EPISODIO 6

231 4 0
                                    

Y esa es la verdadera razón por la cual la burbuja es necesaria. La vida fuera de su estructura es imposible. Si no mueres por el calcinante sol, te estarás enfrentando a niveles de radiación bastante altos. Nadie sale de la burbuja, bajo ninguna circunstancia. O por lo menos esa es la información que tengo. Pero entonces no pude explicarme una extraña carretera que vi salir de la burbuja y recorrer el escabroso terreno hasta perderse entre unas cordilleras. Decidí que trataría  de investigar más tarde para qué servía o si en realidad era otra cosa totalmente inútil.

Acerqué mi nave hasta la parte superior de la burbuja y se abrió una compuerta para dejarme pasar. Una vez dentro, la compuerta se cerró rápidamente. Estacioné mi nave en una plataforma y enseguida se encendieron muchas luces en el techo del lugar. Mis ojos fueron atacados por una luz blanquecina. Parpadeé un par de veces y los tallé, pues no estaba preparado para un cambio de iluminación tan repentino. 

—Inicio de análisis —escuché decir a una voz femenina, antes de que una luz roja escaneara mi nave—. El objeto presenta una contaminación de 22.34 por ciento.

Fruncí el ceño al escuchar esto. ¿Cómo? ¿Contaminación? Algo hizo clic en mi cabeza, y alcé ambas cejas por la sorpresa. ¿Sería posible que en el trayecto hacia acá mi nave hubiera sido infectada?

Tres tubos delgados y metálicos descendieron del techo y comenzaron a soltar vapor. Las ventanas de mi nave se nublaron. Después de unos segundos, el vapor se dispersó y otra vez podía tener una visión clara del lugar en el que estaba. No sabía muy bien dónde era. Todo estaba bastante vacío y solitario. ¿Era seguro bajarme ya de mi nave? 

—Esterilización del objeto completada—dijo esa voz nuevamente.

Entonces, una puerta del otro lado de lugar se abrió y vi a una figura caminar hasta mi nave. Era un hombre bastante mayor, de cabellera castaña y unas cuantas líneas grises que recorrían su cabeza. Me sorprendí por un momento. Sé bien que en la Tierra la duración de vida supera por mucho la de mi planeta, pero esta era la primera persona mayor a veinticinco rotaciones que veía. El hombre no llevaba casco y parecía respirar sin ningún problema, por lo que sentí confianza de bajar de mi nave. Se sentía bien poder estirar mis músculos después del viaje.

—Es usted Y01...

—Siete —interrumpí, alzando mi mano izquierda—. Sólo Siete. 

El hombre torció sus labios. Aparentemente no había tomado nada bien mi actitud. Se acercó más a mí y, sin decir nada, revisó mi retina con un pequeño escáner biométrico rectangular. Bajó su mirada hacia este y después de un momento asintió con la cabeza.

—Siete —asintió.

Hubo una pausa en la que el hombre pareció evaluarme con la mirada. 

—Felicitaciones por ser aprobado para tu estadía en la Tierra —dijo. Pero no se veía muy feliz por esto. Por alguna razón parecía que yo no le agradaba a este sujeto.  

—Sígueme —continuó, apuntando con su dedo pulgar hacia la puerta por la que él entró—. Me encargaré de transportar tus cosas a tu nuevo hogar más tarde.

—Le agradezco su amabilidad —respondí, tratando de mostrar mejores modales que los que ofrecí en un comienzo. Recién llegaba a este lugar; no quería empezar de mala manera y ofender a...

—Disculpe, ¿puedo saber su nombre? —pregunté, percatándome de que no se lo había preguntado todavía. 

—Axton —respondió. Tenía una voz bastante grave. Y despedía un extraño aroma muy fuerte. Como a aceite, combustible y, curiosamente, pan quemado. Estaba vistiendo un traje completamente blanco, con unas franjas azules que recorrían el largo de sus brazos y un extraño emblema del mismo color en el lado izquierdo de su pecho—. No es necesario que te dirijas a mí formalmente. Me asignaron como tu guía aquí en la Tierra.  —Rascó su barbilla y pasó su peso de un pie al otro—. Tengo mucho que explicarte y no tenemos tiempo que perder. Vamos, comenzaré a mostrarte cómo funcionan las cosas por aquí. —Se dio media vuelta y empezó a caminar sin cerciorarse de que fuera tras él.

 —Muy bien —dije prácticamente para mí mismo.

Seguí a Axton hasta que salimos hacia una especie de túnel con techo y paredes transparentes, el cual me daba una clara imagen del interior de la burbuja.

No me sentía preparado para lo que vi.



N/a: Si, después de una eternidad he vuelto. Espero les haya gustado. Maraton 1/3.



ZELIC LA NUEVA TIERRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora