quitar unas ramas y hojas que obstruían el paso, dejando pasar un gran rayo de luz por la madriguera del zorro. Esto apenó mucho a Blue, no solo estaba equivocado, sino que le gritó a su anfitrión y le habló de una forma horrible, según él. Sin mencionar que eso lo hacía ver como un flojo ante él, cuando siempre se considero un lobo responsable y madrugador.

-L lo siento, no quise ser grosero- se disculpó bajando las orejas y la cabeza, como muestra la sinceridad de sus palabras.

-Esta bien, no estoy molesto, pero si te vas a quedar aquí por un tiempo te recomiendo escucharme si quieres evitar problemas por aquí- le dijo tomando su barbilla para hacerlo ver a los ojos- ¿entendido?-

-S si- Blue estaba totalmente intimidado por ese zorro, solo bastó una mirada suya para hacerle temblar de miedo, sus ojos reflejaban una gran presencia, no había duda de ello; y su voz era potente incluso cuando usaba un tono bajo o tranquilo de hablar.

-Entonces vamos- le dijo formando una sonrisa para separarse del can, no sin antes rozar su cola con la cara de Blue, y guiarlo a la salida.

-Sorprendente- pensó en voz alta al verlo alejarse, realmente tenía una energía muy dominante, algo que lo impresionaba de sobremanera.

-¿Qué cosa?- el otro se volteo a ver a Blue, pues alcanzó a escucharlo.

-Am...que...me sorprende que a pasar de estar todo oscuro lograras levantarte como si nada- le dijo tratando de simular su nerviosismo.

-Oh, pues he vivido en esta madriguera por bastante tiempo- le contestó saliendo de su refugio- con los años aprendí todos sus pros y contras, sin mencionar que ya estoy acostumbrado a esta rutina sin importar estos inconvenientes- le explico en lo que Blue ayudaba a salir a Muffin de la madriguera.

Un lobo muy interesanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora