Naruto's One-Shots

Gaara III

One-Shot Gaara: "Pequeños recuerdos"

* * *

Miraba el cielo mientras canturreaba una que otra canción que recordaba con nostalgia, sin saber que más hacer. La luna estaba fija en un punto hace ya mucho tiempo. Todo el tiempo en que me quede varada entre mis propios pensamientos.

¿Y por qué yo?

Mil veces la misma pregunta rondaba mi cabeza sin obtener una respuesta. Movía mis pies en el tejado de una de las tantas casuchas de la aldea oculta entre la arena.

Baje de aquel techo comenzando a caminar hacia la nada, sin rumbo. Como mis pensamientos.

Ya estaba casi amaneciendo, y no había dormido nada, por lo que probablemente unas notables ojeras se marquen bajo mis ojos ahora mismo.

Llegue a una pequeña plaza, con algunos juegos para niños. Me senté en uno de los columpios, mientras mecía mis pies que no llegaban a tocar el piso. Me quede horas esperando que algo llegara. Algo que jamás pasaría.

Algunos niños comenzaron a llegar junto con sus padre, y la mayoría me miraba raro e intentaba evitarme.

Una sonrisa se formó en mi rostro. Baje mi cabeza sin dejar de sonreír mientras sentía como lagrimas bajaban por mis mejillas. Todo aquel dolor que me producía verlos felices, sin tener que huir de aldea en aldea. Sentí como alguien se sentaba a mi lado. Lo mire de reojo y era un niño más o menos de mi edad, cabello pelirrojo y unos hermosos ojos turquesas.

-¿Por qué...? ¡...! ¿Llo-lloras? -Pregunto con dificultad, como si no tuviera el derecho de hacer aquella pregunta- ¿Estás... bien?

-¡Claro! -Solté un hipido mientras más lagrimas caían al suelo. Levanté mi cabeza mientras sonreía- Bien rota...

Deje de sonreír mientras el me miraba con preocupación. Llevé mi mano a mi pecho, justo donde me dolía y no me dejaba respirar con tranquilidad.

-¿Te duele? -Asentí soltando más hipidos- A mi también...

Levante la mirada encontrándome con la de él, que me sonreía débilmente. Miro hacia el frente, y yo rápidamente me limpié las lagrimas con la manga de mi blusa y miré en la misma dirección de él. Tantos niños jugando, tantas caras felices, tantos recuerdas que llegaban a mi.

-¿Quién eres? -Pregunto mirándome a los ojos- Yo soy Sabaku No Gaara.

-Soy ____ Uchiha. Un gusto Gaara del desierto -Extendí mi mano hacia él y la tomó torpemente.

-¿Quieres... ser mi... a-amiga? -Preguntó bajando la cabeza con nerviosismo. Me sorprendí. ¿Alguien quiere ser mi amigo? ¿De a la que todos repudian y odian?

-¿Tu... quieres ser mi amigo? ¿Enserio? -Pregunté sorprendida y el asintió- Claro. Pero ¿Estás seguro? -No salía de mi asombro por más que intentara. Volvió a asentir, esta vez sonriendo, por lo que yo lo imité.

Tome de mi bolsillo un pequeño collar y se lo coloque. Le mostré el mío, que era casi idéntico al de él.

-Se que no podré quedarme aquí por mucho tiempo más. Pero, como fuiste la única persona que quiso ser mi amiga, quiero recordarte, y que tu me recuerdes a mi. Si algún día me atrapan, quiero que me recuerdes cuando veas este collar...

* * *

-¡Baya! -Me sorprendí a mi misma con los recuerdos que me trajeron las cosas que guardaba en el cajón del fondo de mi armario. Lo tomé y me lo coloqué recordado a Gaara, mientras seguía admirándolo detalladamente.

-¡Vamos ___! -Entró un rubio apresurado y asentí mientras lo seguía. Bajamos y me despedí de mi hermano ya que del resto ya me había despedido.

-¡Adiós pequeña! -Me dijo mientras agitaba su mano de un lado a otro, antes de que yo me dirigiera a la salida.

Fui con mis otros compañeros y active mis dos dojutsus, ya que al igual que mi hermano Óbito, tengo el rinnegan y sharingan.

Me subí al pájaro que había creado Deidara y me senté en medio de él y Sasori, mientras nos dirigíamos a Suna para encontrar a la bestia de una cola.