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Narra EunWoo.

Ambos caminábamos rumbo a los salones que estaban más alejados del instituto.
Nos habíamos saltado la primera hora, sí estaba muriendome de nervios, pero no por perder la clase, sino por que le iba a declarar a Binnie.

Sé que me rechazará, pero tengo que intentarlo. Tengo que decirle sobre mis sentimientos hacía él.

Los dos íbamos caminando, uno junto al otro; haciendo que nuestras manos se rozaran, veía de reojo a Binnie y el se sonrojaba cada que éstas chocaban.

Por fin llegamos tras los salones. Tras éstos habían bancas de concreto y mesas del mismo material. El pasto era tan verde, que me asombraba de que nadie viniera a aquí. Éste es mi lugar favorito, y escogí este lugar para declarar mis sentimientos a Binnie.

Nos sentamos en las bancas dejando nuestras mochilas sobre la mesa, Binnie recargo su cabeza sobre su mochila, mientras observaba las grandes rosas, de girasoles y margaritas.

-Éste es mi lugar favorito -hablé mientras dirigía mi vista a las flores.

-Me asombra que nunca lo halla visto -susurró, con una sonrisa en su labios. Sus labios.

-Sobre lo que paso ese día en mi casa -dije y rápidamente el volteó a verme, y luego agachó la cabeza-, en realidad no me arrepiento de haberlo hecho -declaré- y mucho menos fue un error -llevé mi mano derecha a su mentón y la levante, haciendo que sus ojos se encontrarán con los míos.

-H-hyung -susurró, sus orbes tenían acumuladas lágrimas.

-Lo que estoy tratando de decir es que -me detuve un momento, cerré mis ojos estos también empezaban a comulgar lágrimas-. Me gustas Binnie -confesé.

Estaba listo para lo que viniera después, que Binnie me Madara derechito a la de, ya me imaginaba en sus palabras: "No puedo corresponderle, hyung" y por último se fuera.

Pero no, abrí los ojos al no escuchar alguna palabra proveniente de el, las lágrimas que estaban acumuladas en sus ojos estaban saliendo resbalando por su delicada mejilla y sonrió.

-Esperé tanto para escuchar esto, Hyung -sonrió-. Tu también me gustas -confesó finalmente. No me lo creía, no podía. Binnie también sentía lo mismo por mí. Esto no podía estar mejor.

Mis dedos limpiaron sus lágrimas y le sonreí. Ahora que estaba cerca podía contemplar lo hermosoque era. Quería tenerlo más cerca; lo abracé envolviéndolo en mis brazos, el también enrolló sus brazos en mi cuerpo. Besé su cabellera negra. Después de unos minutos nos separamos.

El siguiente paso, EunWoo.

-Binnie, ¿Quieres ser mi novio? -le pregunté inmediatamente cuando nos separamos, estaba nervios y mis píes temblaban. Lo bueno que estaba sentado. El asintió varías veces.

-Sí, Hyung -sonrió. Estaba más que feliz, había declarado mis sentimientos y éstos fueron aceptados.

Con mis dos manos agarré su cara, y me fui acercando lentamente hacía él. Nuestros alientos chocaron haciendo que Binnie cerrara los ojos.

No era como la primera vez, por que sino estuviera consciente que después del beso Binnie saldría corriendo, pero ahora ya no.

Por último acorte el espacio que nos separaba, y uní nuestros labios; como un símbolo de estar sellando nuestra relación.

Era un beso delicado, nada de perversidad. Quería saborear sus labios.

Estaba besando al hombre que me iluminaba el día, el amor de mi vida. Si volviera a nacer, pediría encontrarlo de nuevo en el futuro.

MoonBin era mi vida, no sé como llegó hacerlo, pero éste sentimiento que han sido declarados, esta más que claro; amo a MoonBin. Y no me importaría vivir amándolo.

Nos separamos del beso y junto mi frente con la de él. Ambos sonreímos.

-Nunca pensé que te fijarías en mi -habló Binnie.

-¿Acaso no me fijaría en un ángel? -pregunté y él se sonrojó.

-¡Hyung! -hilló y se llevo las manos a cada lado de sus mejillas y las escondía para que no pudiera ver su notable sonrojo.

-Eres tan lindo -sonrío al ver que también sus orejas están rojas.

De un momento a otro siento sus labios presionar los mios. Haciendo un beso no muy inocente.

-Te amo, hyung -confesó Binnie al separarse de mí.

-Te amo, mi Binnie -sonrió y lo abrazo.






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