Fugitiva ¿Una historia de amor? ¿DE ACCION? ¿Quién sabe?

Capitulo XI

                                                                                           Despedida

-Khyannae, ya no llores, sabes, trataremos de escondernos para que no nos maten, ¿entendido? Todavía tengo la fuerza y destreza que tenía de joven, sé cómo escabullirme del peligro. - me dice con una actitud de broma.

Sí, lo entiendo Rheynie - en realidad no se qué me quiso decir sobre esa destreza, me gustaría quedarme, pero el tiempo ya está perdido y solo me queda media hora.

Ella se me acerca y dice: "hija, no olvides lo que te dije, el nombre de tu madre, y el de la líder de los rebeldes. Cuando se te presente una oportunidad, no lo dudes, actúa en cuestión de segundos" 

Justo en ese instante, el monorriel se prepara para partir, ella me lanza un dulce, "cómetelo ahora, así no te dormirás y tal vez no te pongan el localizador."

"Entiendo, pero, ¿por qué no dormir? Parece ser que siguen utilizando su mala estrategia, lo cierto es que no lograrán vencerme, no dormiré", me digo a mi misma y me como de un golpe la barra energética de grosellas mentoladas, las mismas que comemos para poder terminar de hacer nuestras actividades y no dejarnos vencer por el sueño. 

Recuerdo que cuando era niña, me gustaba escabullirme entre los edificios, me divertía molestar a los Guardias; recuerdo cuando llego Jholie, era muy pequeñita, sus primeras palabras, cuando aprendió a caminar; también nuestros juegos con las otras chicas, las actividades que compartíamos; o como cuando salimos del área, junto a Rabbenha y Phaula, para recoger los "tesoros"; las noches que nos reuníamos las cuidadoras, para contarnos cuentos de terror; o la vez que encontré un libro con muchas imágenes, el cual terminó siendo confiscado por uno de los guardias... !ufff! Estoy a punto de dejar todos esos momentos valiosos, en serio extrañaré a todos y cada uno de los que he conocido...

Me esfuerzo por no llorar aunque sé muy bien que las despedidas pueden ser dolorosas, una gruesa gota salada se escapa de mis ojos, no quiero dejarlas, me duele no saber qué pasará mañana, seco mis lágrimas y esbozo una cálida sonrisa... 

La gran mayoría de las chicas se reunieron en, lo que llamaríamos, plaza. Aunque lo que hicieron me deja atónita...

FIN CAPITULO XI