Habitación 99

QUÉ DEBO HACER?

                                                  QUÉ DEBO HACER?

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Eric me despertó de mi fantasía guiñandome uno de sus preciosos ojos turquesas; a lo que le respondí con el mismo gesto. Me acerqué a él y me dí cuenta de que estaba mirando un escaparate de ropa interior.

Comencé a reirme sin poder evitarlo diciendo entre carcajada y carcajada:

-... Qué.... Miras... Tan interes...- intenté decir pero antes de acabar la frase, estallé de nuevo en  carcajadas, pero esta vez el se rió conmigo.

-... Na..da.. Jajaja

-cómo que nada?- le pregunté todavía con una sonrisa en la boca.

De repente, se me ocurrió una teoría de por qué estaba mirando ropa interior... Y sin saber la razón me sentí algo decepcionada...

- estabas... Mirando ropa para tu novia?-le pregunté ya seria.

-que?! Yo... no... tengo novia...-dijo algo... Apenado?- Te apetece ir al cine?- dijo cambiando de tema.

-Claro! Podríamos ir a ver la de "esto es la guerra?"- la verdad es que ya había visto esa  película pero me apetecía verla de nuevo.

-Vale! -dijo él, me pareció que no le gustaba mucho la idea, pero me apetecía verla así que no le dije nada al respecto.- vamos a mirar a que hora empieza?

-No hace falta, nos sentamos en ese banco de ahí y lo miramos en el móvil, así si falta mucho no tenemos dar la vuelta para hacer tiempo- dije señalando un banco cercano.

-Ok

Cogí el móvil y me metí en la página web del cine. Faltaban cinco minutos para que empezase.

-Faltan cinco minutos, no nos da tiempo a llegar antes de que empiece la película.-le dije desanimada; realmente me apetecía ver con él una película

Nada mas acabar la frase, Eric me cogió de la mano y salió corriendo en dirección al cine, supuse, mientras me decía que corriera.

-Corre!!!, nos dará tiempo-me gritaba mientras tiraba de mi mano.

Efectivamente, llegamos a las taquillas dos minutos después. Tuvimos suerte, no había cola.

El dependiente era un hombre de unos cincuenta años, ya con el pelo canoso.

-Buenas tardes- nos dijo nada mas llegar.

-Hola, queremos dos entradas para la película "esto es la guerra'"- Le dijo Eric.

-En la fila diez está bien?- le preguntó.

-Sí- le contestó al hombre, aunque mirándome a mi, pidiéndome mi aprobación con la mirada, a lo que yo asentí con cara de indiferencia.

-Dense prisa, la película está a punto de comenzar- dijo mientras nos entregaba las entradas.

Salimos corriendo; cuando llegamos a la sala, la película acababa de empezar ; cuando encontramos nuestras butacas, nos centramos en la película. Trataba de dos hombres que trabajaban en la CÍA y competían por la misma chica.

Duró dos horas y media.

Cuando terminó, salimos del cine. Delante las taquillas, había una plaza; en el medio de esta, había una gran fuente. Nos sentamos en su borde para decidir que hacer a continuación.

-Quieres ir a cenar al italiano?-me preguntó Eric. 

-Claro! Me encanta la comida italiana- le contesté. Y era cierto, desde siempre me gustó mucho, cuando era pequeña, todos los sábados le pedía a mi padre que hiciera pasta para cenar,solía hacerme caso, ya que a mi padre también le