Me gustan las ojeras de tus ojos por no dormir.
Me gusta tu cabello sin arreglar, porque tienes mejores cosas que hacer.
Me gusta que te quejes, porque hace notar que piensas en ti.
Me gusta que no eres domesticado.
Me gusta que seas tú.
Frío, sar...
Logré mirar como Yugyeom se lanzó para intentar apartar a Yoongi.
Enseguida entraron mis hermanos junto a Jin.
No lograba moverme ni hablar después de sentarme en la cama. Mi cuerpo no respondía. Solo presenciaba todo. Solo podía mirar...
-Seolhyun.- Vi como Namjoon se acercó y tocó mi rostro. Dolía.
Pude presenciar el momento en el que Hoseok entró para golpear al cabrón. Yugyeom intentaba detener a ambos. Namjoon le ayudó.
De pronto sentí que Jin me cargó en sus brazos y me sacó de ahí.
Me dejó en el asiento del copiloto de un auto. Después regresó dentro de aquel lugar.
Mis ojos comenzaban a escocer.
Lágrimas comenzaron a amenazar con salir. Las intenté detener. No quería llorar. Pasé una mano por mi rostro, cerré los ojos con fuerza, en verdad dolía.
Miré como mis dos hermanos salieron junto a los otros dos. Yugyeom se había quedado ahí.
Sentí que habían subido al auto dos personas. Mis hermanos.
Nadie dijo absolutamente nada. Namjoon condujo hasta casa. Yo miré a la nada, intentando procesar todo.
Jin y Yoongi venían detrás en otro auto.
Al llegar bajé, incluso yo misma supe que lo había hecho a la velocidad de una tortuga.
Entramos todos a casa. Silencio, respiraciones agitadas.
Namjoon y Hoseok me abrazaron. Intenté retener las lágrimas, suspiré más de una vez en sus abrazos.
Senti a Hoseok y Namjoon tan cerca de mí que comenzaba a calmarme. Mis hermanos, mi todo.
-Seolhyun. Eres a quien más amamos.- dijo Hoseok, su voz se empezó a quebrar.- Te amamos más que nada en la vida.- dijo y sentí un pequeñísimo y casi inaudible sollozo de Namjoon.
No lloraría, tenía que ser fuerte.
Después sentí los brazos de Jin. Sé fuerte Seolhyun.
Pasaron unos momentos. Yoongi se acercó. Me miró por unos segundos con las manos dentro de su chaqueta. De pronto tomó ambas manos mías y acarició con su pulgar la parte de arriba de ellas.
Sentí un jalón.
Acabé refugiándome en su pecho. No lo aguanté más. Lloré desgarrándome por completo.
Sentí como comenzó a acariciar mi cabello y a mecerse suavemente.
Los días siguientes me encontraba más tranquila. Los golpes casi ya no eran visibles. Estaba mucho mejor en todo sentido.
Hoseok despertó en una de las noches por mis gritos. Namjoon igual. Había tenido pesadillas. Al menos solo había sido por aquella noche, no volví a tenerlas.
Estaba bien. Pero me había asustado demasiado.
Me encontraba en mi habitación tomando un té que Hoseok había hecho para mí.
El timbre de la casa sonó. Escuché como abrieron la puerta principal, y reconocí aquella voz enseguida.
-¡Seol! ¡Seohyun!- le escuché.
Sentí los pasos corriendo hacia mi habitación, y después la puerta se abrió, ahí estaba él, con su cabello revuelto y sus dientecillos de ratón.
Se aproximó a mí y me abrazó. Lo extrañaba, extrañaba a Jungkook, sin duda.
-Dios mío, qué bueno que estés bien, me asusté demasiado vine enseguida, Seolhyun no vuelvas a hacerme algo así.- dijo rápidamente sin soltarme.
-Es bueno verte rata.- reí leve y cerré mis ojos disfrutando de aquel reconfortante abrazo.- Estoy bien.
La tarde la pasé junto a Jungkook en mi casa, vaya que sabía hacerme sentir mejor. Hablamos de Yoongi, de su viaje (arruinado por mí) a Busan, de cuanto habíamos extrañado al otro.
Se fue no sin antes decirme un millón de veces que tuviera cuidado cuando saliera, que no saliera sola y cosas por el estilo. Yo asentía con una sonrisa.
Ya cuando se había hecho de noche, me encontraba viendo la televisión con mis hermanos. El timbre sonó de nuevo.
-Seolhyun. Es para ti.- dijo Namjoon
¿Para mí? Jungkook ya se había marchado.
Miré quién había entrado. Era Yoongi.
Después de un suspiro bastante pesado Hoseok habló.
-Dormirás esta noche con Él. Ha hablado con nosotros y pues... vale. Solo, cuídala, por favor Yoongi.- dijo mirándolo
Este hizo un gesto con la cabeza y yo subí a mi habitación por mis cosas, era extraño pensar que Yoongi había hablado con mis hermanos para una cosa como tal.
Bajé lista con una pequeña mochila. Mis hermanos me dieron un beso en la mejilla junto a un "cuídate".
Salimos en dirección al auto de Yoongi. Me detuvo sin cuidado con un empujón antes de subir al auto y abrió mi puerta.
Este era Min Yoongi siendo caballeroso, a su manera.
Condujo hasta su apartamento.
En el camino sentí un toque en mi hombro. Miré y era Él que había extendido su mano. La tomé y entrelazó nuestros dedos.
Así condujo hasta llegar a su hogar. Me gustaba demasiado aquel hombre. Creo que aquel era un sentimiento más allá de gustar, le quería.
