querida charlotte; hs [descontinuada]

xvi

querida charlotte;

los escalofríos comienzan a aumentar en el minuto que mi mano toma tu cintura

Abril, 2017

S & Co., Los Angeles

4:00 p.m

Charlotte tenía diecisiete años y cuatro meses; Harry tenía veintiocho años y dos meses.

Y habían veces en las que Charlotte parecía tener más madurez que él.

El sonido de la puerta sacó a Harry de sus pensamientos, no esperaba a nadie y mucho menos tenía una junta planeada.

Un par de converses negros captaron su atención, piernas blancas como la nieve, hermosas, una cintura que lo volvía loco y sobre todo el rostro familiar de la persona que más amaba.

Charlotte se muerde los labios nerviosa mientras se acerca a él, Harry permanece sentado en su silla; sabe lo que está a punto de pasar.

Conoce perfectamente a Charlotte.

La adolescente no se podia contener; además, esta era una de las cosas que más deseaba hacer, era parte de la lista de cosas que tenía que hacer antes de llegar a los veinte.

Sexo en la oficina.

La emoción de no ser pillada y ser silenciosa la llevaba hasta el cielo.

Charlotte se sienta en las piernas de Harry mientras él acaricia su cabello.

— ¿Qué sucede, bebé? —dice Harry fingiendo no saber nada.

Charlotte lo mira impaciente y antes de que Harry pueda decir algo más, lo besa.

Introduce su lengua en su boca y entonces comienza una danza apasionada; Charlotte acaricia su cabello y Harry la toma de las caderas alzándola, la coloca en su escritorio y se posa entre sus piernas.

— Eres una chica traviesa, ¿no es así? —dice Harry con su ronca voz.

La chica lleva una falda negra y una blusa de tirantes rosa pastel; Harry tiene acceso fácil a ella.

Charlotte gime silenciosamente mientras siente como las manos de Harry se mueven encima de su ropa interior.

— Tendrás que ser silenciosa —murmura Harry antes de que todo empiece.

A Charlotte le encantaba el tipo de relación que tenían; incluso si por el momento se tuviesen que andar escondiendo de todos.

— Así que, ¿como vas en la escuela, Charlotte? —pregunta Dave en la mesa.

Habían pasado meses desde la última vez que habían cenado como familia. Y Charlotte no se sentía nada cómoda.

Sabía que sus papás estaban teniendo problemas y que era casi un hecho su divorcio.

Y le molestaba un poco que estuvieran fingiendo que todo iba perfecto cuando no; Charlotte ya no era una niña y entendía perfectamente cuando dos personas ya no se querían más.

Wendy entra apresurada al comedor y coloca la cena al centro de la mesa. Toma asiento y suspira.

— Muy bien, mi promedio es uno de los mejores en el semestre —dice Charlotte orgullosamente.