El comienzo

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 -Buenos días, me gustaría alojarme una semana.-Le dice José al recepcionista.

 -Bien, rellene esta ficha con sus datos y firme aquí. Le daremos la habitación número 99, al final del pasillo del primer piso.

 -¿Cuánto es?

-Ciento cincuenta euros

José le da unos billetes, mientras rellena las fichas y el recepcionista le da una llave con el numero 99. Abandona la sala y se dirige hacia las escaleras, para subir a su habitación. El hotel estaba claramente desierto, a excepción de una anciana. Tenía el cabello blanco a causa de la edad, numerosas arrugas y unas ojeras que le cubrían toda la parte inferior a los ojos. La anciana señaló a José con uno de sus huesudos dedos. José asustado, volvió a recepción

-Perdone, señor, pero hay una anciana allí, en las escaleras me estaba señalando...

Cuando José miró hacia las escaleras mientras señalaba el lugar,no había nadie.

El recepcionista miró hacia aquel lugar y arqueó una ceja. José se disculpó y subió las interminables escaleras. Después de subirlas, se encaminó hacia su habitación. En la puerta había una nota. La cojió y leyó:

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USTED SERÁ EL SIGUIENTE

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Habitación 99Donde viven las historias. Descúbrelo ahora