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Capítulo 5: Prevención.

¡Iba a viajar con Trunks! ¿Justamente yo? ¿Y si algo me pasa? Pero bueno... Es bueno para poder conversar con él, conocernos más... Y la máquina empieza a volar y yo debo irme.

Mis piernas se movían a gran velocidad, corría como nunca antes lo había hecho y claramente, esto dependía de mi vida, ¡Por supuesto que estaba nerviosa! El Androide 17 estaba a unos cien metros caminando como si nada le importara, cuando se podía notar a kilómetros que estaba aquí para hacer todo lo posible para que no nos vayamos.

-¡Corre ___, corre! -gritó Trunks desde la máquina del futuro construida por su propia madre.

¡Lo lamento, Trunks, pero mi padre no tiene super poderes!

-¡Estoy haciendo lo mejor, no te vayas! -grité levantando mis brazos, ya estaba escalando la máquina y como pude entré en ella, pero me tropecé y mi cabeza fue lo que entró primero.

Avergonzada, levanté mi vista y Trunks le gritaba a su madre para que entrara. Me levanté como pude, un poco adolorida, y miré a el Androide que estaba a unos cincuenta metros de nosotros, y sabía que Bulma no iba a llegar. Trunks seguía gritándole y el miedo entró en mi cuando diecisiete estaba acumulando energía.

Toqué el hombro de mi compañero, y mirándolo, moví mi cabeza desde izquierda a derecha. Comenzó a tocar algunos botones y la máquina se cerró, mi miedo estaba desapareciendo poco a poco y nos teletransportamos a un agujero negro.

-Trunks, no te sientas mal, alégrate ya que ¡verás a tu padre! -dije en un tono divertido, en su rostro se pudo ver una sonrisa.

Me sentí felíz al ver a Trunks así, me encanta cuando veo a alguien así. Me encanta hacer sentir bien a la gente, y más a mi amigo.

Ambos nos unimos en un cálido abrazo, y en unos segundos, estábamos en el medio del desierto.

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-No es alguien peligroso, pero no debes salir de aquí, es algo arriesgado -Trunks había guardado la Máquina de Tiempo en una de las cápsulas, y por raro que parezca, una nave había aparecido a unos trescientos metros de nosotros-. Pero acabaré con él en unos instantes, lo prometo.

Asentí mientras me sentaba en unas de las rocas gigantes que habían allí. Admito que estaba nerviosa y muy preocupada por Bulma y el futuro, quizás algo había pasado, pero Trunks me prometió que seremos rápidos y regresaremos a casa en unas horas.

[...]

-Oye, mira a esas personas volando, ¿Son tus amigos, verdad? -la mirada de mi compañero se dirigió a un grupo de personas que miraban a Trunks como si fuera una amenaza-, ¿Amigos de tu madre?

-Realmente no lo sé, pero debemos irnos -contestó mientras me regresaba su mirada.

Admito que estoy un poco felíz por ver a Trunks ganar alguna batalla, y más cuando se vuelve rubio, me hace sentir como orgullosa. Su madre ya me lo imagino... Volviéndose loca porque se puso rubio... Ya me imaginé la escena.

Sus manos se posaron en mi cadera, y sin hacer presión, comenzó a flotar conmigo. No sentí miedo, no me daban miedo las alturas, pero me sorprendí mucho al no tocar el suelo con mis pies.

Miré hacia sus ojos, e inconscientemente sonreí al ver que estaba un poco más felíz que antes. Ambos nos miramos, pero sentí una vergüenza gigante al sentir a mis cabellos yendo a cualquier dirección. Mientras que los de Trunks, seguían inmovil, justo como cuando lo conocí.

-Te envidio -dije sin pensarlo, pero en algún momento debía comentarlo. Estábamos volando en otra dirección que no era hacia arriba, y una velocidad un poco más rápida-... Cualquier cosa que hagas, sigues estando igual de apuesto que antes.

Sabía que no debía hacer eso... Hasta se puso rojo de la vergüenza, pero ya no hace falta salvar la situación, lo hecho hecho está. Miré cómo descendíamos, y esperábamos a no se quién.