Yuta se despertó de golpe. Respiró pesadamente cuando se sentó derecho en su cama. Pellizcó su brazo para confirmar que estaba verdaderamente despierto, y entonces, se dejó caer de nuevo en su almohada. Odiaba cuando eso pasaba. Las pesadillas no eran nuevas para él, pero nunca se acostumbraría.
Se volteó y presionó el botón de inicio en su teléfono para ver qué tan tarde era. 5:24 AM. Yuta dejó salir un quejido frustrado y encendió la luz. Para olvidar la pesadilla, recogió sus auriculares y se los puso.
Luego se puso de pie y caminó hasta su lavabo. Como aún era un estudiante, vivía solo en una habitación de los dormitorios del campus. Yuta tiritó. Era como si pudiera sentir aún las manos del hombre misterioso alrededor de su cuello.
Se aventó un poco de agua en su cara y la secó con una toalla. Cuando se vio al espejo, dejó caer la toalla inmediatamente y retrocedió dos pasos completos. Sus manos fueron hasta el cuello.
Obviamente estaba ahí. Yuta rápidamente se alejó de su reflejo. Esto no podía ser verdad, ¿no? ¿Por qué precisamente ahora? Yuta sintió un escalofrío recorrer su espalda y una sensación de ansiedad llenó su estómago.
Había aparecido. El hilo rojo del destino junto con el nombre de su alma gemela. Debería haber sido un momento hermoso, cuando te das cuenta de que tu verdadero amor no está tan lejos. Pero Yuta no se sentía de ese modo. Preferiría arrancárselo de su cuello si pudiera.
Cuando el destino decidía que ambos compañeros estaban listos para ello, y cuando era tiempo de conocerse, el hilo rojo del destino aparecería en algún lugar de tu cuerpo junto con el nombre de tu alma gemela sobre él. Le pasaba a todo mundo alguna vez en la vida. Podría ser cuando tuvieras dieciséis o sesenta, pero no había escapatoria de ello. Cuando aparecía, tu sabrías que conocerías a tu alma gemela pronto.
Muchos pensaban en ello como un regalo, pero Yuta no. Como era japonés y había pasado una larga parte de su vida ahí, vio a tanta gente renunciar a sus sueños por su alma gemela. Especialmente las mujeres. Quería muchísimo a su padre, pero sabía que su madre era la que hacía la mayoría de los sacrificios.
Yuta rechazaba vivir de esa manera. No quería sacrificar su vida sólo para poder estar "felizmente enamorado". Tampoco quería a nadie más que hiciera eso por él. Era feliz dirigiendo su vida. No necesitaba una relación y especialmente no un alma gemela.
Cuando se había calmado un poco, Yuta tomó un respiro profundo y volteó hacia el espejo de nueva cuenta. No había nada que podía cambiar acerca del hecho que estaba ahí. Y no había razón para posponer la lectura del nombre de su alma gemela.
Cuando se acercó un poco más hacia el espejo vio el nombre. Cuidadosamente dejó que el nombre se deslizara en su lengua.
—Taeyong.
Así que su alma gemela era un chico. Su madre estaría un poco decepcionada de ello, pero Yuta estaba algo satisfecho. Tal vez era más fácil que fuera un chico en lugar de una chica.
Yuta se encaminó de regreso a su cama y se sentó. No tenía idea de qué hacer. ¿Debería llamar a alguien para decirle o sería mejor ocultarlo? Maldijo en japonés. ¿Por qué tenía que ser en su cuello? En cualquier otro lugar hubiera sido mejor, en serio.
Se acostó de nuevo en la cama y con un suspiro frustrado, subió las frazadas hasta su barbilla. Cerró los ojos. Después de unos minutos se sintió un poco más calmado y hasta trató de dormir otra vez.
Eventualmente se durmió y despertó unos minutos después de que su alarma se apagara. Yuta se paró e inmediatamente se acercó al espejo, esperando que todo fuera una terrible pesadilla.

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Escaping Fate » Traducción
FanficCuando el hilo rojo apareció alrededor de su cuello, Yuta supo que estaba condenado. Lejos estaría su libertad e independencia. ¿No era así como siempre pasaba? Bueno, definitivamente no renunciaría a sus sueños simplemente así. Taeyong descubrió e...