Capítulo 11: Una Cama Pequeña para Dos.

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—Yo... Bueno... Quería preguntarte si... Emm... ¿Si dormirías hoy...? —ya habíamos terminado de cenar, brindar e higienizarnos. Trunks había salido del baño, con una toalla enrollada en su cadera, permitiéndome ver a un fortachón muy apuesto.

—Sí, me gustaría, pero debo bañarme —le contesté antes de que formulara completamente la pregunta, Trunks se pone un poco nervioso con cosas como estas, al igual que cuando lo encontré mirando el video de la confesión.

—¿Quieres que nos bañemos? —Hum..., se pasó de la raya. Esta bien que nos gustemos, pero no me voy a desnudar.

—Lo siento, ya te bañaste, será en otra ocasión —con mi dedo toqué suavemente su pecho, y me dirigí al baño, donde salió vapor de a montón.

[...]

Con pasos lentos me dirigí a la habitación de Trunks; ¿Qué iba a decir al entrar? Sólo debo actuar normal, acostarme, y dormir como si fuese mi cuarto.

Giré la perilla, y empujé la puerta, y al poner un pie en la alfombra de la habitación entré en pánico. ¿Si quería hacer eso? ¿Si me desnudaba nuevamente? Creo que no dormiré.

Entré completamente y me di vuelta para cerrar la puerta, ya que estaba acostumbrada a dormir con las luces apagadas.

Giré otra vez, para observar a Trunks en la cama, acostado, dormido y en boxers. Que vergüenza... Jamás lo había visto así...

Caminé hacia la cama de una plaza, que me parecía muy pequeña desde mi punto de vista, ¿Será que Trunks se volvió más grande al cumplir dieciocho? Me senté en el borde y empujé al pelivioleta contra la pared, estaba muy en el borde. Aún así, me cubrí como pude.

—¿Me dormí esperándote? —me preguntó somnoliento el idiota que estaba a mi lado, me giré para verlo y aún seguía con los ojos cerrados.

—Supongo —contesté mirando mis manos—. ¿No tienes frío?

—Estoy caliente —este chico debe tener una personalidad escondida; estuvo durante todo el día con palabras grotescas.

—Pues iré a buscar un termómetro y una pastilla —quizás tenía fiebre, y se hacía el chistoso.

Comenzé a destaparme nuevamente, y saqué un pié fuera de la cama para dirigirme a la cocina, o a llamar a Bulma, que quizás se encontraba escuchándonos.

—No, no. Quédate aquí, quiero dormir contigo, ___ —si yo voy a segur viviendo aquí, ¿lo voy a aguantar con todos estos cambios de humor?

Regresé mi pié a la cama, y me tapé hasta las mejillas, y escondiéndome más entre las sábanas. Ocultando mi cara y mirando directamente a el pecho descubierto de Trunks.

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—¿Qué somos? —preguntó Trunks, levantándose de la cama y volviéndose a colocar en ella, dentro de las sábanas. Mi perfecto paisaje se desvaneció, por lo que volví a la superficie a mirarlo a los bellos ojos que poseía.

—Humanos —le respondí sarcástica, con un tono un poco divertido—. Por lo menos yo lo soy.

—Quiero decir... ¿Somos una pareja? —es la pregunta del millón. No sabía responder a eso; no me gustaba tomar la iniciativa primero, y me confesé porque ya no aguantaba más tenermelo encima.

Mi mano se levantó y se posicionó detrás de su oreja, y luego se fue a su nuca, acariciando sus cabellos. Acerqué mi rostro al suyo, por lo que lo besé.

Fue un beso corto, pero no significa que fue algo insignificante. Le di otro beso más, un poco más largo, con amor y sinceridad. Lo mejor de este beso fue que nos lavamos los dientes tuvo mejor sabor.

Mi rostro se retiró del suyo, al igual que mi mano de su nuca y acaricié su mejilla, brindándole una mirada dulce. Él me miró confuso, y agarré su brazo y me di vuelta. Aferré su brazo a mi cadera, justo como la otra noche lo hizo.

Escuché cómo sus labios se abrían, para preguntarme qué fué lo que hice. Es que ni yo sabía, actué a mi manera.

—Creo que fuí clara —dije sin pensar en la respuesta que Trunks me haría, pero se quedó callado. Mi mano acarició su brazo que me sujetaba, mientras me tapaba con la cobija.

【Hope | Dragon Ball | ZAwards】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora