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Aproximadamente dos años atrás



Jooheon de verdad de verdad amaba a su mejor amigo. El amor que sentía hacia él era diferente, era una clase de amor que no había sentido hacia ninguna de sus novias anteriores.

Es decir, Changkyun siempre fue antes que ellas, por esto ellas siempre se ponían pesadas y esta era la razón por la que la que algunas habían terminado con él. A Jooheon nunca le importó realmente. Él quería estar con Changkyun. El problema es que había ciertas cosas que no podía hacer con él. Por ello se buscaba a otra chica, entonces esta también se ponía celosa de Changkyun, terminaban, y Jooheon tenía que buscarse a alguien más.

A veces se cansaba de esto. Pero cuando estaba soltero, lo único que quería hacer era pasar más tiempo con Changkyun. Terminaba su turno - en el restaurante de comida rápida en el que él y su mejor amigo trabajaban - ansiando llegar al pequeño departamento que compartía con él, porque sabía que este último estaría esperándole, luego se sentarían frente al televisor, pero cada uno estaría pendiente de celular, y al día siguiente despertaría con Changkyun entre sus brazos.

No le gustaba salir los fines de semana porque prefería pasar todo el día holgazaneando junto a él. Amaba cada oportunidad que tenía para abrazarlo. Obviamente todo lo anterior no estaba bien y por eso se buscaba a alguien más, para distraerse. Para calmar su pequeña obsesión por él.

Después de todo era el único que se sentía así, aunque esto no quería decir que estaba enamorado de él o algo por el estilo, Jooheon no era gay, Changkyun si. Jooheon simplemente lo quería mucho, tal vez demasiado, pero no llegaba a esa clase de amor. Por otro lado, Changkyun estaba perdidamente enamorado de su amigo de la infancia, o lo que sea que Kihyun significaba para él.

Además, Changkyun odiaba todo este asunto de las muestras de afecto. Sobre todo, si eran de su parte. ¿Por qué? Jooheon no lo sabía, y durante mucho tiempo solo lo hizo para molestarlo, no obstante, se volvió adicto a ello.

- Hyung, déjame – murmuró el menor, demasiado ocupado estudiando, como para notar el hyung que había escapado de sus labios. Usualmente Changkyun no lo llamaba así, su mejor amigo no tenía ni una pizca de respeto hacia él.

Jooheon se sentó detrás de él en la cama, el menor entre sus piernas, con su espalda descansando en el pecho del mayor, y este último abrazando su cintura desde atrás. Porque conocía a Changkyun muy bien sabía que por muy ocupado que estuviera, tendría el ceño fruncido porque sea lo que fuera que Jooheon estuviese haciendo lo molestaba, pero estaba muy concentrado para decírselo. Cuando el mayor se inclinó un poco hacia adelante pudo ver esa pequeña arruga en su frente, y sentir la exasperación creciendo dentro del menor.

Eso no hizo más que provocar que Jooheon lo abrazara con más fuerza apoyando su mejilla en el hombro del más bajo. Su mejor amigo suspiró con fuerza. El mayor sopló en su oreja, Changkyun se estremeció, sin embargo, no dijo nada y empezó a subrayar todo aquello que fuera importante de su libro de texto.

Podía sentirlo, Changkyun explotaría en cualquier momento.

Por unos minutos todo lo que Jooheon hizo fue apoyar su mejilla en el hombro contrario y escucharlo murmurar fórmulas para encontrar quien sabe que cosa. Hasta que se aburrió y dejo un pequeño beso sobre su nuca, con esto último Changkyun explotó.

No obstante, cuando ladeó la cabeza, antes de que pudiese insultarlo, Jooheon lo besó.

Presionó sus labios contra los de Changkyun, su lengua deslizándose dentro de la boca del menor cuando este se lo permitió. Sus ojos solo se cerraron cuando los de Changkyun lo hicieron, sus brazos aun rodeaban con firmeza la cintura del menor.

