Capitulo 4

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¿Qué se suponía que dijera? ¿Cómo debía comportarme a su lado? Apenas y podía respirar bien estando con el.

—Llamaré a Jin y le diré que te encontré —Suga sacó su celular y se dispuso a llamar a SeokJin—. Oh, Jin hyung, encontré a Jimin en la sala de ensayo, ya vamos hacia allá... sí, no se preocupe, nos vemos —terminó de hablar y cortó la llamada...

—... —tenía que decir algo pero simplemente nada salió y cuando iba a hablar mi estomago rugió de una forma increíble, ¿Por qué tenía que pasarme esto justo ahora? Agache mi cabeza para que no pudiese ver mi sonrojo evidente. Solo pude escuchar que se reía de mí, pero era tanta mi vergüenza que no me atreví a mirarlo.

—Sabía que ibas a tener hambre, vamos a comer —dijo finalmente, ya más calmado.

—S-si hyung —aish, ya quería correr y enterrarme por ahí— pero hyung, a esta hora no hay ningún lugar para ir a comer— dije poniendo atención a la hora, pues eran las 2:00 am, había estado en la sala de ensayo mucho tiempo, no me había dado cuenta.

—La comida sabe mejor cuando la compras en una tienda de 24hrs— dijo mientras se levantaba.

Suga podía ser la persona más cortante y fría del mundo y a veces un completo idiota, pero, siempre me mostraba su lado tierno y cálido, por más cansado que estuviese nunca se quejaba con nadie. Todo su ser lo guardaba para el mismo, parecía no importarle los comentarios maliciosos de las fans, pero lo herían de una forma inimaginable incluso para mi.

—Yo... desearía ser la mitad de fuerte que hyung —susurre pensando en voz alta. Cuando me di cuenta ya era muy tarde, visualice a Suga parado frente a mi con una cara de incredulidad y curiosidad.

—¿Qué dijiste? —¿Podrá ser que no lo escuchó? La vida no creo que me esté dando una segunda oportunidad ¿o sí?

—Yo no dije nada —traté de aparentar y mi cara solo hizo una mueca de inconformismo, pues ni yo me creía.

—...

—Es enserio hyung, ahora vayamos a comer, tengo un poco de hambre— me pare rápidamente, lo que hizo me me diera un leve mareo. Mi cabeza dolía como nunca y sentí como algo líquido salía de mi nariz.

—Jimin —dijo Yoongi y me atrapó en sus brazos poniendo un brazo alrededor de mi cintura— tu nariz está sangrando —no ahora, pensé, ¿por qué todo tenía que pasarme justo cuando estaba con él?

Se me quito el mareo, pero mi nariz no dejaba de sangrar. Le pedí a Suga que revisara mi bolso en busca de un pañuelo o algo y así lo hizo. Comenzó a buscar en los bolsillos un poco rápido hasta que encontró un pedazo de pañuelo y me lo puso en la nariz.

—Creo que ahora tendré que comprar un tampon —dijo Suga en tono de broma, la cual me desagradó bastante—. Perdón, pero fue inevitable —termino de decir y estalló en risa.

—Qué bien que mi desgracia sea tu felicidad —dije en tono sarcástico—. ya no quiero salir a comer, mejor si nos vamos directo a casa y ahí comeré algo —dije avergonzado, no quería que todos me vieran con un pedazo de pañuelo metido en la nariz.

—Está bien, pero la oferta del tampon sigue en pie —dijo riéndose aún.

Lo único bueno que podía sacar de la situación fue que hice reír a Suga hyung. Aunque me desagradaba el motivo de su risa, me gustaba verlo reír, sonreír era una cosa, pero escuchar las carcajadas era otra.

Me llevó al estacionamiento en donde tenía su auto y me subí en el asiento de copiloto. Frente a esa situación me sentía inútil y mi frustración crecía. No tenía licencia, ni siquiera sabía manejar. Suga tomó el asiento de piloto y se dispuso a encender el motor, luego se puso el cinturón y cuando se giró para abrocharlo adecuadamente me quedo viendo.

—Jimin —se quedó en silencio un momento, mi corazón estallaría en ese instante. Recordé las películas de romance en donde el piloto te queda mirando y luego se acerca lentamente y te da un beso declarándose.

—¿Qué pasa, hyung? —pregunté sin entender, pero, más nervioso que naufragó en tormenta.

—Abróchate el cinturón, eso es importante —terminó de decir y miró hacia el frente. Dios, ahora sí me sentía un idiota, recordé mi pequeña conversación el la sala de ensayo y lagrimas invadieron mis ojos. Si que eres inútil ¿No, Park?

Abroche mi cinturón y nos fuimos a casa. Cuando llegamos me baje rápido, dejando atrás a hyung y me fui a la habitación. Me recosté sobre la cama boca a bajo y lagrimas comenzaron a desbordarse de mis ojos. Me sentía mal, sentía como se desmoronaba todo en mi interior, sentía como Park Jimin se apoderaba de mi ser como últimamente lo hacía. «eres un inútil» «será mejor si te vas» esas palabras resonaban en mi mente.
Dejé de llorar y me levante en dirección al baño a sacarme el maldito pañuelo de la nariz, ya había dejado de sangrar, lave mi cara para borrar todo rastro de lagrimas existente y me fui a la cocina en modo ninja, pues ya eran las 3:10 am y estaban todos dormidos. Llegue a la cocina y abrí el refrigerador viendo si había algo para comer, cuando me di cuenta había un plato con mi nombre escrito en el, era la letra de Jin hyung. "Espero no ver este plato intacto mañana o sino conocerás al verdadero Kim Seokjin, come todo lo qué hay aquí, te dará fuerzas". Sonreí ante tal acto y susurre un gracias, puse el plato en el microondas y calenté la comida para luego sentarme y probarlo. Se veía realmente delicioso y el olor era magnífico, tenía miedo de que el sabor no fuese igual de delicioso que el aroma, pero se trataba de Jin, siempre superaba las expectativas si de comida se trataba, así que no lo pensé más y lleve una cucharada a mi boca, no me había equivocado, Jin era simplemente majestuoso en la cocina. Mientras comía, las lágrimas recorrían mis mejillas. Me sentía querido con ese plato, ese único plato de comida.

Cuando terminé, lave lo que ensucié y me fui a dormir, había sido un día largo.

No despiertes [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora