Camina al borde de la cama más lejano al mío y se sienta en otra de las 3 sillas acomodadas estratégicamente.
Tomó el borde de mi camiseta y comienzo a subirla, cerrando los ojos por el impacto que causa en mi la mirada del señor Tomlinson, aún no logró llegar más aya de mi ombligo cunado su voz igual de autoritaria que en el auto se hace oír atraves de la habitación.
-Quiero que me mires mientras lo haces- sus palabras suenan roncas y cuando abro los ojos mi mirada se encuentra con el masturbandoce lentamente y lejos de causarme repulsión, puedo sentir una nueva oleada de placer directo en mi entreapierna, lo miro un par de segundos más y vuelvo a mi tarea de desbestirme, sacando mi camiseta, no se donde ponerla y al parecer puede ver la duda instalada en mi mirada ya que sin hablar me señala la silla instalada al otro lado de la cama indicando con un movimiento de mano que lo ponga ahí, hago un pequeño dobles en ella antes de colocarla en la silla, me pongo en cuclillas desatando el cordón de mis converse y me levantó empujando con mis pies los tenis fuera de mi, me inclino tomándolos y poniéndolos a un costado de la silla, estoy a punto de quitarme los pantalones pero de nuevo, la voz del señor Tomlinson me interrumpe.-
-Te e pedido que me vieras mientras lo haces- no dice nada más, pero puedo sentir su voz autoritaria así que inmediatamente subo la mirada y la fijo en el, me está mirando con una expresión de deseo, está mordiendo su labio y su mano sigue subiendo y bajando a lo largo de toda su longitud, trago con dificultad el nudo que se hace en mi garganta, no puedo creer que me exite tanto esto.
Desabotono mis pantalones y comienzo a bajarlos dejando que caigan al suelo, salgo de ellos y los levantó aún sin despegar mi mirada de el, los colocó en mi antebrazo y bajo mis boxer dejando ver mi obvia excitación, agarró mis boxer alzandolos de inmediato, giro levemente y los pongo todo juntos en el respaldo de la silla, tardó un par de segundo en girame nuevamente, estoy nervioso por la mirada tan profunda que encuentro en el, y no se si sólo yo imagino la intensidad de su mirada.
Cuando giro me quedo viéndolo sin saber que hacer, esperando que me diga cual va a ser mi siguiente paso.
-Ven aquí- sus palabras suenan estranguladas y su mano va un poco más rápido que hace unos momentos, me acerco a el sigilosamente, llegando a menos de 30 centímetros, me quedó observandolo, de verdad que es apuesto.
-Incate- le obedesco rápidamente, se lo que quiere que haga y no me molestaría mucho hacerlo.
Quedó frente a su pene el cual se ve húmedo de la punta, me toma de la nuca y suavemente me inclina hacia abajo.
-Abre la boca- su voz es más pesada que antes, obedesco mientras la punta entra en mi boca, grande, suave, chupo un poco ganandome un gemido de su parte y mentiría si dijera que no me gustó aquel sonido.
Me está sujetando el cabello un poco largo con fuerza, subo mi mirada y lo que encuentran mis ojos es a un rostro contenido, con sus ojos cerrados y con la mandíbula tensa, me animo un poco y tomó más de el succionando un poco y pasando mi lengua en su base, su mano me baja más y su garganta deja salir un gemido un poco más audible que el anterior, me quedó así por unos segundos cuando el empieza a bajar y subir mi cabeza a un ritmo lento, puedo sentir su mirada puesta en mi lo cual hace que quiera esforzarme más, comienza a bajarme más rápido, mi mandíbula se está cansando por abarcar tanto de el, su erección es aún más grande y estoy comenzando a pensar que va a terminar en mi boca cuando me retira de repente muy bruscamente, asiendo que un hilo de baba recurra entre el, su polla y yo, me está mirando muy intensamente mientras se levanta, no puedo evitar mirar su entrepierna, la cual está brillosamente lubricada con mi saliva, me toma un momento procesar que me está pidiendo que me levante con un movimiento de cabeza, haciendome parar torpe y lento, me toma de la cintura y me lleva al borde de la cama enorme que parece ocupar toda la habitación donde quita un cobertor que tiene y me empuja un poco bruscamente sobre ella.
-Ponte en medio de la cama y abre las piernas - es una orden, por lo cual me colocó de inmediato en la posición que me dice, se dirije al buro alado de la cama y saca un condón y una botella grande negra con unas letras rojas escritas en ella, no se que contenga.
Se sube en la cama sobre sus rodillas frente a mi, su respiración es igual de agitada que la mía cuando de pone el condón, para pasar a abrir la botella y comenzar a vertir un líquido transparente sobre su polla.
No se que es y me da un poco de miedo que pueda ser algo que me cause algo, así que no resisto preguntar.
-¿que..qu..que es eso?- me mira un segundo con una mirada confundida, pasando a la obviedad rápidamente.-
-Es lubricante, ayudará a que no te lástime al entrar- no me dice más, se posiciona entre mis piernas, las cuales están abiertas apenas lo suficiente para que se posicione entre ellas, coloca sus manos en mis muslos enviando corrientes eléctricas a todo mi cuerpo, separa mis piernas a todo lo que dan y finalmente se acerca a mi entrada.
Con una mano toma su pene y lo dirige a mi, hasta tentar la entrada, haciendome reprimir un jadeo cuando comienza a meter su glande en mi, el cual entra demasiado rápido a mi parecer y no siendo doloroso, un pequeño gemido se escapa de mis labios cuando está en mi por completo, inmeditamente cierro la boca y muerdo mis labios, me mira mientras sale lentamente casi saliendo por completo, para luego investirme igual de lento, mis gemidos luchan por salir pero yo los mantengo adentro, sale de nuevo y está vez me mira fijamente a los ojos cuando está por salir casi por completo otra vez.-
-Deja de reprimir tus gemidos- es lo único que dice antes de entrar fuertemente en mi asiendo que un gemido enorme salga de mi garganta, el gruñe en respuesta, haciéndolo de nuevo, baja la mirada a nuestros cuerpos, donde nos estamos conectando de sierra manera, y observa como se introduce y sale de mi, con movimientos rápida y fuertes, gira un poco la cabeza y cierra los ojos, se le ve frustrado y no se porque, de repente, sale de mi sin algún miramiento, dando un gruñido de protesta, estoy a punto de preguntar que pasa cuando nos pone a ambos la cobija que quito al principio, cubriendonos de cintura para abajo, y sin decir nada se introduce en mi de golpe dando de lleno en mi próstata asiendo que un gritito y un gemido salgan de mi, comienza a embestir con fuerza y rapidez, y no logro recordar cuando fue la última vez que disdrute tanto del sexo, probablemente está por que diablos, ese hombre si que sabía donde tocar.