querida charlotte:
eres mía, eres preciosa, eres lo que más quiero en esta vida y en todas las que sean posibles...
pero sigo esperando a que te des cuenta de lo mucho que te amo
13 de diciembre del 2015
tattoed heart – estacionamiento, Los Angeles.
2:45 p.m.
El estacionamiento estaba vacío, bueno, habían dos o tres coches más, pero sólo eso. Estaban en heart tattoed, el lugar en donde Harry siempre se iba a tatuar.
— ¿Qué tatuaje te harás esta vez, Harry?—preguntó emocionada Charlotte.
Wendy y Dave se habían ido de viaje un par de días. Y habían dejado a Charlotte con Harry; después de todo saben que su pequeña está en buenas manos.
— Estaba pensando... —pausó Harry, intentado salir con alguna excusa.
Días anteriores, Harry se había dado cuenta de que a Charlotte le encantaban las mariposas, todo comenzó cuando observó el fondo de su celular; luego la cachó buscando fotos de esos asombrosos y delicados insectos.
Eran libres, hermosas y a veces mostraban sus alas para protegerse.
Así que Harry se iba a tatuar una; para que nunca pudiese olvidar a la adolescente libre y hermosa.
—... en una mariposa en mi abdomen.
Charlotte saltó emocionada en el asiento del coche.
— ¡me encantan las mariposas! Se te verá asombrosa Harry —dijo emocionada.
Harry soltó un suspiro de alivio al ver que no hizo más preguntas.
Horas después Harry tenía una mariposa tatuada y Charlotte tenía la sonrisa más grande del mundo.
A Harry se le encogió el corazón. Le gustaba verla feliz.
{•••}
Más tarde, Charlotte estaba aburrida. Ya había recorrido toda la mansión, buscando algo que hacer.
Harry estaba bastante ocupado haciendo un par de llamadas. Hasta que entró a su oficina y pudo ver a Charlotte en una de las sillas de cuero giratorias.
Se había dado cuenta de que a Charlotte le gustaba mucho esa silla.
— Charlotte, alístate —demandó Harry.
La adolescente frunció el ceño. Pero no se quejó, le gustaba ese lado de Harry. Dominante.
— ¿A dónde iremos? —preguntó mientras se levantaba.
—A una cena con unos socios. Tienen propuestas tentadoras para la compañía, por desgracia mi padre no puede ir.
Charlotte suspiró, pasó a lado de Harry y acarició su brazo.
— Lo que digas, Harry.
Últimamente Charlotte había estado haciendo eso mucho, y estaba volviendo loco a Harry. Demente incluso.
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querida charlotte; hs [descontinuada]
Fanfictionen donde un hombre de veintisiete años se enamora perdidamente de una adolescente de dieciséis. advertencias; en esta historia hay una diferencia notoria de años; si no estás cómoda con eso es recomendable que no la leas.