Día 6. Sábado

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Day 6: En mi caso, una expresión como "enamorarse de mí" o incluso "ser amado" no es en lo más mínimo apropiado; tal vez describe la situación con más exactitud decir que fui "protegido".

-No Longer Human

-¡Dazai! -gritó el pelirrojo mientras veía como el otro se marchaba sin siquiera dirigirle la palabra. -¡Espera!

El aludido se detuvo y volteó a verlo. Le dedicó una amigable sonrisa y se acercó hasta quedar delante del otro.

-¿Qué pasa, Chūya? Creí que ya habíamos terminado con esta aburrida conversación. -soltó dando a notar su molestia. -Mejor vamos a tomar algo, yo invito.

El menor le detuvo rápidamente y lo tomó por el cuello de la camisa. Estaba enojado, no, estaba furioso.

-¡¿A qué te refieres con aburrida conversación, bastardo?! -lo zarandeó un poco. -¿Así le llamas a mis sentimientos por ti? ¿Una conversación aburrida? ¡Menudo idiota! -le empujó con gran fuerza que el castaño terminó en el suelo.

Con cuidado y arreglando sus ropas, Dazai se levantó y nuevamente quedó delante de él, pero ahora su semblante había cambiado.  Alzó ambas manos en señal de que no quería tener ningún problema y se atrevió a aclarar sus dudas.

-Lo siento Chūya, pero no me gusta hablar de eso.

-¿Huh? Explícate. -ordenó.

-Verás, en mi caso, una expresión como "enamorarse de mí" o incluso "ser amado" no es en lo más mínimo apropiado. -llevó su mano a su barbilla y comenzó a pensar en cómo definiría aquel sentimiento. -Tal vez describe la situación con más exactitud decir que fui "protegido".

Chūya se le quedó viendo por un par de segundos procesando aquella respuesta. Si bien no le había aceptado, tampoco era un rechazo. Río quedamente mientras agachaba el rostro pensando en una respuesta para aquello.

-Entonces, si esto no es amor...-dudó un poco si seguir con aquello. -¿Podría decir que quiero protegerte? -preguntó hilando todo, a lo que el mayor alzó los hombros y comenzó a andar rumbo a su bar preferido.

-Llámale como quieras, me da igual.

-¡Dazai, espera! -nuevamente le detuvo y tomó fuerte de su mano, asegurándose de que no escapara. -¡Te protegeré! -soltó con plena convicción . -Si para ti amar significa protección, entonces yo me encargaré de cuidar de ti, ¿me entendiste idiota? Ni se te ocurra decir que no porque juro que te golpearé.

Dazai soltó una sonora carcajada tras oír eso y una vez que se tranquilizó, le dedicó una mirada juguetona a su compañero.

-Pero qué cosas dices, Chūya. -levantó su sombrero y acarició sus rojos cabellos. -Tú siempre me has protegido, ¿no es así? Así que no tienes que decirlo. Además, yo también te protegeré.

Le dedicó un guiño y tomó su mano, entrelazando sus dedos.

-¡Vamos! Que el bar nos está esperando.

Chūya asintió quedamente y caminó a su lado. Esa había sido una extraña manera de declararse pero al menos sabía que era correspondido, de una manera poco común, pero lo era y eso lo hacía más feliz que cualquier otra cosa. Después de todo, proteger a Dazai es algo que solamente el podía y sabía hacer.

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