T r e c e

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—Oh, tú eres la que cuidara nuestro hogar ¿cierto querida?— Pregunto una dama alrededor de unos 30 venía bajando sin duda era hermosa.

—Ah, sí mucho gusto, me llamo Elisa

—Oh y... ¿que edad tienes? -Me miro algo raro, me siento nerviosa ante su mirada de arriba hacia abajo, examinándome.

—Amor deja de preguntarle cosas, es la hija del comandante Hanson, el que nos aviso que Lucas estaba preso ¿te acuerdas?, fue muy amable con nuestro hijo al tenerlo con el y no dejarlo tras las rejas. -El señor era muy amable y guapo, a comparación su señora esposa ya veo que donde saco Lucas ese carácter.

—Mamá ya vámonos por favor, ya está todo listo, ya la conociste ahora, ¿nos podemos ir?. -Lucas se levantó del sofá tomando una maleta casi saliendo por la puerta principal.

—Papi ya tengo todo mi estuche de viaje completo, ¿en España venden dulces?. -La pequeña se llama Linna creo, se ve tan adorable con su maletín pequeño color rosa.

—Claro que los venden cariño, y si ya podemos avanzar, Elisa ¿sabes algo de defensa personal?.

—Amm si claro, de hecho tengo permiso hasta para portar un arma como protección. "Idea de papá, créanme que estar casi medio año entrenando para poder utilizar un arma es de lo más castrante, pero lo agradezco". -Me sentí como un fenómeno al decir eso ya que todos a excepto de Linna me miraron raro. —Tranquilos que no la traigo conmigo.

—¿Me enseñarás a defenderme con una pistola?, para que yo también pueda cuidar de papi y de mami, de Lucas no, por qué ya está grande. -Hizo un puchero la pequeña acercándose a mi, es tan tierna y amable espero que cuando crezca no se le pegue el carácter de su mama.

—Pequeña, antes deberías preguntar a tus papis si te darán permiso ya que es peligroso. -Me agaché a su altura acariciándole su suave cabellera.

—¿Papi puedo?. -Se volteó a verlo con ojos de perrito.

—Esta bien pero cuando volvamos de vacaciones ¿te parece?.

—No me convence del todo Charlie. -Se volteó la señora para verlo cara a cara.

—Tranquila Margaret veras que todo estará bien, ya mejor apurémonos que vamos a perder el vuelo. -Le dio un beso en la frente. —Te recuerdo que te pagaremos la mitad ahora y la otra mitad cuando volvamos ¿de acuerdo?.

—Esta bien, no se preocupen. -Trataba de no soñar lo más estupida posible.

—Linna pásame mi chequera. -La pequeña salió corriendo disparada de su lugar, trayendo en sus manos un rectángulo, por fuera forrada de piel.

—Si no es tanta molestia preferiría en efectivo. -Odiaba ir al banco a cambiar los cheques, ya que era mucho tiempo de espera y te mandaban de un lugar a otro.

—Oh claro, Rosa te lo entregará ¿de acuerdo?, son 7,500 dólares por 15 días, cuando lleguemos te daremos el resto 8,000 dólares de los otros 16 días. -Al parecer esa cantidad era insignificante para ellos ya que lo decía con tanta calma, a mi casi me da un ataque ósea es mucho dinero.

—Si si como sea, ya no vamos, mi vida espero y puedas encontrar una joven muy hermosa en España. -La madre de Lucas se acercó a él, al parecer le gusta que su hijo se case con alguien de buena familia, ah ya se es la típica mama que lo obligará a casarse con alguien de dinero y que al final de cuentas su vida será una miseria

La familia salió de la casa todos se despidieron amablemente dentro de lo que cabe, será un lindo trabajo del cual me esforzaré para conseguir el pago acordado.


(...)



Semanas después

—Si Elisa es verdad, pero eso era antes de conocer cómo eras, lo siento por favor perdóname —Thomas se arrodilló delante mío, en medio de gran multitud, de hecho me esperaba eso de cualquier persona de Lucas por ejemplo, pero no de Thomas, quien diría que a la persona que llegaste a amar se terminaría acostando con tu ex-mejor amiga, y no digo que quizá duela, por qué no puedo comparar este dolor que siento con el que sentí la vez que mis padres se divorciaron, ya que no fue una traición, quisiera hacer todo lo posible para haberme dado cuenta de todo lo que me decía Lucas era cierto, pero vamos quien le tomaría la palabra al que era novio de tu amiga, y sabiendo la fama que tiene de mujeriego, la mayoría pensaría que era para que te acostaras con el.

—Si Elisa ya perdónalo —Hablo Steysi apuntando a Thomas quien se encontraba de rodillas frente a mi, de hecho me pregunto si a él no le dará vergüenza, pero creo que no ya que lo que hizo fue peor

—Thomas querido tenemos un hablar—Me di la vuelta para irme —Ahora —Si algo he sabido es que deber arreglar cuentas con la persona a solas, no darle la satisfacción al enemigo de verte derrotada, y eso haré, aunque eso durará, a decir verdad quiero desahogarme quiero romperlos en partes cortarlos con un cuchillo oxidado, pero vamos no es posible

Llegamos a un lugar más apartado del parque en donde Steysi me había citado, sabía que no era buena idea acceder a ir a ese lugar, pero prefiero eso a seguir siendo engañada...





"Como puedes decir eso, ¿necesitas más pruebas?"

(...)

Mi amiga una maldita zorraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora