Detrás De Mi Ventana | YAMIRO

27.

- Me duele mucho la espalda – dijo Ramiro–
- ¿Quieres que te de un masaje?
- ¿Sabes? – pregunto asombrado-
- Claro... estas manos hacen maravillas. – dijo en un tono pícaro–


A Ramiro le estremeció esa frase y se puso mas tenso.


- Mira, relájate – se puso de pie mostrando su cuerpo a Ramiro, como el agua escurría y caía por cada poro de su piel – gírate – le ordeno –


Ramiro obedeció y Yam se arrodillo ante el, comenzó a masajearle los
hombros, sobarle la espalda y le susurraba al oído cosas.


- Relájate... no estés tenso... cuenta hasta diez, cierra tus ojos y disfruta....


Y ella ni siquiera sabia que Ramiro, estaba más que excitado.
De pronto, las manos de Yam comenzaron a bajar lentamente, acariciando sus brazos, después acariciaron su cabello, aun mojado, su cuello..

Como estaba de espalda, recargo su barbilla entre su hombro, y comenzó a besarle el cuello... Ramiro no decía nada, solo disfrutaba, como ella le había pedido, Yam lo giro y se sentó encima de sus piernas, mientras que con su mano acariciaba el abdomen de Ramiro, y recorrió con sus dedos finos las facciones del rostro de Ramiro, hasta que acerco su rostro y comenzó a besar su mejilla hasta llegar a sus labios, húmedos con su misma saliva, los juntaron, y probaron su sabor, saborearon los labios uno del otro, perdiéndose en el tiempo y en el espacio. Las manos de Ramiro jugueteaban con sus pechos y sus caderas, y al mismo tiempo las junto para que estuvieran encima de su miembro, ninguno de los dos aguantaba, ni siquiera sabían que es lo que estaban haciendo, que era lo que estaba a punto de pasar, pero les gustaba tanto, que no se querían detener.

Ramiro quito la parte de arriba del bikini de Yam y metió sus pechos en la boca, mientras que los masajeaba, la acaricio por completo, masajeando sus muslos. Los dos jadeaban y tenían la respiración entre cortada, Ramiro se desespero y se bajo los shorts poniendo a Yam en posición de penetración, Yam jadeo y solo hizo la cabeza para atrás al sentir meterse en ella por primera vez el miembro de Ramiro, cada embestida que daban era sensacional...

*Ring, ring*


- No te preocupes Ramiro, sigue durmiendo, yo contesto – escucho sus palabras ¿durmiendo? abrió los ojos y se dio cuenta de que Yam no estaba, escuchaba como hablaba con alguien en la sala, y el estaba en el jacuzzi con una erección de un tamaño no muy normal, rápido se levanto por una toalla... y se cubrió antes de que ella regresara, se moría de la pena, sus mejillas se enrojecieron y Yam comenzó a reír al verlo tan sonrojado.

- ¿Ahora que te pasa? ¿te dio pena por que en medio del masaje te quedaste dormido? descuida, no hay problema... ¿tienes hambre?
Ramiro solo asintió con verguenza.

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