El asunto de los besos era algo nuevo, comenzaron en esa ocasión en la que le había pedido ayuda para ahuyentar a su fastidiosa acosadora. Si Changkyun se molestaba con las pequeñas muestras de afecto, abrazos, caricias, etc. Jooheon pensó que definitivamente odiaría los besos también. Hasta cierto grado se equivocó, porque cuando lo besaba de la nada, siempre acababa con dolor en el abdomen por el golpe que Changkyun le propinaba. Sin embargo, había extrañas ocasiones (como la de ahora) en la que por alguna inexplicable razón este se dejaba. Solo se besaban, durante largos minutos, hasta que alguno de los dos dejaba escapar un gemido por algún roce en una zona sensible, y ahí lo dejaban. No se miraban a los ojos y hacían como si nada hubiese pasado.

Eso explicaba porque Jooheon se sorprendió cuando Changkyun lo dejo recostarlo en la cama, separando sus labios por escasos centímetros solo para volver a unirlos con más avidez. Ubicándose entre sus piernas, deslizando su mano por debajo de la sudadera del menor, acariciando su cintura. Changkyun respiró profundamente, y Jooheon volvió a sorprenderse, porque para este punto el menor ya lo habría pateado en las pelotas. Pero, esa noche su mejor amigo incluso estaba tocándolo. Las manos de este se pasearon por su pecho, se detuvieron en sus hombros, y jugaron con el cabello en su nuca.

Eran este tipo de cosas las que supuestamente no podía hacer con él, por eso Jooheon solo tenía curiosidad por saber hasta dónde podía llegar. Se acomodó sobre el menor, presionó sus caderas contra las contrarias, descubriendo que el otro estaba tan duro como él. Al ejercer más presión Changkyun rompió el beso solo para jadear pesadamente y sujetar con fuerza la camisa del mayor. La expresión de Changkyun, dios, fue lo que lo motivo a moverse una vez más, y otra, y otra hasta que los jadeos se convirtieron en gemidos.

Nunca habían llegado tan lejos, a pesar de que aún seguían completamente vestidos, era más de lo que Jooheon podían soportar. Los leves gemidos de Changkyun, graves y dulces a la vez eran tan buenos, lo ponían más, no se comparaban a los escandalosos y exagerados de la mayoría de sus exnovias.

Jooheon se incorporó, deshaciéndose de su camisa, pero todo lo que tenía planeado hacer con su mejor amigo quedo olvidado, cuando al intentar besarlo de nuevo, Changkyun posó sus manos en su pecho, deteniendo cualquier tipo de avance.

- Es suficiente – dijo tras cerrar los ojos y dejar escapar un suspiro. Jooheon estaba a punto de preguntar si había hecho algo mal cuando Changkyun agregó: – tengo que estudiar...

Jooheon ni siquiera sabía porque había pensado que esta vez sería diferente; que Changkyun dejaría de poner excusas y le pediría que volviera a besarlo. Dios, pero que estúpido fue. Sintió una punzada en el pecho cuando Changkyun se levantó y se encerró en el cuarto de baño.

A veces sentía como si en lugar de ser su mejor amigo, fuese el peor enemigo de Changkyun. Y es que este no había cambiado desde que se conocieron, igual de frio y distante. Esperar un abrazo de Changkyun era como creer que los shows de caza fantasmas son verídicos. Dolía porque, así como la existencia de los fantasmas, el que Changkyun sintiera tan siquiera un poquito de amor por él, era muy difícil de creer. Su presencia siempre le molesta, el que se acercara mucho o pasaran más tiempo de lo necesario juntos. Ahh, pero si él fuera Yoo Kihyun... Jooheon sacudió su cabeza y bajo la vista hacia el bulto en su entrepierna. Kihyun no tenía la culpa de nada.

Eran en esos momentos en los que Jooheon no podía explicar porque seguían viviendo juntos, o porque eran los mejores amigos, y de esto ultimo solo estaba seguro porque Changkyun siempre lo presentaba como tal, sino fuese por eso ya habría perdido todas las esperanzas.

Porque Jooheon de verdad amaba a su mejor amigo.

Se dejo caer sobre la cama del menor, y suspiró pesadamente, tal vez Hyojung estaba libre a esa hora.


It's Not Working ❥ JooKyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora