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querida charlotte;

tuvimos otra charla a cerca de dónde estábamos mal

pero, charlotte

seguimos jóvenes. todo estará bien.... ¿no es así?

Agosto, 2017

Forest Hill, San Francisco

— ¿Cuando pensabas decirme que estas saliendo con un hombre once años mayor que tú, Charlotte?

—¿D-de que hablas, papá? —responde nerviosa.

Harry la observa con el ceño fruncido y articula con su boca "¿que pasó?".

Créeme que no quieres saberlo, Harry.

—Lo sé todo, Charlotte, no sé como nunca me di cuenta, era tan jodidamente obvio —gruñe Dave en el teléfono.

—Papá yo-

—Voy en camino a casa de ese hijo de puta en estos momentos.

—Él no-

Charlotte estaba a punto de decirle que Harry ni siquiera estaba en Los Angeles pero sabía que si le decía sería como ponerle gasolina al fuego. No sabía que hacer.

Esperaba poder contarle a su padre acerca de Harry, claro. Pero nunca imaginó que se enteraría por sí solo.

—Tu silencio me confirma todo —dice Dave después de unos segundos.

Dave suspira y trata de tranquilizarse. Pero la simple idea de que un hombre once años mayor que su niña estuviese con ella y probablemente se la ande tirando, es repugnante. Porque para Dave, Charlotte siempre será su pequeña.

Y de verdad que ni siquiera trató de buscar evidencias, porque sus sospechas disminuyeron desde aquella vez que Harry le comentó que estaba perdidamente enamorado de alguien –si tan solo hubiese sabido que hablaba de Charlotte–, pero entonces fue a la habitación de Charlotte buscando si no había olvidado algo porque planeaba ir a verla esta semana y ahí fue donde encontró una fotografía polaroid de ambos dándose un pequeño beso.

La parte de atrás decía: "my sweet creature —H xx".

Lo peor de todo era que se lo esperaba de todos menos de Harry. Le tenía tanta confianza a Harry y se sintió como una apuñalada en la espalda al descubrir que él era quien estaba con su hija.

¿Como es que nunca se dio cuenta?.

El maldito bastardo le había regalado a Charlotte un coche en su cumpleaños número dieciséis, ¿que amigo tuyo le regalaría un coche a tu hija?.

—¿Papá? Pue-

—No está en su casa—la interrumpe Dave—... está ahí ¿cierto? Está contigo.

Charotte cierra los ojos y decide no responderle, ya lo había engañado muchas veces, no podía seguir haciéndolo.

—Debí suponerlo.

—Papá, podemos hablarlo en persona, te prometo que no es tan malo como parece.

—Por supuesto que lo hablaremos en persona, Charlotte, esto no se va a quedar así.

—Por favor trata de enten-

—Voy en camino a San Francisco—interrumpe Dave— dile a ese pendejo que no se mueva de ahí.

Entonces Dave cuelga y Charlotte se queda atónita. Jamás había escuchado tan enojado a su padre. El nudo en su garganta disminuye y siente como las lágrimas comienzan a salir.

querida charlotte; hs [descontinuada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora