querida charlotte; hs [descontinuada]

xi

querida charlotte:

solo deja de llorar, todo estará bien

17 de junio del 2012

Cementerio, Los Angeles.

9:46 a.m.

Casi todas las personas ya se habían marchado de ahí, pero la pequeña Charlotte no podía irse.

No podía dejar a su mejor amigo ahí, sólo.

Sabía que tarde o temprano eso pasaría, pero nunca creyó que sería tan rápido.

Brad sólo tenía trece años, por Dios.

— Cariño —susurra Wendy a su lado— tenemos que irnos.

Charlotte llora aún más.

— Mamá, déjame estar con él un poco más—llora Charlotte.

Mientras tanto Harry se encuentra en su oficina firmando rápidamente los últimos documentos, por que sabe que Charlotte lo necesita en estos momentos.

Así que en cuanto termina se dirige a toda velocidad a su coche y maneja hacia el cementerio.

Cuando llega, Charlotte está sentada a lado de la lápida de quien era su mejor amigo, mientras Wendy le dice que es hora de irse.

— ¡Déjame sola, mamá! —grita Charlotte con los ojos rojos.

Y por alguna razón a Harry le duele tanto verla asi. Se acerca a ellas y murmura a Wendy: —Yo me encargo.

Wendy le lanza una mirada agradecida por que no sabe que más hacer con la adolescente. Y se marcha del lugar.

Charlotte es un desastre.

Bueno, siempre lo ha sido, pero hoy era imposible ocultar ese hecho.

Harry se sienta a lado de ella y saca un caramelo. Exactamente los mismos caramelos que le ofreció el día en que se conocieron.

Charlotte recuesta su cabeza en el hombro de Harry y toma el dulce.

— ¿Sabes? —comienza diciendo Harry— siento que todo sucede por algo... Brad debe estar mejor en donde sea que se encuentre en estos momentos y de seguro no le agrada para nada ver cuánto sufres, Charlotte.

Charlotte suspira, quiere decir algo, pero sabe que si dice algo es probable que termine llorando de nuevo, así que simplemente toma la mano de Harry, el joven siente como su corazón se hincha un poco y no puede evitar pensar en qué demonios le sucede.

— Gracias, Harry —murmura Charlotte un poco más calmada.

Para Charlotte, Harry era como su medicina, y es que Harry tiene algo que la hace sentir segura, feliz y sobre todo, la hace sentir querida, sabe que Harry estará para ella siempre.

Bueno, tal vez siempre.

— ¿Qué dices si vamos a casa y te preparo tu postre favorito? —propone Harry.

Charlotte sonríe por que Harry es un hombre que tiene un corazón de oro, y piensa en lo afortunada que es en tenerlo como amigo.

— Claro —dice Charlotte un poco más animada.

Harry se levanta primero y le tiende la mano a Charlotte, ella la toma y cuando al fin está de pie, toma desprevenido a Harry dándole un abrazo.

— Te quiero —murmura— gracias por estar en estos momentos conmigo.

{••••}

— Ya casi esta listo —dice Harry checando el reloj.

Charlotte no ha mencionado ni una sola palabra y eso le asusta un poco.

— ¿Quieres ver una película? —dice Harry tratando de animarla un poco.

Charlotte se encuentra sentada mirando a la nada, aún no puede creer que Brad ya no esté con ella.

¿Ahora que haría?

Prácticamente era su único amigo, a parte de Harry claro, los demás eran personas hipócritas y falsas. Brad era distinto, por eso eran inseparables.

— Está bien, Harry — dice antes de suspirar.

Tenía que ser fuerte si quería salir de esta. Y no había nadie mejor para ayudarla que Harry.

El hombre de corazón de oro.

Era algo que pensó desde la primera vez que hablaron, y nunca cambiaría de parecer.

Y antes de que Charlotte dijera algo, Harry se encontraba abrazandola fuertemente, y entonces todo se rompió, las lagrimas volvieron a salir.

— Deja de llorar, bebé, todo estará bien —susurra Harry en el cabello de Charlotte.

Y Harry no entiende por que le duele tanto que la adolescente se encuentre así, es algo que no había sentido desde que vio a Leila llorar por primera vez.

La adolescente simplemente llora en el pecho de Harry mientras el la consuela de la mejor manera que puede.

Después de unos minutos, siente como Charlotte ha dejado de llorar, ahora simplemente esta recargada en su pecho, con la respiración tranquila.

Se ha quedado completamente dormida.

Y Harry toma eso como una perfecta oportunidad para admirarla, siempre creyó que seria una chica hermosa cuando tuviera más edad, aunque a decir verdad, ya era hermosa a pesar de tener doce años.

Para Harry, la chica era un completo misterio y una hermosa obra de arte.

Charlotte era la chica más encantadora que jamás había visto. Y no sólo físicamente, Charlotte era una persona magnífica, siempre se preocupaba por los demás, aunque a veces daba la impresión de que no lo hacía.

Planta un beso en su cabeza y cierra los ojos por un largo tiempo.

Fue ahi donde empezó todo.

na: disculpen que sea tan corto:(
pd: muchisimas gracias por votar, así me dan ganas de seguir con la historia💓