Capítulo 15: Abuelos.

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—¿Segura que no quieres venir, Bulma? —los siete meses se cumplieron, hoy visitaríamos el pasado.

—No gracias, ___. Debo seguir trabajando en estas máquinas —me respondió señalando a unos robots, que, claramente, son muy difíciles de hacer—. Tengan un buen viaje, y buena suerte —me dijo acariciando mi mano, y la de Trunks. Luego miró mi panza, y le sonrió.

Me sentía muy felíz al saber que tenía el apoyo de mi suegra con la misión que estábamos por hacer. Aunque, eso sí, triste al saber que no vendría con nosotros.

—Nos vemos —dijimos con Trunks, saludé a mi suegra con un beso en la mejilla y un abrazo.

Tomé de la mano a Trunks, y con mi dedo pulgar la acaricié suavemente. Caminamos juntos hacia la máquina del tiempo, donde me recogió como una princesa y me subió hasta la cabina de aquella máquina.

Saludamos a Bulma por última vez, hasta que Trunks pulsó unos botones y nos elevamos. Estaríamos en el pasado en unos cuántos segundos.

[...]

—¿Qué, Trunks? ¿Por qué me dejas aquí? Esta es tu casa, ¿No logramos viajar al pasado? —casi al borde del llanto, comenzé a hacerle un cuestionario al Trunks, al dejarme en su casa y haberme dicho que se iría.

—___, necesito dejarte aquí, recuerda que estás embarazada —me dijo respondiendo mi abrazo, sin hacer demasiado fuerza en la parte de abajo —. Iré a ver a los muchachos, se me hizo tarde.

Besé a Trunks antes de que se fuera volando, y toqué mi barriga un poco crecida. Observé cómo despegaba como un cohete, ha entrenado mucho y le puso mucho empeño en los entrenamientos.

Realmente tenía todas mis esperanzas en él.

—¡Te deseamos buena suerte! —grité antes de que desapareciera de mi vista completamente.

—¡Hola, extraña! ¿Quieres pasar a tomar té? —giré sobre mi misma, para observar a una mujer delgada y alta, de cabello corto y esponjoso, con un toque de rubio. Por las fotografías que he visto en la casa de Bulma, ella es Panchy, la abuela de Trunks—, por cierto, tienes un gran bulto en tu estómago, ¿Estás embarazada?

—¡Hola señora! No me tome como amenaza, soy amiga de Bulma. Sí, estoy embarazada, aunque no entraré en detalles —dije comenzando a caminar hacia ella, que con una sonrisa me dejó entrar a su casa—.¡Wow! Que sala tan espléndida y gigante —halagué entrando a la cocina, aunque ya la conocía, debía actuar normal.

—Hola querida, ¿quién es ella? —un hombre de tercera edad entró a la cocina, con cabellos parecidos a los de Trunks y un gran bigote que llevaba consigo.

—Soy ___, una amiga de Bulma. Debo pasar un rato aquí hasta que venga, espero no causarles inconvenientes —raramente, el señor accedió y me trató como un miembro de la familia. La abuela de Trunks, que parecía más a una señorita, me compartió pastelillos, y miramos la TV durante un buen rato.

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—¡Hola, Bulma! ¡Hace tiempo que no nos vemos! —estaba sentada en el sofá, con Panchy, la abuela de Trunks, que me hablaba sobre las pastelerías. Hasta que escuché el sonido de la puerta abrirse y al pensar que era Trunks, me había levantado.

Me puse ansiosa por la reacción de Bulma al saber que estaba embarazada. Me encanta que me halaguen cuando estoy en este estado.

—¡Hola ___! —me saludó de igual manera con una sonrisa, pero al verme más de cerca, se sorprendió—, ¡Oye...! ¿Estás embarazada? —señaló mi barriga, que la sostenía, ya que eso me calmaba.

Luego escuché nuevamente el sonido de la puerta abrirse, y vi entrar a Gohan, el chico con el que hablé en el futuro —antes de que Trunks hiciera su plan— y un niño en brazos que él sostenía.

—¡Wow! ¡Hola ___! —saludó el pequeño Gohan, empujado por el otro adulto de largo cabello— ¡Yajirobe! Ten más cuidado, por favor.

—¡Tengo hambre, Gohan! —gritó como niño caprichoso. Aún así, me quedé callada.

Ese niño es muy igualito a mi, en este tiempo, siempre con hambre, y más aún que estoy embarazada.

—___, no me contestaste... —comentó Bulma mientras tocaba mi panza, con un bebé en brazos, que quizás quería jugar conmigo. Por lo que lo levanté.

—¡Oh, si! Estoy embarazada por el —comenzé a recordar el calendario que teníamos en la habitación con Trunks, que tenía imágenes de cachorritos. Jamás olvidaba un mes, por culpa de esas tiernas criaturas—... ¿Séptimo mes? Quizás. No daré más detalles, quiero que sea una sorpresa —no iba a contar —no ahora— que Trunks y yo esperábamos un hijo.

—Yo me voy a mi casa —dijo Gohan, que luego salió nuevamente por la puerta y pude escuchar el ruido de cómo tomó vuelo.

Cuando Trunks o Gohan toman vuelo, parece que un cohete despega cerca mío. Admito que me aturde, y me asusta, pero jamás se percatan de ello.

—¿Y este niño? —pregunté jugando con el bebé en brazos, elevándolo hacia donde mis brazos me permitían—. Que juguetón.

—Él es Trunks. Es mi hijo y el de Vegeta. ¿A que es tierno? —¿Cómo? ¿Trunks? Es decir... Es raro ver a tu pareja de bebé, y más aún cuando quiere jugar contigo.

Pero de igual manera, jugué con el bebé Trunks y me hice muy amiga de él.

【Hope | Dragon Ball | ZAwards】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora