querida charlotte; hs [descontinuada]

xvii

querida charlotte;

recuerdo que dolía

mirarte dolía

septiembre, 2016

Estacionamiento de L.A. High School

No había duda alguna que ésta era una de las peores peleas que habían tenido desde que están juntos.

Lo peor es que ni siquiera se sintió como una. Era casi lo mismo de siempre.

Charlotte actuaba raro de la nada, se alejaba y regresaba a él semanas después.

Y aunque Harry de verdad trataba de comprender a la chica, le era imposible a veces.

— Zayn, ya te he dicho que no puede volver a pasar —dice Charlotte en el teléfono enojada.

Lo último que necesitaba era a Zayn tratando de venderle mercancía. Llevaba varios meses sin consumir y no quería caer, no después de lo que pasó.

— Ugh, ¿sabes qué? si vuelves a marcarme te juro que le dire a mi no...— se detiene abruptamente.

Casi se le escapa decir que tiene una relación, pero no lo tomen a mal, a Charlotte le encantaría gritar a los cuatro vientos que era nada más y nada menos que la novia del famoso empresario de Los Angeles, Harry Styles.

Pero a la policía no le encantaría tanto que digamos.

Y antes de que Zayn pueda responder, cuelga. Huyendo de sus problemas, algo normal de ella.

Se recarga contra el volante y cierra los ojos. Ha pasado una eternidad desde que vio a Harry y sinceramente no quería acercarse a él.

No es por que no lo quiera, de hecho lo ama.

Y he ahí el problema.

Charlotte no quería ni podía darse el lujo de estar así de enamorada de una persona.

A Charlotte le aterraba la idea de quererlo aún más, sentía que no estaba lista y que Harry merecía a alguien mejor, no a una chica con problemas de depresión y adicción.

De repente un Audi negro se estaciona a su lado llamando su atención.

Conocía ese coche a la perfección.

Harry se baja del coche, apresurado y con el ceño fruncido. Charlotte abre los ojos y enciende el coche; quiere huir.

Y antes de que arranque Harry se pone en frente.

— ¡No puedes estar huyendo siempre, Charlotte! —dice y suelta una carcajada sin humor.

Charlotte quiere llorar, por que sabe que lo que dice es verdad.

Harry se sube al asiento del copiloto y se queda quieto, observando a Charlotte mientras ella mantiene su vista al frente.

Está tratando de mantener su compostura, en serio. Pero cuando se trata de Harry, es casi imposible.

Y ese es otro problema.

— ¿No piensas decirme por qué te alejas esta vez? —dice Harry de la nada.